Pretty Little Liars (Jason Dilaurentis)

T6-E20-SILENCIO, SILENCIO, DULCES MENTIROSAS

Mientras esperábamos a que Hanna obtuviera alguna respuesta, una llamada entró a mi teléfono, era Allison -Si, Elliot irá a una conferencia a Chicago yo me quedaré en casa, llego mañana- me informe -Bueno, gracias por avisar, descansa- colgué la llamada y fui con las chicas -Era Allison, Elliot estará en una conferencia en Chicago y ella se quedará en casa- dije lo que Allison me dijo -No debería estar sola- dijo Emily -Ninguna de ustedes hasta que termine- dijo Jason -Oigan, está escribiendo- todos nos acercamos a ver el teléfono de Hanna -Si mientes, les disparo a todas- leyó Caleb - ¿Estás segura de que quieres hacer esto? – preguntó Spencer -Primero fue Aria, luego Alli. La siguiente podría terminar en un ataúd en vez de una cama de hospital. Y todas decidimos que esto era lo correcto-

-Así es, pero hay retorno, aún no es tarde- dijo Spencer -No, yo, confío en Caleb- reiteró Hanna -Igual yo- dijo Spencer, Aria, Emily y yo sólo nos miramos algo incomodas por la situación.

Es la verdad, llamaré a la policía.

-Hanna

-Está respondiendo el mensaje- dijo Hanna.

No policía.

-Como predijimos- dijo Ezra -Otro mensaje- dijo Hanna -Esto es entre tú y yo- leyó Spencer el mensaje -Sara Harvey mordió el anzuelo- dijo Caleb.

Necesito un día más.

-Hanna

-Será tu último- leí en voz alta la respuesta.

A la hora de la cena, quise regresarle el favor a Jason de todas las veces que él la preparó -Es mi mayor esfuerzo- dije poniendo el plato frente a él -Pues esta pechuga de pollo luce jugosa- sonreí y me senté a la mesa ambos a la luz de las velas -Hablé con Elliot- dijo de repente - ¿Elliot? ¿Ya no es Rollins? – Jason rodó los ojos -Tenías razón, es... Un buen tipo. Le conté lo que hago con el grupo Carissimi- le sonreí -Alli necesita a su familia más unida que nunca- le dije y el asintió, tomó mi mano por encima de la mesa y me miró a los ojos -Y es por eso que quiero que te mudes conmigo- tragué duro al escuchar eso y agradecía la tenue iluminación que había para que no viera el rojo subiendo a mis mejillas - ¿Es en serio? – pregunté -Sí, bueno, sólo sería hacerlo oficial porque más de la mitad de tu armario está aquí- sonreí y apreté su mano -Me encantaría- Jason se puso de pie y me dio un beso en los labios -Te llevaría justo ahora al cuarto, pero en serio quiero probar esa pechuga-

A la mañana siguiente, cuando Jason y yo salimos de bañarnos, me alistaba frente al espejo para ir a votar -No puedo dejar de ver lo sexy que eres- dijo Jason recargado en la puerta del baño -Y a mi no me ayuda que sigas desnudo- le dije mientras lo veía por el espejo -Tu también lo estás- negué -Yo tengo puestas mis pantis- Jason se acercó a mi y retiró mi cabello húmedo de mi cuello y comenzó a besarlo -Debemos ir votar- le recordé mientras cerraba los ojos dejándome llevar por el placer -No pasará nada por llegar cinco minutos tarde- susurró - ¿Sólo cinco? – pregunté - ¿Quieres más? – preguntó con emoción -Toda la vida- respondí y me di media vuelta quedando de frente a él, sería la tercera vez que lo haríamos el día de hoy y apenas eras las diez de la mañana.

Jason me tomó de la cintura y me subió al mármol del mueble para el lavabo el cual estaba frío y hacia contraste con el calor que empezaba a sentir en mi cuerpo, me levanté sólo un poco para que Jason pudiera quitarme las bragas -Me tienes loco- dijo entre besos y caricias, enredé mis piernas en su cadera y llevé mis manos a su cuello y toqué su cabello húmedo -Me encantas- susurré y entonces sentí como Jason entraba de una estocada haciéndome gemir -Duro y rápido- pedí -A la orden- Jason comenzó a moverse justo como le pedí y hacía que mi cuerpo provocara sonido al chocar contra la placa de mármol que resonaban por el baño, de pronto Jason salió de mi y lo miré extrañada, entonces me hizo bajar y me volteó de espaldas a él -Quiero que nos veamos- susurró en mi oído y a través del espejo pude notar la lujuria y deseo en sus ojos, apoyé mis manos en donde hace unos segundos estaba mi trasero y sentí a Jason entrar de nuevo. Veía por el espejo como me comía con la mirada y fruncía el ceño cada vez que me embestía, sentí sus manos pasar mi abdomen y mientras una se dirigió a mi pecho, la otra fue hacia mi clítoris y comenzó a estimularlo abrumándome con la sensación -Ah, Jason- gemí y mi respiración comenzó a entrecortarse, cuando Jason gruñía sentía la vibración en mi espalda ¿, entonces ambos llegamos al orgasmo, nos veíamos por el espejo, ambos locos por el placer que sentíamos - ¿Cómo cinco minutos contigo se puede convertir en lo mejor de mi vida? – dijo Jason y volteé hacia arriba para juntar nuestros labios mientras sentía el liquido resbalar por entre mis piernas.