Afrodita (TERMINADA)

RAPSODIA XXVIII: DOMINIO

Llegue a la casa vieja, cuando baje del auto pude ver una luz en la casa de mi papa, camine hasta ahí y un montón de chicas estaban ahí rodeando a mi padre.

Afrodita: Papa que está pasando.

Urano: Nada interesante.

Némesis: Digamos que será un favor.

Urano: No había tenido la oportunidad de decirte lo mucho que me gusto el método de tu hermano con Perséfone.

Afrodita: A esto se refiera Cloris.

Urano: Ayúdanos a tomar el infierno.

Afrodita: No, papa no seré parte de un caos.

Nemesis: A esto estas destinada.

Urano: PARA ESTO TE HICE PODEROSA.

Afrodita: No seré sumisa.

Urano: NEMESIS ADELANTE.

Ella me tomo y me mostro una gota de agua.

Afrodita: ¿Qué es eso?

Némesis: La solución.

Ella la puso en mi mente y todo cambio.

Estaba furiosa con Perséfone, siempre se lleva todo el crédito, me desperdicio cuando yo trate de ser su amiga.

Urano: Ya sabes que hacer.

Afrodita: Si padre mío.

Regresé a casa y solo me acosté a pensar.

Dionisio: ¿A dónde fuiste?

Afrodita: A renovarme y a destruir a Perséfone.

Dionisio: Que dices mujer.

Afrodita: Siempre se lleva el crédito.

Dionisio: Cariño, no puedes hacer eso.

Afrodita: ESTOY CANSADA QUE ME DIGAN QUE HACER.

Entonces toque la mente de Dionisio.

Afrodita: Este hechizo se acabará cuando haya derrotado a Perséfone, puedes irte de aquí.

Y eso hizo, dormí con un plan ya listo.

A la mañana siguiente me levante y sin hacer caso a nadie y nada, todo estaba entendible, me dirigí a unos campos donde Deméter usualmente no visita, ahí estaba la mujer indicada.

Eran hermosas ninfas una de ellas se sorprendió al verme y se acercaron:

Ninfa: Querida diosa, a que debemos esta visita.

Afrodita: Vine a escoger a una de estas ninfas para que pueda ayudarme.

Ninfa: Todas estarán dispuestas a ti.

Afrodita: Yo busco una en especial. - Caminaba entre ellas, hasta que la vi, era chiquita, rubia y bella- Tu-Dije señalando-

Ella voltio un poco asustada.

Afrodita: ¿Cómo te llamas?

¡?: Me llamo leuce.

Afrodita: Toma tus cosas y ven conmigo.

Ella acepto y tomo algunas cosas.

Leuce: Vámonos.

Nos subimos al auto y la lleve a unas de mi casa que tenía.

Leuce: Diosa de cabellos de cobre, porque me solicito.

Afrodita: Te voy a dar un trabajo en el que podrás destacar, mañana te presentaras en el inframundo para que trabajes como secretaria.

Leuce: ¿Enserio? -Emocionada-

Afrodita: Si, pero, tienes que hacer un favor.

Leuce: Lo que sea.

Afrodita: Es como una prueba para Hades, sedúcelo.

Leuce: Pero él es casado.

Afrodita: Lo sé, pero me lo pidió Perséfone.

Leuce: Esta bien.

Afrodita: Yo te protegeré.

Leuce: Usted es muy amable.

Afrodita: Vivirás aquí, así que no te preocupes.

Me marche, sabía que todo funcionaria, por supuesto que no la protegería, mi vida era más valiosa que la suya.

Al día siguiente visitaría a Leuce para ver si le habían dado el empleo.

Afrodita: ¿Entonces?

Leuce: Me aceptaron trabajare para ellos, lo curioso de todo, es que Perséfone se veía nerviosa.

Afrodita: ¿Nerviosa?

Leuce: Como si ocultara algo.

Afrodita: Intenta investigar, es importante.

Leuce: Si, como usted indique.

Estaba satisfecha con el primer logro, tenía más y más.