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Narrador omnisciente

–¡Maldita sea!- Tenten maldijo al ver la hora en su móvil. –Neji va a matarme si no llego a tiempo.- la chica recibió su café y se apresuró a salir de la cafetería.

Por las prisas, sus movimientos se volvieron torpes y erróneos que justo al salir chocó con una persona derramándole encima su bebida y escuchándolo quejarse por lo caliente que estaba.

–¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios! ¡Lo siento tanto!- Tenten se cubrió la boca con una de sus manos mientras veía como el chico se despegaba la camisa y trataba de mantener la compostura. –Yo...- la castaña no sabía que hacer, se sentía tan apenada por lo sucedido y más al haber arruinado la camisa perfectamente blanca que daba el mensaje de que se dirigía a algún asunto importante.

–Creo que comparto la culpa...- el hombre frente a ella trataba de sonreírle pero solo lograba dibujar una mueca.

–Mi oficina está a unas calles de aquí... puedo conseguirle otra camisa... en verdad, lo siento mucho.-

–No es necesario, parece que tiene prisa...-

–Insisto, por favor, no puedo dejarlo así. ¡Por Dios! Solo mírese.- Tenten fruncía el ceño al ver la mancha que había dejado. –Insistiré hasta que acepte.- el chico castaño la observó unos instantes, notando la preocupación en su rostro y, finalmente, aceptó su ofrecimiento.

El chico la siguió en su coche y se sorprendió por el lugar al que habían llegado. Una vez se estacionaron, ingresaron al edificio y él la siguió hasta su oficina.

Antes de entrar, Tenten le pidió a su asistente conseguirle una de las camisas que mantenía de repuesto en el área de probado.

–¿La reunión ya comenzó?- preguntó la castaña.

–Aún no ha llegado el nuevo accionista, aunque el señor Hyūga ha estado tratando de comunicarse con usted.- respondió la chica antes de irse a buscar lo que le había pedido.

Tenten suspiró y le indicó al chico que entrará con ella a su oficina.

–Parece que tenía un asunto importante que tratar... por eso la prisa...- comenzó a conversar el hombre castaño.

–Creo que podemos tutearnos, ¿no le parece?- Tenten le sonrió y el chico asintió. –Una reunión con un nuevo socio, pero, gracias a Dios, aún no llega.-  la chica se dejó caer en un sillón que mantenía en su oficina mientras observaba al castaño acercarse a la ventana.

–Estás de suerte.-

–Lo estaría si no fuese porque mi otro socio va a matarme por la falta de puntualidad, le gusta tener todo en su lugar, es un obsesionado con el control.- se quejaba la mujer tratando de desestresarse.

–Ya veo... ¿y tu nuevo socio?-

–Aún no lo conozco, pero de seguro me detestara por mi impuntualidad.- dibujó una mueca en su rostro al percatarse de eso.

–Si es que llega antes de que arreglemos esto. En verdad no tenías porque molestarte.- el chico le regalaba una sonrisa.

–Claro que si, de seguro tenías un asunto importante que tratar y mira lo que ha pasado.- en eso el teléfono de la oficina sonó y Tenten se levantó para contestarlo. –Quítate la camisa, voy por la nueva, regreso en unos minutos.- la chica salió de la oficina y el hombre se fue desabotonando la camisa que alguna vez fue completamente blanca.

...

–¿Puedes dejar el celular por un momento? Que fastidio.- Shikamaru se recargaba en la mesa de la sala de juntas.

One-shots NejitenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora