La niña de nunca jamás

𖦹 Capitulo 8 𖦹

Lily despertó como había despertado desde hace dos meses, sin energía, cada vez más se sentía que algo le faltaba, que por alguna razón ese día iba a ser uno malo, que nada valía la pena

Luego, se encontraba con Pedro en el patio y platicaban un rato, el castaño siempre sabía cómo animarla, pero por alguna razón, no era suficiente

—Lily... —el repentino cambio en el tono de su amigo hizo que pusiera más atención— Desde hace tiempo e notado que estás diferente, pero no quería decir nada por como reaccionarias

—¿A qué te refieres?

—Siento... Que podrías tener depresión o algo parecido

—¿Y por qué crees eso? —no sabía si debía estar ofendida o no

—Fue después de tu cumpleaños 11, cada vez que te veía estabas más apagada y... —los brazos de Lily al rededor de el hicieron que se callara

—Tranquilo, estoy bien

—¿Segura?

—Si, muy segura —se separó— Gracias por preocuparte

—Para eso están los amigos, ¿No?

Esa palabra resonó en la cabeza de la morena, amigos. Algo dentro de ella le decía que había perdido a uno, uno que trato de olvidar pero seguía ahí, luchando por ser recordado

Ese pensamiento la atormentó todo el día, incluso llegó a pensar que alguien la observaba, pero no había nada

Una vez caída la noche, Lily ya estaba en su habitación, y como cada noche, se asomaba por la ventana y veía las estrellas. No recordaba muy bien por qué lo había empezado a hacer, tal vez tenía que ver con el amigo que había olvidado, tal vez esperaba algo, o a alguien, no lo sabia

Estaba a punto de cerrar la ventana, cuando algo, mejor dicho alguien, se apareció frente a ella, haciendo que diera un paso hacia atrás

—¿Que...?

—Hola Lily —el castaño se paró frente a ella— cuánto tiempo

—¿Quien eres tu? —eso dejo confundido a Peter, y también algo dolido— ¿Cómo hiciste eso?¿Cómo sabes mi nombre?

—¿No me recuerdas? —Lily dió otro paso hacia atrás mientras negaba— ¿Cómo...? Bien, tranquila, soy Peter Pan —no le importaba tener que hacer todo de nuevo con tal de que ella lo recordara

—No, Peter Pan no existe, es solo un cuento —Lily se veía muy confundida y aterrada— No, debo estar imaginando

—Lily, soy real. Soy Peter. Sé que pasó mucho tiempo, pero quiero arreglar las cosas

—No, no —vió como el castaño se acercaba a ella— Alejate —Peter tomo una mano de Lily y la llevo a su pecho

—¿Ves? Soy real

Lily vió a su mano y luego a Peter, quien tenía una pequeña sonrisa, se sintió confundida y desconfiada, pero al mismo tiempo, algo dentro de ella le decía que era verdad, que el era Peter Pan

Y de un momento a otro, recordó todo lo que vivió con el, recordó la primera vez que lo vió, recordó a campanita comiendo galletas, recordó la vez que salieron a volar, recordó los abrazos, recordó a su amigo

—Peter —susurró con una sonrisa que contagio al castaño— Estás aquí —y lo abrazó

—Perdón Lily, perdóname por no regresar

—Esta bien, ya estás aquí —el abrazo duró unos segundos y luego se separaron— ¿Por qué volviste? ¿Por qué ahora?

—No pude venir antes porque algo pasó en nunca jamás, algo grave —Lily lo tomo de la mano y ambos se sentaron en la cama