RAPSODIA XXXVII: PERDIDA EN ELLA.

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De ser una diosa solo era una vagabunda, mis hijos ya sabían que hacer en estas situaciones, me aislé en la isla donde nací, donde todo era tan sencillo y calmado.

Por supuesto que me recordaba a mi primer matrimonio, me encogía como lombriz, lloraba todas las noches, incluso Nix me escuchaba.

Nix: Mujer, de que sirve llorar.

Afrodita: Siento que me ahogo en el mismo lugar.

Nix: Mírame, somos fuertes, somos diosas.

Afrodita: Siento que ya estoy perdiendo las batallas, Nix, tal vez pueda renunciar.

Nix: A sido muy valiente, ellos no saben lo que eres capaz, pero llegara tu tiempo, por lo mientras duerme conmigo.

Me recosté junto a ella, sentía una calma conmigo misma. El primer mes fue duro ya que solo era Nix y yo.

Afrodita: Me llego una carta.

Nix: Ábrela.

Empecé a leer la carta, al parecer Eros esperaba un bebe.

Afrodita: Mi muchacho va a ser padre.

Nix: Felicidades.

Estaba orgullosa, aun así, dudaba en ir.

Nix: Mujer, vamos, es tu nieto.

Afrodita: Tienes razón.

Las semanas se fueron más rápido de lo que esperaba, miraba la televisión, cuando alguien toco mi puerta, me asome por la escotilla de mi puerta, era Hefesto.

Afrodita: Hola.

Hefesto: Hola, vine a saludar.

Afrodita: Pasa.

Hefesto: Perdón por las molestias.

Afrodita: No te preocupes, no hacía nada.

Hefesto: Me entere del suceso, quiero que sepas que yo te creo, últimamente Artemisa esta de sospechosa, su hermano cree lo mismo.

Afrodita: Ya no importa, sé que esto es lo mejor.

Hefesto: Vine también, porque uno de mis aprendices, me preocupa.

Afrodita: Te escucho.

Hefesto: Por lo que comentan sus compañeros, ha estado inquieto, debido a que no encuentra el amor.

Afrodita: Yo me encargo, es fuera de Grecia entonces Zeus no puede castigarme.

Hefesto: Su nombre es Pigmalión.

Afrodita: Entendido.

Agarro sus cosas y se retiró de mi casa.

Afrodita: Últimamente me requieren mucho.

Llego el día de la fiesta, Eros me abrazo.

Eros: Mama, te extrañe mucho.

Afrodita: No perdería de esto.

Caminamos hasta la fiesta, pero todos los dioses murmuraban y me miran

Psique: No se preocupe, solo tienen envidia.

Afrodita: Eros te traje esto de regalo, es tu primera pulsera de conchas. - Lo saque de la pequeña caja-

Eros: Pensé que la había perdido.

Afrodita: Lo siento mucho, pero debo irme, tal vez no me veas en mucho tiempo cariño.

Eros: Maaaa...no quiero que te pierdas de nada.

Afrodita: No lo hare, pero sabes que esto me lastima.

Psique: Estaremos bien.

Partí, sabía que era lo mejor para todos, bajé a la tierra de los mortales para visitar a Pigmalión.

Afrodita: Escuche a tu maestro decir que te encuentras triste.

Pigmalión: Así es.

Afrodita: No sufras más.

Pigmalión: Eres muy bella.

Afrodita: Muchas gracias.

Pigmalión: Crees que pueda hacerte una escultura, tal vez así ya no sufra más.

Afrodita: Me halagas mortal, por supuesto que sí.

Desde entonces me aparezco en sus sueños, recitando cuentos y aventuras.

Pigmalión: Falta poco para que la termine, pero afrodita, como es que no eres amada.

Afrodita: Lo dioses no me lo permiten.

Pigmalión: ¿A ya sé cómo se llamará?

Afrodita: ¿Cómo?

Pigmalión: Galatea, es tan bella, ¿Afrodita me harías un favor?

Afrodita: Claro, haz inspirado a todas esas mujeres envidia, que estoy segura que me volverán a rezar.

Pigmalión: Puedes transformarla en humana, para que yo pueda casarme con ella,

Afrodita: Si eso te hace feliz, lo hare.

Toque a la escultura, otorgándole, órganos, piel, textura, sentimientos y lo más importante un alma.

Galatea: Soy de carne y hueso.

Afrodita: Así es, tienes parte de mi belleza, pero dale gracias a tu ser amado.

Pigmalión: Afrodita, te rezare todos los días.

Sonreí y partí a mi casa en la playa.

Afrodita (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora