𖦹 Capitulo 21 𖦹

229 29 0
                                    

Lily abrió los ojos con pesadez. Sentía el cuerpo cansado, como si no hubiera dormido por días, cosa que al estar en nunca jamás, probablemente era cierta.

No reconoció el lugar donde se encontraba, no había nada. Puro color blanco, y ella se encontraba flotando en medio de toda esa blancura. Intentó caminar, tocar algo sólido, pero era como si en ese lugar no existiera la gravedad. Pensó que estaba muerta, después de todo, lo último que recordaba era haber transferido su poder al corazón de nunca jamás, o, al menos eso creía que había hecho.

—Supongo que todo terminó —murmuró cerrando sus ojos y dejando que pasara lo que tuviera que pasar.

Empezó a recordar lo que había vivido. El primer día que llegó al orfanato, no conocía a nadie, y pasó los primeros meses sin siquiera salir de su pequeña habitación, apenas lo hacía para comer. Recordó haberle gritado a la primer pareja que había ido por ella, pero, no podían culparla, ella extrañaba a su padre y no querría reemplazarlo.

El tiempo que pasó con Pedro le hizo entrar en nostalgia. ¿Que habría pasado con él? ¿Cuánto tiempo habría pasado? ¿Él sería un adulto? ¿Tendría hijos? ¿Acaso se acordaría de ella? Eso le hizo soltar una ligera risa apagada. Seguro apenas tendría un recuerdo de ella.

¿Habrían ido a buscarla? ¿Que habrían pensado cuando no la vieron en su habitación? ¿Y si se hubiera quedado ahí? ¿Que habría pasado si no hubiera acompañado a Peter?

Peter... ¿Que estaría haciendo él? ¿Estaría llorando su muerte? ¿Se estaría reencontrando con Ron?

Sin quererlo, pequeñas lágrimas empezaron a salir de sus ojos, pero, estas, por alguna razón, se iban hacia abajo, claro que, sin llegar a ningún lado, o al menos a alguno que Lily pudiera ver.

No supo cuánto tiempo pasó en esa posición. Sumergida en sus pensamientos, y llorando de vez en cuando. Se sentía en paz, sentía que ya había cumplido con su deber en Nunca Jamás, pero, al mismo tiempo, algo se sentía vacío dentro de ella. Si estaba muerta, eso significaba que no volvería a ver a sus amigos, pero, también significaba que volvería a ver a sus padres.

—Lily —Una voz femenina hizo que Lily abriera los ojos y que su corazón se acelerara—. Bueno, me alegra saber que estás despierta.

—¿Quien es usted?

—Yo soy, bueno, es difícil de explicar. ¿No hay una vocecita que te lo diga? —Los ojos de Lily se abrieron con sorpresa— Veo que si la hay.

—Usted es... Usted... No... No puede ser... Usted está muerta.

—Viví hace mucho tiempo, si. Fue duro aceptar que me había ido, use demasiada fuerza y solo desaparecí —Lily sintió temor ante las palabras de la mujer. Si la mujer estaba muerta, y ella estaba con ella, ¿ambas estaban muertas?—. No tienes que asustarte, veo la confusión en tus ojos, y, ten seguro que te voy a explicar todo.

—¿Dónde estamos? —se apresuró a preguntar.

—Es un lugar al que solo nosotras podemos entrar, bueno, nosotras y ellos. Nunca le puse nombre como tal, pero la mayoría le dice Whiteness.

—Blancura —La mujer sonrió al ver que Lily sabía algo de inglés—. ¿Por qué le dicen así?

—Yo digo que para parecer más interesantes —rió—. Pero, puedes llamarlo como quieras. Lo que si te puedo asegurar, es que no estás muerta, bueno, aún no.

—¿Aún? ¿Voy a morir?

—No te alarmes —Lily ignoró a la mujer y su respiración empezó a acelerarse. Si, morir significaba ver a sus padres, pero eso no implica a que no le tuviera miedo—. Lily, respira. Por favor, ponerte estética no ayudará en nada y solo te vas confundir más.

La niña de nunca jamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora