Capitulo 11

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Izuku seguía que echaba humo y con ganas de matar a golpees a Mineta, pero fue sacado de sus pensamientos al escuchar el sonido de unos aplausos, y al voltear a ver pudo ver que la persona que aplaudía era una de sus entrenadoras en específico la castaña.

Ochaco: Bien bien Deku tomate un descanso y ve a tomar agua.

El peliverde fue hasta sus cosas donde se sentó y comenzó a tomar de su agua, pasando unos segundo pudo tranquilizarse ya no estaba tan enojado, durante ese momento Ochaco estaba organizando los muñecos para el siguiente ejercicio y Momo se acerco a Izuku para revisarle su mano que uso para golpear el saco que quedo hecho trizas, la azabache pudo ver y suspirar de alivio al ver que no tenia ningún hueso roto o fisura, solo tenia su mano un poco afectada por el impacto así que le aplico un ungüento y le vendo la mano.

Después del descanso el entrenamiento siguió ya haciendo uso de las pesas, y así continuo por unas 3 horas donde lo dejaron exhausto pero antes de que se retirarán del gimnasio, ambas mujeres hicieron el conteo final de los castigos que se había ganado, el peliverde llevaba una ligera idea cuantos castigos llevaba en su cuenta para él a lo mucho tendría 5, pero cuando las mujeres que el tenia 10 le sorprendió mucho ya que eso significaba que se había equivocado el doble de veces y la mitad no se había enterado.

Izuku: Chicas por que 10, si no mal recuerdo solo falle 5 o 6 veces...

Ochaco: Acaso ya olvidaste el saco de box explotado, ese conto como doble.

Momo: Y también estamos contando cada grosería que dijiste jovencito, realmente tenemos que lavarte esa boca.

El peliverde solo pudo recordar la manera en que se expresó, él iba a hablar para decir que si actuó de tal manera fue por su coraje pero pudo ver la mirada de sus entrenadoras que prácticamente le decían que si habría la boca, él saldría perdiendo y claro ellas tendría razón, si se imagina en una situación donde este peleando con algún villano él no puede simplemente perder la cabeza al enojarse, eso le podría costar su vida y la vida de todos los ciudadanos. Así que solo agacho la cabeza en signo de rendición y a la espera de que tipo de castigo tendría que hacer.

Izuku: Perdón chicas no volverá a pasar, ya me pueden decir que castigo tendré que hacer.

Ante eso, ambas mujeres hicieron su típico team back para pensar en cual seria la mejor manera de hacer uso de esos castigos, podría obligarlo a darles masajes, obligarlo a decir la verdad ante su ligero interrogatorio, pero ambas llegaron a una mejor conclusión.

Momo: Bien por el momento es hora de que tomes una ducha, relajes tu cuerpo y cenaremos...

Ochaco: Aja, pero los castigos te lo aplicaremos en el mejor momento que veamos, así que no te preocupes nosotras te avisaremos...

Y de esa forma termino la primera sesión de su entrenamiento. Izuku ya se encontraba saliendo de su ducha que tomo, su cuerpo lo sentía un poco pesado, pero al parecer todavía tenía energía suficiente para un poco de practica nocturna de sus movimientos especiales, pero tal idea fue desechada al recibir la orden directa de que no hiciera ejercicio de más ya que el entrenamiento que ellas le estarían aplicando no cumpliría con sus metas si el llegase a sobre esforzarse. Así el peliverde llego a la sala común donde pudo ver otra vez a sus dos novias en la cocina preparando la cena. Ellas le indicaron que no necesitaban de su ayuda ya que se encargarían de todo, así que lo mandaron a uno de los sillones para que viera TV mientras salía la cena.

Luego de un rato la cena estaba lista y servida, la cena trascurrió normalmente salvo por el detalle que ambas mujeres le insistieron en que el se tomara un gran licuado de color rojo ambas indicaron que tal licuado era para que él se pudiera recuperar más rápido y que le daría bastante energía para el siguiente día.

Compartiendo su felicidad (otra vez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora