60: Secretos a la luz

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- ¿Entonces dices que todos están vivos? - preguntó Dumbledore y Snape asintió para seguir contándole todo.

Isabella solo tomaba su té en silencio, estaba pensando, hace horas estaba pensando, tenía ganas de seguir llorando pero ya no tenía lágrimas por tanto llorar.

- ¿Y dónde están ellos? - Preguntó Dumbledore y la castaña dejó su taza sobre la mesa

- No sé de qué servirá que usted lo sepa todo, Señor, pero tengo cosas más importantes que tratar, Bellatrix Lestrange es ahora mano derecha de Voldemort y esto no me conviene, por lo cual debo ser rápida y astuta para..- Comenzó a decir Isabella pero fue interrumpida por el anciano de barba larga

- Yo sé cuáles son los horocrux, donde encontrarlos y como destruirlos - La interrumpió Dumbledore y ella abrió sus ojos sorprendida.

- ¿Enserio?, Dígame por favor - Pidió desesperada y el anciano le sonrió cálidamente

- Claro que te los diré, pero primero come un poco, tu Elfina está preocupada, llegó a mi de inmediato cuando Severus apenas me pidió que lo visitará - Dijo y la castaña miró a Winky, quien la miraba desde el rincón de la habitación con angustia y preocupación

- L-lo lamento, Winky, no quise preocuparte, solo...solo pensaba, comeré si eso te hace feliz - Dijo Isabella abrazando cortamente a su pequeña amiga, quien sonrió para tronar sus dedos apareciendo mucha comida

- A Winky le haría muy feliz que si ama comiera y estuviera bien de salud - Dijo la Elfina y la ojiazul sonrió para comer un poco acompañada de los otros tres

Comieron y cuando estuvieron apunto de hablar sobre horocruxes alguien llamó a la puerta, enseguida Dumbledore se ocultó y Snape simuló leer un libro de pociones, Mientras Isabella abría la puerta y Winky estaba atenta a cualquier peligro, no quería que dañaran a su ama otra vez, si la vez pasada la dañaron y ella no hizo nada fue porque su ama lo quiso así, pero ahora actuaría con rapidez antes de que su ama pudiera detenerla.

- Bella..- Dijo Draco una vez que ella abrió y pudo verla deplorable - Y-yo..no sabes cuánto lo si..- Comenzó a decir pero fue interrumpido

- Vete de aquí, Malfoy, no hay nada que quiera de ti, terminamos y no quiero saber nada de mi, como tú tampoco de mi - Dijo Isabella para cerrarle la puerta en la cara. Sentía sus ojos arder pero no lloraría, no por alguien que no merecía sus lágrimas - Señor Snape, si insiste, ¿Podría botarlo? - Pidió suplicante para irse sin más hacia su habitación con rapidez.

Allí se derrumbó en llanto, cerrando sus ojos con fuerza, le dolía toda esa situacion.

- Ah, el amor joven - Dijo alguien y ahí Isabella pudo darse cuenta de que Dumbledore estaba allí mirandola - Todo es risas, llantos, sonrisas y lágrimas, es muy cambiante...pero cuando se quiere en verdad no importa lo mal que se pasa sino lo bueno..- Dicho eso el mayor se sentó a su lado

- Y-yo.. debí haberme enamorado de Cédric, el me gustaba y el aún está enamorado de mi, me trata de maravilla apesar de todo...pe-pero no, M-me fuí a enamorar de ese rubio idiota - Masculló Isabella molesta consigo misma

- Por algo debió ser, ¿O me equivoco? - Interrogó Dumbledore con diversión y ella lo miró un momento

- Tal vez su forma tan arrogante y odiosa me enamoró, o simplemente lo coqueto y tierno que podía ser solo conmigo..siempre apesar de que nos odiabamos él me trataba diferente a como trata a Harry - Dijo recordando a Draco

- De hecho nunca te odio..- Dijo él y ella lo miró confundida - Estaba en la estación de trenes cuando lo observé verte por primera vez, parecía prendado por ti, hipnotizado viendo como tú mirabas todo con fascinación, incluso estaba dispuesto a acercarse a ti.. pero el agarre en su hombro de parte de su padre junto a unas palabras fueron lo que hicieron que desistiera de su idea inicial - Dijo y ella frunció el entrecejo recordando.

Mi Hermosa Sangre Sucia [ Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora