Capítulo XXVI

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Azul observa a Thomas, y lentamente una sonrisa comienza a dibujarse por sus labios. Él saluda a todos con un beso en la mejilla, y luego toma asiento a su lado. Deja su celular a un lado de los platos y luego se saca su campera, para dejarla colgada en su asiento.

-Hola Azul.- Murmura él mientras voltea a verlo.

-Thomas.- Dice ella mientras sonríe.-Que gusto volver a verte.- Susurra sincera.

Ambos sonríen, sin saber que son observados por Hummels, mientras este finge estar concentrado en su celular. Marco le echa una mirada a su ex compañero, y eleva una de sus cejas.

- ¿Te gusta? - Le pregunta mientras señala a Azul con su mirada.

Mats se encoge de hombros y observa a su amigo. Se sonroja intensamente. Asiente levemente con la cabeza.-Sucedió algo. El día que fuimos a Cocaine.- Murmura en voz baja.

Marco lo observa.-¿Qué paso?-

-Bueno, ella y yo estábamos bastante borrachos....Y bueno, terminamos en el baño del lugar, y ya sabes.- Dice él

Marco abre sus ojos de la impresión.-Eres un cerdo asqueroso. Es una dama.- Le dice él.

- Pero ninguno de los dos estaba en sus cinco sentidos. Además, yo no sabía que era virgen.- Susurra lentamente.

Marco se atraganta con la bebida que estaba tomando y lo observa.-Eres un cerdo. Pobre chica. La primera vez, debe ser especial, con alguien que quieres y que te quiere. Con alguien a quien le tengas confianza. Pobre Blaur.- Murmura él.

Mats se encoge de hombros.-Ella dijo que estuvo bien y que fue especial.- Le sonríe y se sirve un poco más de vino en su copa.

Marco sacude su cabeza y la observa. Ella platica con Thomas mientras ambos sonríen. Marco sonríe extensamente, rogaba que su compañero y amigo al fin se halla dado cuenta de que sentía algo por la argentina.

Azul se pone de pie, y deja su copa en la mesa.- Vengo en un momento.- Susurra ella. Les sonríe brevemente a todos y se aleja caminando de allí, mientras él la observa.

Thomas se pone de pie unos instantes después, y sigue el mismo camino que la joven. La descubre sentada en el patio observando la fuente de agua.

Thomas se sienta a su lado y le sonríe.-Maravillosa noche.- Comenta él mientras observa el cielo que se encontraba estrellada. Azul levanta la mirada y asiente con la cabeza.

- Sí. Es una noche hermosa.- Susurra ella. Luego desvía su mirada y le sonríe.

- De verdad, lamento haberte fallado aquella noche.- Susurra él mientras toma su mano y la acaricia.- Quería ir y conocerte un poco mejor.- Susurra él.-Cautivaste mi atención desde que me gritaste en el aeropuerto.

Ella se sonroja ante ese recuerdo, y baja su mirada apenada.- Siento aquello.- Susurra.

Thomas niega con la cabeza y luego toma sus mejillas.- Creo que hubiese actuado de la misma forma.-

Él se muerde el labio inferior mientras la observa. Las mejillas de Azul ya están sonrojadas por la cercanía de ambos y sus ojos brillan. Él se acerca a ella, y después de tanta espera, y de tanto deseo, se besan.

Ella apoya sus manos en sus hombros delicadamente, mientras el baja las suyas a su cadera y la acerca a su cuerpo. Ella abre los ojos y lo observa. Se separan y apoyan su frente una sobre la otra. Thomas le roba otro corto beso, se separan cuando escuchan que alguien aclara su garganta.

Ambos voltean asustados, y Mario está allí con una sonrisa.- La comida ya está en la mesa. Supuse que no quería que se les enfríe.- Dice. - Vamos, no diré nada del beso. Confíen en mí.- Les guiña su ojo y se marcha de allí.

Thomas le tiende una mano a Azul y sonríe mientras enlaza sus manos. Entran al comedor y toman asiento, bajo la atenta mirada de Mats, y la cómoda sonrisa de Mario.

Y Azul muerde su labio inferior de la alegría cuando él se ofrece llevarla a su hogar. Besa la mejilla de Mats y se escapa antes de que él pudiera decirle algo. Hummels aprieta sus puños y observa como entran en el Audi del jugador. Sacude su cabeza y se sube a su automóvil, celoso de la situación.

Azul le indica la dirección del lugar donde se estaban quedando y ambos comienzan una amena práctica. Thomas no pregunta nada sobre Bastian y ella lo agradece, porque su corazón aún seguía lastimado.

El aparca el automóvil frente a su hogar, y ella voltea a verlo. Le agradece, y antes de que pueda bajar, él deposita un suave beso en sus labios. Ella siente que su corazón late con fuerza al entrar a su casa y Thomas sonríe.

Al fin, después de tanto tiempo, ambos habían cumplido su mayor deseo.

Rb:

Eres un sueño inalcanzable |Thomas Müller.| |Novela Finalizada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora