Capitulo Nueve: Primer día.

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Ha pasado una semana desde que Zac expreso sus sentimientos he notado un gran cambio en el, ahora las visitas son mañaneras a mi cuarto donde deja detalles, o simplemente va y luego me envía una foto que me toma dormida. Nuestra convivencia ha mejorado y para mejor pero lo malo es que mis sentimientos cada vez son más fuertes. Antes de ayer (el viernes) nos casamos solo por civil, firmamos los papeles y ya soy Gema Evans de Millers. Fue solo una reunión con sus amigos y amigas que yo ya conocía y Zara (quien fue la testigo). Desde aquel pico no nos hemos dado ni un beso y en la pequeña boda solo fue un pico, más nada.

Hoy domingo acordamos reunirnos para acordar las cosas Zac y yo, pero está reunido en este momento. Me toca esperar a que termine. ¿Los niños? Bastante bien. En este momento están ambos en sus siesta de las tardes y cuando levanten si ya estoy en reunión será luisa quien los atienda (así lo acordamos).

Me encuentro acostada en mi cama observando una serie pero como me aburrí de esta estoy detallando el anillo que me dio Zac, es bastante lindo y se ve costoso. Escucho mi teléfono vibrar y noto que es una llamada entrante.

-*Que?- digo al responder.

-Ya puedes bajar- dice con tono de voz fuerte y asiento.

-ok*- cuelgo y bajo junto a mi celular en la mano y los monitores.

-Luisaaa!- La llamo cuando llego a la cocina y no esta y esta aparece como por arte de magia detrás de mí.

-Aquí estoy gemita.- me sonríe dulcemente.

-Aquí están los monitores bella cualquier cosa me llamas- se los entrego y esta asiente, me coloca una mano en el hombro.

-Mucha suerte- asiento sonriendo y cruzo los dedos alzándolos haciendo reír a Luisa.

Bajo las escaleras del billar y allí encuentro un desastre total de botellas por doquier y basura, paso como puedo entre todo eso para llegar a la puerta de la oficina, cuando llego le doy tres toques y se escucha un "pase". Abro y allí está en idiota sentado en su escritorio, con unos lentes oscuros y ropa normal una camisa gris ajustada y creo que un mono igual ya que está sentado no puedo detallarlo. Me siento en la silla al otro lado del escritorio. Zac me observa por encima de los lentes y deja los papeles que estaba observando en la mesa.

-Que rápido llegaste.

-Ni que me costara mucho llegar aquí- ruedo los ojos y este sonríe de lado.

-Tú y tu ironía siempre gema. Es increíble.

-Si aja como sea.

-Que directa eres, bueno primero tendrás la libertad que quieres siempre y cuando tengas a un guarda espaldas y aún faltan seis meses para que trabajes.

-Yo quiero trabajar ya- cruzo mis brazos y este niega.

-No vas a descuidar a los niños, a ti no te hace falta nada que tenga que ver con dinero.

-Yo lo sé, pero quiero hacer algo extra.- se levanta segando con su dedo índice y se acerca... ¿Nervios donde estaban todo este tiempo? ¡Los extrañe!

-Dije que no señorita, a menos que logres convencerme- me levanto justo cuando llega frente a mí y lo encaro.

-No soy ningún juguete.

-Eso lo sé perfectamente- se quita los lentes dejando ver sus iluminados ojos verdes.- Pero tienes más poder sobre mí del que imaginas.- me toma del mentón y agito la cabeza para que me suelte sin obtener nada.- Y yo sobre ti también tengo mucho poder- Susurra muy cerca de mis labios, en contra de mi voluntad lo empujo lo más fuerte que puedo y lo alejo de mí, me siento en el sofá y este entre risas va a su neverita y saca una botella de vino para servirse y se sienta de nuevo en su lugar.

NIÑERA DE LA MAFIA (Novela#5 de la saga Cigüeñas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora