Pretty Little Liars (Jason Dilaurentis)

T3-E16-LA MISERIA AMA LA COMPAÑÍA

A la mañana siguiente, Jason me despertó con un delicioso aroma a Hotcakes por toda la casa -Buenos días- dije impresionada al ver el desayuno que había preparado - ¿Dormiste bien? - preguntó -Demasiado- dije con una sonrisa y mientras veía a Jason volteando uno de los Hotcakes sobre el sartén, me senté sobre la encimera, Jason colocó un poco de crema batida en su dedo y se giró hacia mí colocando su dedo frente a mi boca y lo chupé -Te manchaste- iba a limpiarlo, pero Jason sostuvo mi mano y pasó su lengua sobre mis labios -Que linda forma de despertar- dije sonriente -Puede ser así todos los días- sugirió -Me encantaría, pero A: soy menor de edad y B: Ni siquiera le he dicho a mis papás que salimos- Jason me miró divertido y colocó una mano a mis costados quedando totalmente de frente a mi -Entonces hay que hacerlo-

- ¿En serio? - pregunté divertida -Sí, en serio- sonreí y me acerqué a Jason para darle un beso -Amor- dije sin despegarme de él - ¿Sí? - respondió -Huele a quemado- Jason se separó de mí de inmediato y fue a retirar el sartén del fuego. Toda la mañana y la tarde entera me la pasé con Jason, lo ayudé con el jardín lo que terminó en ambos empapados por la manguera y después de nuevo juntos en la regadera -A este paso tendrás que lavar toda mi ropa- dije mientras me vestía de nuevo con nueva ropa -Por mi no hay ningún problema- volteé a ver a Jason que me miraba lujurioso mientras deslizaba mis bragas por mis piernas -No tienes llenadera- bromeé -De ti jamás- Jason fue hacia mí y me cargó hasta arrojarme a la cama y empezó a hacerme cosquillas -Aguarda- pedí entre risas, el día de hoy había compensado todos los malos días que tuve con Jason a causa de las discusiones, como desearía que cada día de mi vida fuera como este, pero tristemente la realidad es otra -De acuerdo, debo irme, prometí ir a ver a Aria, está sumamente enferma- Jason hizo un puchero y solté una carcajada al ver su cara -Me voy- le di un casto beso y terminé de vestirme para salir directo a casa de Aria.

- ¿Qué es esto? - preguntó Emily oliendo la taza que acababa de servirle a Aria -Un té de hiervas, la receta cura todo de Meredith- dijo Aria - ¿En serio te estás tomando eso? - pregunté -No creo que esté funcionando, te ves terrible- dijo Spencer -Gracias- le contestó Aria -Ah, Dios, no pude elegir peor momento para esto- dijo dejando la taza sobre la mesa de noche - ¿Sabes algo de tu padre? - preguntó Spencer y Aria negó -Dejó un mensaje, pero no he hablado con él desde que salió de la conferencia- escuché que abrían la puerta y los tacones de Hanna repiqueteando en el piso de madera -Hola ¿cómo está la paciente? -

-Nada bien- respondí -Bueno, traje todo lo que me ayuda cuando estoy enferma: Basura- dijo sacando unas revistas de chismes de su bolso -Ginger Ale y tres temporadas de salvados por la campana- aquello levantó bastante más el ánimo de Aria -Gracias Hanna-

- ¿Segura que quieres quedarte sola? - preguntó Spencer -Sí, estoy bien- dijo Aria -No te vez bien- dijo Hanna -Eso dicen- respondió Aria - ¿Segura que no quieres irte con tu mamá? - pregunté -No, es su semana con Mike, así que el cuarto está ocupado. Además, le prometí a Meredith que no diría lo del diario hasta que hablara con mi papá y... estando lejos de ella podré guardar el secreto-

-No puedo creer que confiemos en Meredith- totalmente de acuerdo con Hanna -Yo creo que ella está tan devastada como yo- dijo Aria - ¿No vas a darle las páginas verdad? - pregunté -No, están escondidas en un lugar muy seguro y estarán ahí hasta que mi papá llegue- respondió -Entonces le daré ocasión de decir la verdad- añadió - ¿Y si no lo hace? - preguntó Hanna -No creo que papá asesinara a Alli, pero, si lo hizo, creo que no podré guardar este secreto familiar- tomé la mano de Aria de forma reconfortante, haciéndole saber que contaba con mi apoyo.

Después de la escuela salí a correr con Sirius, tener un perro que tuvo entrenamiento policía era algo cansado, tenía mucha energía que agotar, cuando llegué a casa apenas podía respirar y tuve que jalar la correa de Sirius quien quería seguir en la calle - ¿Dónde estabas? - preguntó mi mamá un poco alterada -Paseando al perro- dije agitada y fui a la cocina a servirme un vaso con agua helada - ¿Por qué no avisas a dónde vas? Te estuve mandando mensajes- rodé los ojos -Mamá, ya estoy aquí y no me pasó nada, tranquila- vaya, esto me resultaba un poco familiar, solo que yo soy mi mamá y Jason yo -Por favor, si no me vas a decir lo que sucedió en Halloween, por lo menso dime a dónde vas- no respondí y subí directo a mi cuarto para darme una ducha refrescante.