Capítulo 24: humanidad apagada parte 2

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Atada en la silla con verbena y acónito, sintiendo como quema mi piel. El enojo y la ira aumenta en masas, intentando soltarme, tratando de liberarme, Elijah aprecio con la mirada seria y cuestionó molesta.
—Elijah. ¿Porqué haces esto?
Elijah me mira con tranquilidad y agrega.
—Danica. Perdiste el control, cuando decidiste apagar tu humanidad. Y como mi hermano está de tu lado con no hacer nada, le puse la daga de papa Tunde para detener su insaciable necesidad de destruction.
Lo miro con mirada seria y agregó firme y amenazante.
—Elijah te juro que cuando vuelva mi humanidad, estaré muy molesta contigo.Libérame. Este es tu plan encerarme como una prisionera, por no hacer lo que tú quieres. Libérame y Klaus también.
Suelto una lágrima de la desesperación e un intento de liberarme de esta presión psicológica, Elijah alza una ceja en respuesta y menciona viéndome fijamente.
—Ya veo que sin humanidad, te sigue importando Niklaus. Tal vez hay esperanza para que vuelvas hacer tú de nuevo.
—Qué torturas a Nik a mi por no estar de acuerdo contigo.porque tenemos que estar al margen siempre,Elijah, te volviste un cínico. Si apagar mi humanidad no implica nada. Nada. — replicó molesta con intención de soltarme de la silla pero no logro sintiendo el acónito quemar mi piel lentamente dejando mis muñecas rojas.
Elijah con la mirada seria y agrega preocupado.
—Danica. Enciende tu humanidad de nuevo. Hazlo por tu hija. Hazlo por Niklaus. Vuelve. Tienes una hermana mayor que aún no conoces. Tienes que volver. Puedes hablar conmigo. Danica.
—¡No! ¡Elijah! ¡No voy a encender mi humanidad! ¡No voy a hacer Danica la miserable,no!
Exclamó molesta viendo seria a Elijah con los brazos cruzados viendo mi reacción sale de la habitación dejándome sola atada esperando poderme soltar. No me importaba lo que creía que Elijah era lo correcto, no era lo correcto para mi. Prender mi humanidad no seria una de ellas. ¿Cuál sería el plan de Elijah? ¿Dejarme aquí atada? ¿Un intento de reflexión? Cual esa que sea la respuesta no me interesa en lo más mínimo. No lo haría. Esta guerra psicológica no dejaría que ganara sin luchar haría lo que sea para liberarme de esta batalla, no dejaría que volvieran las emociones de nuevo, menos cuando es lo que menos quiero en este momento. Una lucha contra yo misma.

Pasaron horas hasta ver de nuevo Elijah Mikaelson el que busca la redención familiar a toda costa. La sed de sangre aumenta sintiendo cada vez más hambre, la molestia en el estómago por hambre, la ira porque querer liberarme, y como liberarme para poder comer. La cabeza me punzaba con fuerza, creando un fuerte dolor de cabeza. Cerré los ojos tratando de calmarme para que me soltara a Elijah de alguna manera. Incluso mentir para ser libre era una opción. Pero mi humanidad no volvería.

Elijah regreso con su traje negro con los brazos cruzados viéndome serio esperando a que volviera la antigua Danica Jones. No dije ninguna palabra al respecto en un intento de parecer tranquila aun estando atada a la silla ardiendo por la verbena y el acónito en mi piel, Elijah dio unos pasos acercándose para analizarme y menciona viéndome tranquilo.
—Danica. Es momento que recuperes tu humanidad por Klaus,por Hope, por decisión tuya. Hazlo por tu familia. Eres una de mis mejores amigas y mi familia.
Me quedo muda al respecto y agregó sería.
—No. Elijah. No voy hablar del tema.
Elijah alza una ceja pensativo y agrega calmado.
—Danica. Habla conmigo. Le quitaré la daga a Nik,si ,recuperas tu humanidad. Si no quieres hacer nada y seguir así sin que nada te importe seguirás aquí hasta que de muchas razones para recuperar tu humanidad.
—¡No, Elijah! ¡No! ¡No quiero por favor! —exclamó suplicando en un intento que dejara el tema de lado.

Estar sentada atada sintiendo cuerda dejando entrar el veneno sin poder curarme por completo, por falta de sangre y una recuperación al nivel híbrido, Elijah a un serio se acomodo la corbata negra y agrega firme.
—Danica tienes que volver. Niklaus no sabe que hacer con su dolor y tu evitas recuperar tu humanidad a toda costa, tienen que trabajar juntos, porque yo sé que tú y el están sintiendo lo mismo  sobre su hija. Así que vuelve.
—Elijah, estar demasiado tiempo atada hace que me de hambre, libérame.— mencionó sin importancia a lo que me dijo.
—Danica no puedes evitar lo que sientes o lo que te atormenta, lo tendrás que hablar, estoy intentando que recuperes tu humanidad para recuperar a nuestra familia de todo lo que está pasando.—afirma Elijah seguro.
Elijah respiro hondo para calmarse y agrega firme viéndome.
—¡La familia es poder, Danica. Se lo dije a Niklaus y te lo digo ahora mismo! ¡No voy a rendirme!
—Elijah, no quiero.—suplico viendo a Elijah a los ojos e un intento de calmar la tortura psicológica.

Cada célula y cada parte de mi cuerpo solo quería liberarse de la silla y rompe las malditas cuerdas que me detienen. No importa lo que pase  en un intento de paz y no pensar nada. No quería las emociones de vuelta sería una tortura que no volvería a sufrir, si podía tenerlas apagadas hasta que no molesten, pero eso no se lo dirá a Elijah, ahora, el usuaria eso para traerme de vuelta aún así consiguiendo traer una emoción a mi de nuevo a un que tarde días en lograrlo.

Solo quería que las cosas siguieran sin importarme pero eso empezaba a hacer más difícil, entre más tiempo pasaba sola y con mis pensamientos junto con los argumentos de Elijah todo empezaba estar entre volver hacer yo y intentar cerrar la puerta de mi humanidad de nuevo.

Después de todo Elijah solo trata de mantener a la familia unida aunque eso significa hacer enojar a Nik y a mi en un preciso de que hablemos de lo que nos angustia tanto, respiro hondo ignorando el hecho de estar atada aún y con el hambre aumentando cada vez más. Esto sería una guerra contra yo misma luchando por mantener la humanidad apagada en un intento de no sentir nada de nuevo.

Solo tendría que llevar esto y mantener mi humanidad lo suficiente lejos , ante este intento de volver a hacer Danica Jones, una madre, una novia, una amiga, una huérfana, todo lo demás que tendría que aceptar hasta mi muerte.

Lo única opción era cerrar esa puerta de emociones que no quería que volvieran, no ahora, no ahora.

La chica del Híbrido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora