Pretty Little Liars (Jason Dilaurentis)

T6-E11-ULTIMAMENTE PIENSO EN ROSEWOOD

5 AÑOS MÁS TARDE.

CHICAGO, ILINOIS.

Mi día comenzó desde las seis de la mañana, me levanté para desayunar algo energizante y ligero, subí al gimnasio en el conjunto departamental donde vivo e hice mi rutina diaria para después volver y meterme a bañar, me arreglé para ir a mi cita semanal con la terapeuta, he tenido un enorme progreso personal en estos años, por fin puedo usar el elevador sin sufrir algún tipo de colapso, aún recuerdo el verano en que hizo calor extremo y los servidores de energía colapsaron, yo quedé atrapada y creí que moriría, por suerte un vecino que es bombero, pudo rescatarme antes de un colapso nervioso, después de eso, me limitaba a usarlo sólo en otoño o invierno.

Tomé mi equipo fotográfico y salí del departamento. Como cada mañana saludé a Pancho, el perro de mi anciana vecina, la señora Vega. Trato de sacarlo a pasear todos los días ya que es un perro muy inquieto y mi vecina no puede con él, además que me recuerda a Sirius, lo extraño todos los días, pero no pude traerlo conmigo, sería muy injusto de mi parte sacarlo de la casa de mis papás, un lugar super amplio y venirlo a meter a un departamento de cuatro por cuatro en medio del ajetreo de la ciudad de Chicago.

Caminé una cuadra para ir a "Rose's" el lugar donde venden el mejor panini de queso con tocino y por supuesto que el mejor café frío que he probado en la vida, cuando terminé de comerlo, caminé al consultorio de mi terapeuta y después de una hora de desahogo emocional, estaba lista para ir al estudio. Hoy en especial estaba muy entusiasmada, pues comenzaríamos una sesión fotográfica para la revista Vogue, conseguir este trabajo en A&G fue lo mejor que me ha pasado, puedo demostrar mi propio talento y al mismo tiempo trabajar para marcas reconocidas. Estar aquí me ha llevado a distintas partes del mundo y me ha dado bastante reconocimiento, sobre todo en redes sociales -Hola hermosa ¿Vamos a comer después? – y claro que me ha traído las mejores amistades para compartir estas experiencias -Claro Millie- ella se había convertido en mi confidente y más cercana amiga, desde la universidad conectamos muy bien y pronto nuestro grupo de amigos creció.

Y como era costumbre, después de un largo día de trabajo, Millie, Brandon, Rebeca, Sean, Michael y yo, fuimos a Karabá por unos tragos -Te lo juro, la verdad no sé qué conexiones tendrá esa chica, pero la verdad no salía bien en ninguna foto y pues obvio que se lo dije. No, no, no, debieron ver como se puso. Llamó a su asistente y tomó la botella de agua, por un momento creí que me la arrojaría, pero sólo bebió agua y se fue como niña caprichuda- nos contó Rebeca su mala, pero cómica experiencia con una modelo, porque, así como hay cosas buenas, también hay malas, así es la vida, no todo puede ser perfecto.

Salimos del bar y nos despedimos, Brandon y yo caminamos hacia el mismo lado ya que vivíamos por la zona -Me lo saludas- dijo cuando llegamos frente a mi conjunto departamental -Claro que sí- dije sonriente y entré -Hola Travis- saludé al guardia del edificio del turno de la noche -Hola Kris, trajeron correspondencia- sonreí en agradecimiento y fui hacia el buzón, tomé las cartas y entré al elevador, pero antes de que las puertas cerraran, una mano las bloqueó -Que bueno que te alcancé- Dijo mi sexy vecino bombero, Patrick, sip, el mismo que me salvó del elevador. Odiaba que me sonriera porque con esa hermosa sonrisa me hacía entrar en combustión en segundos - ¿Tienes planes esta noche? – preguntó -Amenos que cuente sentarme a ver películas toda la noche, no, ninguno- respondí -Genial, te necesito esta noche- ¿Olvidé mencionar que somos amigo con beneficios? O tal vez menos que eso, sólo dos conocidos que sacian sus deseos sexuales de vez en cuando - ¿Vino Diana? – pregunté, Diana es su ex y actualmente enfrentan un pleito legal por la custodia de su hija pequeña -Sí, vino a gritarme para exigirme retirar la demanda- volteé a verlo indignada -Pues que te deje verla entonces-

-Es lo mismo que yo le dije y me arrojó su bolsa a la cara- En mis desvelos de terminación de proyectos finales, ellos dos me acompañaron con sus gritos y peleas, así que sin querer, supe todo el pleito que hubo entre ellos. El elevador llegó a nuestro piso, yo fui hacia mi puerta y él a la suya, justo a un lado de la mía -Te veo al rato- dije y entré al oscuro departamento, prendí una de las lámparas en la mesa de noche de la sala, dejé mis cosas sobre el sillón y comencé a revisar las cartas, varias eran para Ethan ¿Lo recuerda? Al chico con el que fingía tener una relación y que nada terminó bien entre nosotros, bueno, pues ahora somos roomies. Al parecer no fui la única que cambió todo en su vida, terminó estudiando artes plásticas en el Instituto de Chicago y siendo los únicos de Rosewood, fue inevitable que nos volviéramos a hablar y nuestra amistad de años volvió a surgir, además, de vez en cuando necesitaba hablar con alguien que supiera más o menos lo que sucedió, puede que hubiera personas que hayan visto las noticias, pero siempre prefería mantenerme reservado ese pasado oscuro, pero entonces vi esas dos cartas.