Viva el Nuevo Rey

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Con la primera luz de la mañana Asufel junto a su hermano Orofel recibieron las últimas órdenes por parte del Rey Théoden, además las algunas provisiones dadas por la dama de Rohan. A Asufel se le entrego la armadura de capitán de la marca junto con una espada larga y recién forjada las cuál lo acompañaría en sus batallas y por último Éomer el hermoso le entregó un cuerno de Rohan como todos los capitanes de la marca tenían y le deseo suerte en esta tarea que le fue asignada.
A las puertas de Cuernavilla se encontraba Orofel montando a Brego el gran caballo negro que antes había sido de Théodred, Orofel estaba callado y no llevaba consigo armadura, ni yelmo, ni mucho menos el escudo, Orofel solo llevaba una larga espada envainada a un costado. Al acercarse su hermano, Orofel lo miro y dijo entre risas:

¿Está listo para partir mi capitán?¿Necesita que le traiga su caballo?

Calla Orofel, dijo Asufel algo angustiado pues él había visto el poder del mago traído y también había visto la gran muralla de Isengard además de la gran torre de Orthanc que se urgía en el medio de la fortaleza, debemos tener cuidado hermano, aún puede el traidor siga con vida y que sus ejércitos se estén multiplicando, debemos ser cautelosos.

No eres muy cauteloso con esa armadura, contesto Orofel, ponte algo más ligero, debemos viajar rápido.

Creo que tienes razón, dijo Asufel, le dejaré mi armadura a Galia, espérame aquí, hermano, ya vuelvo.

Así pues, Asufel dio media vuelva y fue hasta la tienda de Galia, la cual ya estaba despierta y de disponía a cubrir sus tareas del día, que eran reclutamiento y entrenamiento de las nuevas guerreras de Rohan. Al entrar Asufel Galia sorprendida y alerta desenvaino una de sus dagas.

¡Asufel!, Dijo Galia, me has dado un gran susto, creía que ya te habías ido, ¿Qué pasa?

Necesitaba pedirte un favor, contesto Asufel con una sonrisa, primero bajan el cuchillo me pones nervioso y segundo necesito que cuides mi armadura, creo que lo mejor será viajar ligero está vez, dada las circunstancias.

Claro, dijo Galia, déjala y aquí, yo me encargaré de guardarla hasta tu regreso. Pero Asufel yo también necesito un favor.

¿Que necesitas mi querida Galia?, Pregunto Asufel.

Necesito, dijo Galia con voz baja y mirando el suelo, necesito que vuelvas sano y salvo, te necesito a ti Asufel hijo de Nandros.

Sin demora alguna Asufel se va abalanzó sobre ella y al tenerla abrazada, dijo susurrándole al oído:
Siempre volveré a ti, mi querida Galia.

Orofel seguía esperando impaciente pero ahora en la empalizada de Helm la cual estabas reconstruyendo los carpinteros lo cual intereso a Orofel, asi pues se dirijo diciendo:

Mis señores, ¿En cuánto tiempo creen tener lista la empalizada?

Uno de los carpinteros le contesto de inmediato y dijo:

Mi señor Orofel, cómo están las cosas, con la falta de material y mano de obra, tal vez en una semana tengamos lista nuevamente la empalizada.

Entiendo, contesto Orofel, ¿Podrías enseñarme los avances que han logrado hasta ahora?

Por supuesto mi señor, dijo el carpintero, sígame y le enseñaré todo.

Orofel junto al carpintero recorrieron toda la empalizada de Helm en la que el carpintero le detallo paso a paso como iba la reconstrucción, además de como estaban fortaleciendo la empalizada. Orofel impresionado por el gran trabajo que estaba haciendo los constructores los felicito y tras agradecer por el recorrido, dio media vuelta y volvió a buscar a Brego para seguir esperando a Asufel, el cual a la distancia se veía que la estaba llegando a la empalizada.

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