Capitulo Uno: El condenado día

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Tengo cuatro meses luchando por esa personita que crecía en mi vientre, a quien solo le falta dos meses para tener en mis brazos (Me entere de mie estado cuando ya tenía tres meses de embarazo). Estudie economía y es a lo que me dedicaba "Analista económica", luego de graduarme trabaje solo un año de eso porque llego mi sorpresa y tuve que dejarlo.

Planeaba seguir estudiando ya que mis padres me apoyaban en todo momento, pero cuando incumplí dos de sus absurdas pero totalmente exigentes y necesarias normas dejaron de apoyarme y me echaron a la calle, así sin más. Las dos normas que incumplí y me alejaron de mis comodidades de niña rica fueron:

1- Salí embarazada sin saber quién era el padre porque fue producto de una noche de locura, y esto lleva a la otra norma.

2- Me escape a una fiesta. Fiesta en la engendre a mi bebe.

Gran fiesta aquella, recuerdo que mi "amiga" me llevo a un club al que solo asistían hombre adinerados y estos escogían a las mujeres para su diversión, y un hombre ojos verdes llamo mi atención, y solo recuerdo que logre besarme con el... ¿Qué paso después? Ni idea, y eso se lo debo a todo el alcohol ingerido ese día.

Luego de que me echaran a la calle me quede en un motel un tiempo hasta que conseguí un trabajo "estable "a tiempo completo como mesera en una heladería, con lo que logre reunir un poco y pague un pequeño departamento y le compre unas cositas a mi bebe del que lleve siempre su avance haciéndome las ecografías pero nunca quise saber su sexo.

Bueno, pero me despidieron hace dos días porque mi panza abultada me impedía hacer varias cosas y siempre estaba cansada, eso me impidió seguir trabajando; decidí hoy dejar mi orgullo y rencor de un lado e ir a hablar con mis padres.

Me coloque una bata simple color azul cielo y un mono, esto hace ver mi barriga más grande; voy comiendo una galleta que compre camino aquí y detengo mi camino cuando noto que el semáforo está en verde, me dedico a observar el cielo que está un poco nublado hoy dentro de poco lloverá. Noto como cambia el semáforo y cruzo la calle observando el cielo aun y es cuando sucede...

Escucho un claxon y un gran grito pero no puedo hacer más nada, solo siento el gran impacto que me hace volar por los aires y caer de lleno en la calle; todo se vuelve negro y no siento ni escucho más nada.


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Despierto y el resplandor de la habitación me siega, por lo que cierro los ojos de nuevo y los abro lentamente la segunda vez. Estoy en una habitación, con muchos cables conectados a mi (demasiados para mi gusto), tengo una vía; el respirador que está en mi nariz y la máquina que supervisa los latidos de mi corazón. Intento moverme pero me duele todo el cuerpo y suelto un quejido de dolor, llevo mis manos a mi cabeza y noto que está cubierta; y es cuando lo recuerdo. Llevo mis manos a mi vientre y noto que no está abultado como antes.

-¡MI BEBE! ¿¡DONDE ESTA MI BEBE!?- Grito desesperada e intento levantarme pero solo me siento, llegan dos enfermeras vestidas de rojo corriendo.

-Calma señorita, debe estar tranquila. Siéntese- Dice la más joven de estas y ambas me toman por los brazos.

-P-pero m-mi b-beb-be...- Miro a todos lados- Quiero verlo, ¿Dónde está?- les pregunto y ambas se miran con ¿Tristeza?

-Si se vuelve a acostar y promete calmarse le diremos, ¿de acuerdo?- dice la otra enfermera que se ve más adulta y asiento acostándome lentamente.- Karen, ve por la doctora- la más joven asiente y sale rápidamente.

NIÑERA DE LA MAFIA (Novela#5 de la saga Cigüeñas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora