𖦹 Capitulo 9 𖦹

831 66 2
                                    

Lily estaba casi seca, no se había animado a cambiarse ya que no querría ensuciar mucha ropa. Los niños se habían disculpado muchas veces, Peter solo se cruzaba de brazos y Lily les decía que ya no importaba

Así fue el camino hasta donde estaban las hadas

—Esperen aquí —ordenó Peter mientras volaba hacia un árbol

—Lily, ¿Viste quien te jalo bajo el agua? —preguntó Zorrillo

—No, no alcanza a ver su cara, pero era rubia y su aleta se confundía con el agua —los niños quedaron callados— Bien, por el silencio presiento que la conocen, ¿Es así? ¿O hay muchas igual?

—Solo hay una que vive por ahí

De repente, Lily sintió como algo se impactada contra su cara. Era Campanita, quien la abrazaba, o al menos a su mejilla

—Hola Campanita —dijo Lily alegre poniendo una mano para que la rubia se pusiera ahí, cosa que así fue— ¿Cómo estás? ¿Te sientes bien? —campanita asintio— Me alegro. Te traje algo —busco en su mochila con su mano libre y saco una pequeña bolsa con dos galletas- Son para ti -La rubia abrazo la bolsa

—No creo que quiera compartir —habló Peter poniéndose alado de Lily. Campanita negó

Una vez que Lily hablo con campanita, claro que, con Peter traduciendo, otra hada llegó diciendo que Campanita debía descansar, la rubia le dió un beso a Lily en la mejilla, tomo sus galletas, y se fue

—¿Y los niños? —preguntó la pelinegra al darse cuenta de que solo estaban ella y Peter

—Se fueron hace poco, se aburrieron —respondió Peter con una pequeña mentira, la verdad era que les había hecho una seña con la mano para que los dejaran solos, cosa que Lily no vio— ¿Quieres ver otro lugar?

—Quiero ver la cueva de la que me hablaste —eso tomo desprevenido a Peter, pero no se negó

Se volvieron a tomar de las manos, y en poco tiempo ya estaban en el lugar. Pero se encontraron con dos cosas inesperadas

—¿Ron? —habló Peter haciendo que el pelinegro dejara de ver la cueva derrumbada— ¿Que haces aquí?

—Peter, me alegra que vinieras —entonces se percató de Lily— ¿Ella es Lily? —el castaño asintió— Mucho gusto Lily —extendió su mano y Lily acepto— No imaginas cuánto e escuchado de ti

—No lo tomes a mal, pero no sé quién eres —confezó Lily algo apenada. Ron le soltó la mano

—Ya veo, ¿Por qué decirle a Lily quien es tu mejor amigo? No es nada importante —bromeó haciendo que Peter rodará los ojos divertido— Soy Ron Garfio, ya debes saber quién es mi padre

—¡Claro! Peter me dijo que tenía un hijo u que eran amigos, pero olvidó el nombre —miró de reojo al mencionado— Pero, ¿De verdad te apellidos garfio?

—Si y no, la verdad así me han llamado toda mi vida —ambos rieron

—¿Encontraste la cueva así? —interrumpió Peter haciendo que Ron le viera

—Si, estaba dibujando la pintura, cuando te fuiste un hada vino conmigo y me dijo lo que un hada te dijo que campanita dijo que te dijera

—¿Tratas de confundirme? —Peter se había enredado haciendo reír a ambos pelinegros— No se rían —rieron más fuerte

—Un hada vino con el luego de que te fuiste y le dijo lo mismo que te dieron a ti —explicó Lily

—Bien. ¿Que tanto alcanzaste a dibujar? —Ron saco su cuaderno y les enseño

La niña de nunca jamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora