Love with flaws; GoYuu.

12

En el salón donde sería la segunda clase del menor se encontraba este tratando de prestar la mayor atención a la clase aunque su mente estuviera pensando simplemente en alguien. Escuchó la puerta del salón abrirse, la mayor parte del salón volteó su mirada y notaron al chico más adinerado y popular de su campus. Itadori se alzó de hombros sin tomarle importancia, ya que él no lo conocía y tampoco era como si lo idolatrara como la mayoría de las personas de esa enorme universidad. Sintió pasos acercarse a su lado del salón, hasta que llegó junto a él.

—¿Está ocupado? -preguntó el mayor con curiosidad al menor que lo vio con confusión cuando notó su presencia a un lado suyo. El menor negó levemente. Ahora que lo veía muchísimo más de cerca pudo notar que todos estaban en lo correcto al decir que su atractivo era único e increíble.

Este sonrió con suavidad para después sentarse junto al menor. Itadori aún no entendía muy bien el porqué ese chico se había sentado junto a él en esa clase, cuando seguramente no era una clase de las que él tomaba ya que no se encontraban estudiando para lo mismo. Pero le dejo de tomar importancia solo para poder prestarle la mayor atención a la clase, ya que estaba indignado por no haber podido presentarse a su primera clase del día. Era la primera clase desde que entró a la universidad que se había saltado o perdido mejor dicho.

La clase transcurrió como normalmente, al terminar todos se levantaron de sus asientos mientras tomaban sus pertenencias para después poder salir de allí. Itadori hizo lo mismo escuchando los movimientos del chico junto a él que hacía lo mismo.

Notó como varias chicas se le acercaban con nerviosismo y emoción al mismo tiempo para entregarle cartas y algunas cajas donde contenían comida posiblemente preparadas por parte de ellas mismas. El mayor solo aceptó las cartas sonriendo levemente, pero rechazó la comida diciendo que solo podía comer lo que le preparaban en su hogar. Estás simplemente le sonrieron con emoción al solo ver que este había aceptado las cartas. Se alejaron para dejarlo solo. El mayor notó como Itadori pasaba por un lado suyo para irse de allí. Lo tomó del brazo con suavidad para tomar su atención. Este lo volteó a ver al instante con confusión.

—¿Te gustaría que saliéramos a comer algo rico? -preguntó el mayor sonriente.

Itadori sintió emoción al escuchar que ese chico le pedía que fueran a comer juntos. Asintió rápidamente sonriente.

El mayor guardo las cartas en uno de los bolsillos de su mochila para después prestarle la atención debida al menor y comenzaron a caminar juntos hasta la salida del enorme edificio.

Fueron hasta el estacionamiento después de haber recibido muchísimas miradas por todas las personas que conocían desde siempre al mayor Sukuna popular junto a ese chico que casi ningún estudiante conocía. Les parecía extraño ver al mayor junto a ese chico, ya que él normalmente simplemente se juntaba con su pequeño grupo de cuatro personas y nada más. Pero ahora estaba junto a ese pequeño chico en vez de como normalmente con su grupo pequeño de amigos. Entraron al automóvil y después el mayor condujo hacia un restaurante al parecer muy lujoso con tan sólo de verlo por fuera, y al entrar era mucho más lujoso de lo que pensó el menor. Tragó saliva, en realidad dudaba que lo único que Gojo le prestó por ese día le alcanzaría para comer algo del menú de allí con el simple hecho de ver a su al rededor, en realidad se entra muy incómodo al estar allí sabiendo que no pertenecía a un lugar así de costoso.

—Puedes pedir lo que tú quieras, yo invito -le sonrió amablemente el mayor mientras mantenía su vista en el menú frente a él ojeándolo con lentitud.

El menor se sintió algo más tranquilo al saber que él no tendría que pagar. Trató de buscar lo menos caro del menú. El mesero los atendió, escuchó lo que el mayor frente a él ordenó con un nombre muy extraño, mientras tanto él simplemente pidió una sopa desabrida al parecer.

—¿Cual es tu nombre? -preguntó el mayor con "curiosidad" ya que en realidad lo sabía de sobra.

—Soy Itadori Yuuji -se presentó el menor después de limpiar con suavidad el residuo de sopa que se notaba en sus labios después de haberla probado. En realidad eso era solo un aperitivo, por eso el hecho de que no fue tan costoso como todo lo demás. —Pero mis amigos me llaman Itadori -contó el menor.

Sukuna sonrió. —¿Podría llamarte de esa forma también yo? -preguntó con emoción el mayor.

El menor asintió tiernamente mientras continuaba con su comida. El mayor comió también de lo que se había ordenado. Aveces veía al menor frente a él de reojo para simplemente ver el porqué de el interés de Gojo Satoru por ese chico. Debía admitir que tenía su propio toque único de hermosura, pero nada en comparación a su propio atractivo. No entendía porque Gojo lo cambiaría por ese chico que se notaba a rebosar que no tenía ni donde caerse muerto.

Cuando el menor volteaba a verlo él simplemente fingía una sonrisa, engañándolo por completo ya que este le devolvía una sonrisa muy tierna y sincera. Lograba hacerlo sentirse mal por el hecho de recordar que simplemente lo usaría sin más, en realidad no le importaba en lo más mínimo lo que pudiera causarle, simplemente quería alejarlo del lado de su crush.

...

Ya habían pasado varias semanas desde que Itadori y Sukuna se habían conocido. El menor de los dos estaba más que ilusionado con el mayor que lo trataba tan amablemente y bueno. Mientras que el mayor simplemente fingía por completo. Itadori no había tenido la oportunidad de volver a visitar el bar de Gojo, en realidad ya lo había sacado de su mente desde que conoció a Ryomen Sukuna. Sentía que podrían llegar a ser algo más que amigos, eso esperaba ya que con el poco tiempo que llevaban conociéndose ya estaba más que feliz junto a él, y podía notar a su parecer que el mayor se sentía de igual forma.

Mientras tanto Gojo que no entendía el hecho del porqué su hermoso chico pequeño que lo mantenía más que con curiosidad por poder conocerlo mucho más no se había pasado ni una sola vez por su bar después de aquel día en que lo dejó en su escuela, también le causaba intriga el porqué del cual Sukuna también había dejado de ir al bar. Le parecía demasiado extraño ya que normalmente este estaba allí a diario solo para molestarlo diciéndole que debía salir con él si o si y ese tipo de cosas.