Camino al Este

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Orofel emprendía su nuevo camino al Este, siguiendo las instrucciones que se le habían dado en la torre de Orthanc dónde la voluntad que sintió al tocar la palantir que a priori había dañado la mente del líder de los Istaris, le había revelado el plan del enemigo de los pueblos libres de la tierra media y Orofel cegado por su ambición y por las constantes derrotas que había sufrido su pueblo, tomo la decisión de seguir el camino que dicha voluntad había preparado para él, y este camino estaba hacía el Este, en gran bosque negro en las ruinas de la fortaleza de Dol Guldur dónde antaño el señor oscuro había sido expulsado por el concilió blanco encabezado por Saruman y cuya fortaleza había sido destruida por la dama Lorien, pero aun así dicha voluntad conducía a Orofel hacia las ruinas de esta fortaleza, así pues por la mente de Orofel con forme se acercaba perdía todo tipo de duda sobre lo que hacía y el amor que profesaba hacía su hermano Asufel y su mentor Theodred se desvanecía, teniendo un objetivo claro en lo que debía hacer, el cual era seguir hasta llegar al gran bosque negro.

Dicho trayecto no iba a ser una tarea sencilla puesto a qué Orofel desconocía la ubicación de Dol Guldur y dicho bosque en el cual se encontraba era más peligroso que el bosque de Fangorn, puesto que el simple aire del bosque podía confundir tu mente y hacerte perder el rumbo que deseas, por ende la voluntad de los que osaran entrar a dicho bosque debía ser fuerte y sin temor alguno a lo que se pudiese entrar allí, además de que no solo el aire esa peligroso, el agua podía hacerte perder el conocimiento si llegabas a tocarla pero lo que más preocupaba a los que se atrevían a entrar a dicho bosque eran las telarañas, gigantescas telarañas que habían invadido el bosque en décadas anteriores, estas enormes bestias que habían aterrorizado hasta al más valiente habían sido mantenidas a raya gracias al poder de los elfos Silvanos del bosque, cuyo reino gobernado por el alto rey elfo Thranduil había pagado con la sangre de sus guerreros a manos de estás arañas gigantescas. Y era aquí donde Orofel sin tener claro el camino, debía entrar y encontrar la fortaleza de Dol Guldur.

Días de largas cabalgatas pasaron antes de que Orofel llegará al sobrio bosque, en el cual su caballo se negaba rotundamente a entrar, tanto así que desobedeció las órdenes de Orofel y tras un fuerte relincho, el cabello levanto sus dos patas delanteras tirando a Orofel de su lomo y huyendo despavorido de dicho lugar, Orofel no tardó en levantarse y darse cuenta que todo su equipo y provisiones se encontraba en el caballo, así pues solo contaba con su espada y voluntad de seguir adelante, pero el panorama no era muy alentador, pues aunque el sol brillaba con gran fuerza, el interior del bosque se vía oscuro y denso, además de no escucharse el ruido de ningún animal, era un silencio que hacía temer lo peor, pero aun así Orofel desenvaino su espada y dijo:

Yo Orofel hijo de Rohan entro al gran bosque negro en búsqueda de la gloria y pagará con sangre aquél que se atreva a impedirlo.

Después de decir tales palabras levantó su espada y entro al bosque sin importar las advertencias que sentía en su cuerpo pues todos sus instintos le decían que nada bueno podría entrar en tal oscuridad, pues el bosque estaba enfermo y la maldad se había apoderado de gran parte de él, pero aun así la voluntad de Orofel y el deseo de poder, pudo más que el miedo que sentía hacía tal adversidad a la que se enfrentaría. Nada más entrar se dio cuenta de la presencia de Orcos de las colinas, los cuales parecían están preparando algo pues llevaban gran prisa en su marcha, así pues, Orofel dedujo que iban a la fortaleza por lo cual iba a seguirlos cautelosamente.

Después de horas de caminata la mente de Orofel empezaba a confundirlo, tenía mareo, se sentía sediento y empezaba a escuchar todo tipo de ruidos que perturbaban su concentración, Orofel no podía seguir por más tiempo a los Orcos ya que su mente y su cuerpo le estaba empezando a jugar en su contra, por lo que Orofel se vio obligado a parar su marcha y recostarse por un momento, pero esto no lo haría sino en un lugar que considerase mínimamente seguro, por lo que decidió subir a lo alto de uno de los grandes árboles que se encontraban cerca de él y una vez que había subido, se colocó en una de las enormes ramas del árbol e intento tomar un descanso, pero aun así su mente no estaba centrada ni su cuerpo recuperaba fuerza pues se seguía sintiendo mareado y sin aire, por un momento sintió que iba a perder el conocimiento por lo que en un intento desesperado por mantenerse despierto, tomo su espada y clavo la punta de esta en su hombro, lo cual logro volverlo a centrar un poco pero seguía sin poder respirar, por lo que decidió bajar del árbol y terminar este viaje lo más pronto posible.

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