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Pasaron dos dias desde que (1) conoció a Yato, conserva su tarjeta, piensa en llamarlo para pedirle una explicación sobre esas criaturas.

—(1), ¿vamos a la azotea a comer?—preguntó su amiga Yumi con el obento en mano.

—Vamos (1), estas muy distraída últimamente— comentó su otra amiga Mizuki.

—Está bien, vamos —dijo simplemente y se dirigieron a la azotea.

(1) estaba despistada comiendo su almuerzo con la mirada perdida.

—¿Que le pasa?—preguntó Mizuki.

Yumi miró a la anterior y se encogió de hombros, ambas miraron a (1).

A la salida vio a la chica gato.

—Hiyori— dijo ella al verla.

—(1), hola— sonrió.

—Hola—dijo ella haciendo una reverencia.

—¿Como supiste que venia a esta escuela?—preguntó (1) mientras comenzaban a caminar.

—Ésta mañana te vi, así que supe que tu escuela está a unas cuadras de la mía.

—Oh, ya veo — dijo mirando el suelo. Pasó un silencio incómodo ella lo rompió —. Sobre Yato, ¿de verdad es un Dios? -

—Si, él puede ser terco, también puede ser muy infantil y puede vestirse mal, pero es bueno

—Me quedé con duda con esa criatura— dijo ella.

—Ven conmigo, ahora voy a visitar a Yato, Yukine y a otros dos amigos, le preguntas a Yato tus dudas y conoces a mis amigos —propuso Hiyorin.

—Okay—aceptó (1) sonriendo.

Ambas chicas comenzaron su caminata hacia la casa de Kofuku y Daikoku. Intercambiaron números de teléfono y se conocieron entre ellas.

Al llegar, Kofuku se lanzó a los brazos de Hiyori.

—Hola Kofuku —dijo Hiyori acariciando la cabeza a la pelirosa.

—Hiyori— dijo Yato3Hay onigiris, ven a comer —dijo y fijó su mirada en (1).

—Tú eres la chica de la otra noche—dijo señalando a la chica con sus palitos.

—H-hola —dijo haciendo una leve inclinación.

—(1) Orihura—dijo Yato con una sonrisa.

—S-si.

—Yato, (1) quiere hablar contigo— habló Hiyori sonriendo.

—Bien, ven—dijo indicándole un lugar.

—¿Puede ser a solas?—preguntó la chica, todos la miraron y miraron a Yato con una sonrisa.

—Uh, Yato, me huele a una confesión — dijo Daikoku.

—N-no, no es nada de eso—dijo ella.

—Ah, que modales que tengo, soy Daikoku, y ella Kofuku —dijo señalando a su maestra.

—Un gusto, soy (1) Orihura —dijo dando una leve inclinación.

—Bien, vamos a hablar afuera (1) Orihura —dijo Yato mientras se levantaba.

Ambos salieron hacia afuera y quedaron bajo la sombra de un árbol.

—¿De qué quieres hablar?—preguntó Yato.

—Ah, sobre el monstruo de mucho ojos.

—Ah, eso, es mejor que no lo sepas —dijo nervioso rascando su nuca.

[CONCLUIDO] Enamorada de un Dios [Noragami] »EDITANDO«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora