Bastian la suelta con lentitud, y le acaricia las mejillas con dulzura. Azul cierra sus ojos ante el tacto del hombre, y una sonrisa se desliza por sus labios delicadamente.
– Yo también te he extrañado. Siento si desaparecí, pero Marco me ha invitado a jugar al FIFA y no pude resistirme. –
Le comenta ella con una gran sonrisa, mientras Bastian cierra sus ojos ya que se siente algo mareado. Sabe que ha consumido más alcohol que lo debido y ahora la bebida le está pasando la factura. Se levantaría la mañana siguiente con una horrible jaqueca y con migraña que le duraría todo el día.
Caballerosamente, le abre la puerta del asiento de acompañante, y le besa la cien a la chica, quien acomoda las bolsas entre sus piernas. Apoya sus brazos delicadamente en la puerta, y recostó su cabeza allí. Estaba cansada, quería llegar a su hogar, quitarse los tacos, ponerse una remera holgada, un pantalón deportivo y acostarse entre las suaves sabanas y bajo el cobertor de plumas. Bostezo, mientras veía como Bastian subía al automóvil.
– Estás muy linda. – le dice Bastian al oído mientras le acaricia el hombro con suavidad.
Ella sonríe. – Gracias, y tú estás algo borracho. – se ríe entre dientes, mientras ve como él desciende sus labios a su cuello.
Ella se remueve incómoda en el asiento delantero. – Bastian. – susurra mientras lo empuja con suavidad y él vuelve a besarla. Él comienza a acariciar sus piernas, y Azul se tensa de inmediato, reaccionando a lo que él quería.
– No, Bastian…. Salí, salí. – murmura mientras se remueve aunque las manos del hombre sobre su cintura se los dificulta.
Él le besa el cuello con dulzura, y ella cierra sus ojos con dolor, mientras trata de alejarlo.
– Así no, por favor Bastian. No me gusta. Salí. – ella cierra sus ojos dolida, mientras lo mira. – Bastian. – susurra
Ella lo empuja bruscamente, haciendo que la espalda de él golpee contra la puerta del asiento del conductor. – ¿Es que acaso no me deseas? Porque yo si lo hago, y muuuuuuuuuucho. – dice con la clara voz de tomado. – Sos preciosa, mira lo que sos. No sé si te das cuenta. Me matas. – dice él mirándola mientras hace puchero.
Bastian se acerca y posa sus manos bajo los muslos de Azul. Ella se remueve incomoda. – Bastian. – dice
Azul suspira, y lo piensa bien. – Te deseo. Pero no así, por favor. – él sigue acariciándole los muslos, y le besa el cuello. – ¡O parás o te dejo estéril, Bastian! ¡PARA! – Dice ahora claramente enojada.
Él se endereza al instante ante su amenaza. Lo que sea, menos sus partes.La mira con una sonrisa de lado. – P… perdoname... No va a volver a pasar así. – le dice y luego sonríe de lado. – No por ahora. – susurra para sí.
Él la sigue acariciando, tocando sus muslos, su suave figura siendo acariciada por sus manos. Ella muerde sus labios, cuando siente las manos del joven, lo desea, sí, pero no así.
– Te dije que no. – Lo empuja con más fuerza, y estrella su palma contra su mejilla fuertemente.
Bastian no reacciona, si no que pone su mano en su mejilla y se la acaricia. Ella toma sus bolsas, y se baja del auto. Cierra la puerta con mucha fuerza, y maldice mientras camina de nuevo a la fiesta.
Las lágrimas ya están recorriendo sus mejillas, mientras camina sin rumbo alguno.
– ¿Blaur? – la voz de Mario la detiene.
Ella voltea a verlo, sus bolsas se resbalan de sus manos, y corre a abrazarlo con fuerza. Él, acaricia su espalda lentamente y Ann toma las bolsas entre sus manos.
– Te llevaremos a casa. – dice la joven mientras le acaricia el hombro con suavidad
Mario le abre la puerta del asiento trasero, y ella se acuesta con suavidad, mientras Ann deja las bolsas en el suelo. El joven alemán toma asiento, y espera a que su novia también lo haga, para luego poner el automóvil en marcha.
– ¿Sabes donde vive? – le pregunta su novia mientras le acaricia su mano
– No. Azul, ¿Dónde vives? – le pregunta mientras voltea a verla, pero nota que ella ya está dormida.
– La llevaremos a casa y dormirá en la habitación de invitados. – le dice con una sonrisa de lado.
Mario asiente con la cabeza y comienza a manejar rumbo a su hogar, mientras entabla una pequeña conversación con su novia.
Al llegar a la casa, Ann abre la puerta con cuidado, y toma las bolsas entre sus manos, mientras Mario agarra con suavidad a la chica entre sus brazos. Ella abre la puerta de la, y Mario la encamina a la habitación de invitados. Él la acuesta con suavidad en la cama, y Ann le quita los zapatos y la recuesta con suavidad.
Mario cierra la cortina con cuidado, y luego la mira. – Descansa. – susurra con suavidad mientras le da un pequeño beso en la frente.
La chica se remueve con cuidado entre las sábanas de la cama, y se abraza a una de las almohadas, mientras pequeñas lágrimas se siguen deslizando por su rostro.
Una de las mejores noches de su vida, se han convertido en una de las peores.
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¡Hola! Se que he actualizado hace poco, pero la verdad es que tengo que rendir dos materias en unos días y me quiero focalizar en eso, y no estar pensando en que tengo que actualizar. Si, al final era Azul quien abrazo a Bastian, no se porque algunas pensaron que había sido Ana. En cuanto a Bastian, comprendanlo, el hombre estaba borracho, y no sabía que era lo que hacía.
El 26 terminaré de rendir, por lo que ese día volveré a la normalidad y subiré otro capítulo. La verdad es que le quedan entre seis o siete capítulos a la novela. Aun sigo pensando cuanto le falta, y que más cosas le faltan a la historia para cerrarla y que este perfecta para una segunda temporada. Porque sí, lo pense y "Eres un sueño Inalcanzable", tendrá una segunda temporada, se llamará "Nueva vida en Dortmund", no daré ningun adelanto más de la novela.
Además, hace unos días dialogando con una amiga, ella se dió cuenta que no solo Azul tiene un amor inalcanzable para con Thomas, si no que Thomas también tiene un pequeño deseo o amor inalcanzable para con la Argentina que ha aparecido de repente en su vida.
Muchas gracias por sus votos, por sus comentarios que siempre me alegran la tarde.
Las quiero!
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Eres un sueño inalcanzable |Thomas Müller.| |Novela Finalizada|
FanficEl primer amor para una niña, es aquel que queda marcado en lo más profundo del corazón, y nunca se olvida. Queda marcado en fuego en la piel, y el hombre causando de las sonrisa nunca puede olvidarse.