Aquella chica miraba el dije de la moneda de cinco yenes con una sonrisa, estaba tomando un descanso de leer el libro, lo había dejado abandonado y estaba en la parte final.
—Yato, esta historia me hace acordar mucho a nosotros—susurró acariciando aquel dije con sus dedos.
En la escuela siguió leyendo el libro en los recreos, mientra comía y a veces en educación física.
—Oye (1)-chan ¿no deberías descansar un rato de leer?
—Eh, lo siento, estoy enganchada en la historia—sonrió, en sus ojos se podía aprecia cuan cansados estaban, y sí, la muchacha hasta se había quedado de madrugada leyendo el libro.
(...)
Aquella chica dejó su mochila en el suelo y se tiró a su cama.
—Estoy cansada—gruñó la chica contra el cubrecama.
Sus ojos se cerraron, por fin había terminado el libro y se sentía tan relaja que no pudo evitarlo cerrarlos y descansar como lo merecía.
Sintió una brisa y abrió sus ojos, viendo como su novio leía la contratapa de aquel libro, lo miraba interesado.
—Si quieres te lo presto—dijo sorprendiendo al Dios que dejó el libro de vuelta en su lugar.
—No, al menos no por ahora, ya me veo el final.
Él se sentó a la orilla de la cama, besó los labios de la chica intenso, con necesidad, dejando que sus lenguas recorran la boca ajena. Yato se hizo hacia adelante acostando de nuevo a la chica quedando sobre ella mientras se besaban. Pasaba sus manos por su cintura mientras ella rodeaba su cuello y tironeaba suavemente de su pelo. El calor subía haciendo que Yato se sacara la chamarra y la dejara en el suelo al lado de la cama.
—Espera Yato—dijo mientras él le besaba el cuello dejando rastro de saliva.
—¿Hm?
—Sí vamos a.....ya sabes, hacerlo, necesitamos protección.
—Sí, tienes razón.
Aquella chica caminó hacia el baño, sabía el escondite que tenía su madre para la caja de condones así que sacó dos y volvió a su habitación donde Yato se terminaba de sacar la remera.
La chica le mostró los condones y él sonrió tomando de la cara a su novia y besándola nuevamente.
Ambos eran inexpertos, pero (1) nunca se olvida de las clases de sexualidad, dónde le enseñaron a cómo colocar un preservativo y cómo retirarlo.
—Deja, que yo me encargo de ponerlo—dijo ella.
Colocó el preservativo bajo la mirada curiosa de Yato, sus mejillas se coloreaban a la par de que ponía aquella pequeña bolsa de látex .
—Y-Ya está.
—¿Tus padres no están?
—No, mamá está en el trabajo y papá está de guardia—dijo ella—, estamos solos.
Se besaron una vez más.
—¿Cómo hacemos ésto?—preguntó ella mirando a Yato.
—Así, creo.
La levantó un poco y con ayuda de una mano la colocó en su entrada por donde ella le indicaba, ella comenzó a bajar, gimió de dolor a la vez que sentía que algo se desgarraba y un liquido que corría.
—¿Te duele mucho?—le preguntó el Dios.
—No, por favor Yato, hazme sentir bien.
—Tu deseo ha sido escuchado fuerte y claro.
Comenzó a moverse debajo de ella, ella lo abrazó rasguñando un poco su espalda, mordiendo su labio inferior para no gritar por el dolor. Poco a poco ambos se acostumbraban al cuerpo del otro, sudaban, sus pulsos se sincronizaban y se besaban en medio del coito, se decían lindas palabras y recorrían el cuerpo ajeno con besos y caricias disfrutando de aquel momento mágico y único para ambos.
(...)
—Yato, Yukine.
Aquella chica junto con Hiyori entraron a la casa de Kofuku.
Aquel Dios miró a su chica, una universitaria con un futuro por delante y sin embargo no se olvidó de ellos. Miró a Hiyori, aquella chica gato que todavía le debe un deseo, pero que ella no ha vuelto a reclamar. Sonrió y recibió a ambas chicas con alegría junto con su shinki.
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[CONCLUIDO] Enamorada de un Dios [Noragami] »EDITANDO«
De Todo"¿Quién dijo que los fantasmas son mentiras? ¿Quién lo prueba? ¿Sólo hay un Dios? ¿Hay muchos? ¿Cómo son? Pues, yo lo sé, y te lo puedo explicar, aunque eso vaya en contra de mi fe." #9 en Hiyori [09.05.2018] #29 en Noragami [09.05.2018] #711 en esp...