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Itadori despertó temprano por la mañana gracias al sonido de su alarma sonando con fuerza. Se levantó de su cama para colocarse sus sandalias y dirigirse al baño a tomar una ducha. Al terminar se vistió y bajó las escaleras para dirigirse a la cocina y desayunar algo rápido antes de irse.

Se encontró con su padre preparando algo para desayunar, y el hombre cocinaba desde que la madre del menor había fallecido hace algunos años de una cruel enfermedad sin cura.

—Buenos días papá -saludó el menor mientras se sentaba en la butaca de la barra de la cocina.

El hombre volteó su mirada a su hijo mientras llevaba en sus manos el plato de comida hasta el menor. —Buenos días hijo, ¿dormiste bien? -preguntó con amabilidad.

El menor asintió para después comenzar a comer del plato que su padre le había preparado. Sintió la mirada fija de su padre en el, alzó su mirada del plato para ver a su padre. Su expresión era diferente a lo usual, le parecía algo extraño en como este lo miraba. —¿Ocurre algo? -preguntó después de tragar la cucharada de arroz que se llevó a la boca y luego comenzar a beber un vaso de agua.

—No lo sé, dímelo tú -sugirió el hombre cruzándose de brazos mientras continuaba viéndolo.

Itadori estaba muy confundido sin entender a lo que su padre se refería así que continuó callado mientras seguía comiendo.

—Yuuji sabes que puedes contar conmigo para lo que sea -mencionó el hombre levantándose para dejar su plato vacío en el lavavajillas.

—No se de lo que hablas -dijo sin más aún sin comprender.

—Sobre ti -respondió el pelinegro mientras encendía el lavavajillas.

Itadori se tensó, ¿acaso habrá visto el video ya? -se preguntó para sus adentros. Tosió varias veces para terminar por tomarse el vaso de agua.

El menor se levantó con el plato vacío en sus manos y el vaso para dejarlos donde se debían lavar. —Me tengo que ir ya a clase -mencionó el chico para reverenciar y alejarse de la cocina.

—De acuerdo, ten un buen día -se despidió de él.

...

Gojo se removió en su mismo lugar al despertarse por la luz del sol entrando por el inmenso ventanal sintiendo los brazos de alguien rodeando su cintura. Volteó su cuerpo para verlo, Ichinose se abrazaba a él con suavidad mientras seguía durmiendo con encanto.

Gojo trató de soltarse del agarre con cuidado tratando de no despertarlo. Pero fue inútil, ya este había abierto sus dos ojos cuando sintió los movimientos a su lado. Lo soltó rápidamente avergonzado.

—Buenos días Gojo -saludó incorporándose en la cama.

El menor hizo lo mismo. —Buenos días. -se levantó de la cama para colocarse sus zapatos. Pero se detuvo en seco sentándose en la orilla de la cama. El mayor lo veía desde donde se encontraba. —¿Puedo ducharme? -preguntó el peliblanco con curiosidad.

—Claro adelante -se levantó de la cama para caminar hacia su inmenso closet, que en realidad era una habitación entera y después le entregó una toalla nueva blanca.

Gojo la tomó asintiendo y después entró al baño a ducharse.

Después de que los dos estuvieron aseados se sentaron a disfrutar de la comida a domicilio que el mayor había ordenado, de su restaurante favorito japonés de la ciudad.

El timbre de la inmensa casa comenzó a sonar, Guren se levantó con flojera de su asiento mientras maldecía en cantones por el hecho de que alguien lo interrumpía en su tranquilo tiempo de desayuno.

Se fijó por la cámara de seguridad notando a la persona menos esperada en la puerta de entrada de la casa. Se puso nervioso de golpe sin saber cómo reaccionar o que hacer en ese momento. Estuvo a punto de hablar por el intercomunicador y dejarlo entrar, hasta que recordó a Gojo Satoru el atractivo CEO que estaba en su casa desayunando con el cabello mojado y sin camisa.

—¿Shinya? -habló presionando un botón.

El chico alzó su mirada a la cámara de seguridad con una tierna sonrisa en sus labios. —¿Puedo pasar? -preguntó el menor.

Guren estuvo apunto de acceder, pero volvió a recordar a Gojo. ¿Que debía hacer? No es como si Shinya fuera a ponerse celoso por el hecho de encontrar a un tipo guapo en su casa, porque pues el no era homosexual. Pero tampoco le gustaba el hecho de pensar en Shinya mal pensando la situación.

—Dame unos segundos es que acabo de salir del baño -no mintió del todo ya que su cabello aún seguía algo húmedo.

Dejó de presionar el botón y salió corriendo de vuelta a donde se encontraba su invitado disfrutando de la comida ya que hasta notó como terminaba lamiendo su dedo. Guren rió al ver la escena, le parecía tierno ver las expresiones del chico mientras comía. —No quiero sonar grosero, pero debes irte ya -le contó el mayor mientras se acercaba a la mesa para tomar la mochila del chico y brindársela.

—Adivinaré -dejó de lado su bandeja con comida. —El chico que te gusta está afuera esperando a que lo dejes entrar -rió Gojo levantándose para tomar la bandeja y taparla, obviamente se llevaría esa exquisita comida para terminar por disfrutarla en su casa.

Guren lo miró sorprendido al escuchar como este acertaba, rieron al unísono. —Espero salir contigo alguna otra vez -admitió el menor mientras veía al chico colocarse la mochila sobre un hombro.

—Por supuesto que si -le entregó un pedazo de papel mal arrancado de su mochila. El mayor lo tomó notando que en este estaba escrito el número del chico, sonrió y después se despidieron. Lo acompaño hasta la salida de la parte de detrás de su casa y lo vio irse caminando por allí. Regresó a la entrada con rapidez y de inmediato abrió el portón para dejar pasar al menor.

...

Itadori se sentía más extraño de lo normal, todos lo veían a cada paso que daba por los pasillos de las enormes instalaciones de la universidad, así que trataba de esconderse con la propia gorra que llevaba sobre la cabeza y apretaba con fuerza los extremos de la mochila que estaba colgada en su espalda.

Chocó con alguien que se levantó al instante en cuanto lo vio, lo miró de una manera extraña y después le acercó su móvil a la cara mostrándole un video allí. —¿Eres el mismo de este segundo video no es así? -preguntó este. Itadori fijó su mirada en el video y notó a Sukuna nuevamente allí.

—Ese chico y tu, ¿realmente están saliendo? -le preguntaron.

El mayor negó repetitivamente. —Claro que no, no soy un jodido homosexual como el -soltó de golpe el mayor con un tono de voz seco. Después volteó a ver fijamente a la cámara que lo estaba grabando. —¿Acaso crees que me fijaría en alguien como tu? -rió sarcásticamente y después cubrió la cámara con su mano dando por finalizado el video.

Fue en ese momento que el menor quiso correr lejos y esconderse en cualquier otro lugar fuera de allí; ahora sabía la razón por la cual las constantes miradas hacia él no se detenían desde la mañana en que llegó.

El chico al notar la expresión del menor no supo que hacer así que simplemente se fue mirándolo desagradablemente.

El menor siguió caminando para irse de allí lo más pronto posible, sintiendo las miradas y escuchando los murmullos sobre el, solo quería que lo dejaran en paz. Caminaba a paso rápido cabizbajo hasta que chocó con el cuerpo de alguien más.

Alzó su mirada encontrándose con la persona menos esperada allí en ese momento, ¿que haría él allí a horas tan tempranas del día?

Love with flaws; GoYuu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora