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—¿Itadori? ¿Estás dormido? -preguntó Gojo tocándolo con su dedo índice en su cabeza. Al parecer se había quedado dormido cuando este se fue al baño a lavarse las manos. Notó como unos cabellos rebeldes cubrían su frente, los alejó con suavidad para ponerlos detrás de su oreja. Sonrió levemente viendo al hermoso ángel frente a él.

Mierda, ¿ahora como lo llevaría de vuelta a su casa? Ya no recordaba en donde era, aunque más quisiera recordarlo simplemente lo había olvidado aunque fuera hace unos días que lo llevó de regreso a su casa.

Por la puerta entró el chico que cubriría su turno, ya que el suyo ya había terminado. —¿Que tal Lacus? -saludó cortésmente el peliblanco.

El menor sonrió deslumbrándolos con su perfecta sonrisa. René lo abrazó con suavidad. Ellos si eran más cercanos, ya que pasaban más tiempo juntos que ellos con Gojo, ya que además de trabajar allí medio tiempo también estudiaban juntos, carreras distintas pero en la misma universidad.

—¿Que quiere que hagamos con ese cliente? -preguntó René acercándose frente al menor que dormía.

—¿Lo despertamos? -preguntó Lacus mientras se amarraba con dificultad el delantal, René le brindó su ayuda.

Gojo negó varias veces. —Yo me encargaré de él -les avisó. Se deshizo de su delantal dejándolo en el mismo lugar de siempre. Tomó su mochila, la colocó en sus hombros y después rodeó la barra para acercarse al menor. Estaba por cargarlo en sus brazos, hasta que sintió una mano tocándole el hombro. Volteó por encima de este, detrás suyo estaba nada más y nada menos que Ryomen Sukuna. El mayor bufó con suavidad mirándolo.

—¿Que ocurre Sukuna? -preguntó.

—¿Podemos ir a cenar juntos? -preguntó con emoción el menor. —Yo invito -sonrió levemente.

Gojo negó. —Tengo planes -le mintió.

Notó decepción en la expresión del menor. ¿Después de todo Sukuna no era un tipo malo cierto? Con tan solo aceptar cenar una sola vez con él no significará nada. Le revolvió el cabello con suavidad. —Otro día comemos juntos, ¿de acuerdo? -le apretó con suavidad su mejilla.

El menor se sonrojó al instante, para asentir varias veces con emoción. Al menos había aceptado para otro día, con eso estaba satisfecho. Pero no olvidaría ese momento en que notó que ese Itadori Yuuji le robaba a su crush.

Vio cómo el mayor cargaba en sus brazos al menor de la butaca que estaba más que dormido. Frunció el ceño mientras estaba cruzado de brazos.

La mayoría de los presentes allí que conocían al dueño del bar miraron esa escena con asombro, ya que era la primera vez que este interactuaba de esa forma con un chico. Unos estaban celosos de ese chico, envidiándolo y queriendo ser el, ya que muchos estaban atraídos por el atractivo joven CEO Gojo Satoru.

Pero el que más sentía celos y envidia a rebosar era el mismísimo Ryomen Sukuna, no le perdonaría jamás a Itadori Yuuji el hecho de querer robarle a su crush de hace tiempo. 

Mientras tanto Gojo que se encontraba cargando con cuidado al menor en sus brazos caminaba por el estacionamiento buscando su automóvil. Al llegar a este le quitó el seguro con su llave, rodeó el auto, abrió a como pudo la puerta del copiloto y metió el al menor con cuidado para que no se golpeara la cabeza al entrar, lo sentó allí abrochándole el cinturón, sonrió al ver cómo este no se despertaba con nada. Volvió a rodear el auto para entrar de su lado. Encendió el motor del automóvil para comenzar a conducir hacia su propia casa.

El camino fue un poco largo y que el tráfico a esa hora era mucho. Se estacionó en el estacionamiento subterráneo del edificio. Salió del automóvil con Itadori en brazos después de haber apagado el motor del auto y colocándole seguro.

Camino lentamente con él por el estacionamiento hasta llegar a la entrada, presionar el botón del ascensor y esperar a que este llegara. Este se abrió varios segundos después con gente dentro, viendo de reojo y curiosidad la escena que presenciaron al salir. Gojo le tomó poca importancia, entró cuando estos salieron, presionó el número de su piso y comenzó a esperar a que el ascensor llegara rápidamente.

Salieron de este después de varios cortos minutos, caminó por el enorme y largo pasillo de ese piso hasta llegar a su departamento. A como pudo tratando de no dejar caer al menor colocó su huella para abrir la puerta, entraron varios minutos después de estar intentando.

Camino aún con Itadori en sus brazos hasta su habitación, se arrodilló en la cama acomodando con suavidad el cuerpo del menor en el medio de la inmensa cama. Notó como este se removía por varios segundos, tratando de encontrar su mejor lado para dormir. Se recostó de lado con las piernas estiradas quedándose quieto. Mientras el mayor seguía mirándolo dulcemente, él era una persona completamente tierna a los ojos de Gojo Satoru. Se deshizo de los zapatos del menor con suavidad dejándolos en el suelo sin hacer mucho ruido. Pensó en deshacerse de su chaqueta para que no durmiera tan incomodo, pero decidió que lo mejor sería dejarlo así ya que si lo intentaba posiblemente terminaría despertándolo. Notó la expresión suave del menor que tenía una media sonrisa en sus labios cuando el mayor le colocó la sábana hasta el cuello para cubrirlo y que no tuviera frío por la noche. Se acercó suavemente a él, dejándole un corto beso en la frente.

—Descansa Itadori-kun -le susurró aún cerca.

Se separó después de varios segundos de contemplarlo más. Salió de la habitación dejándolo allí solo en la oscuridad y comodidad de allí. Para dirigirse a una de las habitaciones de invitados del departamento, se ducho en el baño de allí y después cenó fruta para después dormirse plácidamente con una sonrisa en el rostro al sólo saber el simple hecho de que el menor se encontraba allí en su casa.

Love with flaws; GoYuu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora