capitulo 26

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Una pequeña mentira


No sabía expresar el sabor de sus labios.

Menta, vainilla joder no lo sé pero sabe muy bien.

Con torpeza le correspondí el beso.

Nunca en la vida había besado a alguien, y jamás pensé que sería con una persona que no conocía más que su nombre.

Ambas manos bajaron a mis caderas, sentí donde se tuvo que agachar para profundizar el beso.me pego más a él. Por instinto mis manos las envolví en su cuello, acaricie su cabello. Tan suave.

Y lo acerque más a mí.

No separamos debido a que nos faltaba aire pegamos nuestras frentes intentando regular nuestras respiraciones, sus mejillas estaban sonrojadas, y sus labios muy rojas.

Cerró sus ojos.

-joder eso estuvo bien.-susurro aun sin apartarse, sentí su aliento chocar con mi boca.

Separo lentamente sus manos de mi cadera, y yo separe mis manos de su cuello.

Que vergüenza.

-se fue el idiota-murmuro mientras miraba detrás de mí.

-ahora sí, creo que se lo creyó.-sonrió de lado.-tú, me debes algo, te di algo muy sagrado de mí.

Rodé los ojos.

Uyy si yo perdí mi primer beso con un desconocido. debía decir eso yo.

-no creo que ese fuera tu primer beso-negó

-no pero, mis besos no se los doy a cualquiera-solté una pequeña risita burlona.

-okay que quieres a cambio-me miro fijamente. Que mirada tan más profunda.

-¿de qué grupo eres?

-¿Qué?

-¿de qué grupo eres?

Ahora quiere saber de mí para matarme.

-305-asintio

-yo soy 303-de donde va esto.

-bueno que quieres.

-mañana te lo diré- camino pasándome de largo.

-¿y porque no ahora?

-no sé lo que quiero, lo pensare, mañana te digo-sonó el timbre anunciando el fin de descanso.- por cierto me llamo Kang Daniel.-sonrió de lado - por cierto me llamo Kang Daniel.-sonrió de lado y me guiño el ojo.

Lo vi alejarse mientras me quedaba en medio de la cancha vacía.

°°°

No pude pegar el ojo durante la noche me encuentro totalmente  nerviosa. Había creado un montón de ideas que podrían ayudarme si el no accedía a ser mi novio falso. Porque estoy segura que ahora en adelante lo tengo que tener más que cerca.

Seguramente todos me miran, por que debo de tener unas ojeras de mapache, ya que no pude dormir bien.

Me senté en mi banca totalmente somnolienta.

Me acomode en el mango de mi banco, cheque la hora. Todavía falta 15 minutos para que comience la clase. Puedo dormir un ratito. Recosté la cabeza en mis brazos que se encontraban apoyados en el mango del banco y cerré los ojos.

No entendían cuál era su problema todos se encuentran murmurando, intente concentrarme. Pero las voces de mis compañeros no me permitían dormir.

Desde el principioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora