S e i s

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Yato se levantó al día siguiente, viendo a (1) dormida, con su boca entreabierta (un poco de baba saliendo de ahí) un poco de su pelo sobre la cara y su respiración regular.

-Se ve tan tierna - pensó el Dios mientras acomodada el pelo detrás de su oreja.

Se vistió en sus ropas y salio por la ventana, dio un vistazo a (1) antes de salir.

(...)

-Yato - dijo Yukine viendo a su amo con el ceño fruncido.-¿Dónde estuviste?

-Eso no importa, me voy a duchar - dijo subiendo las escaleras.

(...)

(1) se despertó, frotó su ojo y se estiró. La cama a su lado estaba vacía y la ventana abierta. Se levantó y cerró la misma. Buscó a su alrededor algo que Yato haya dejado, pero nada.

-¿Habré soñado eso anoche?-preguntó ella a la nada.

Ese "te quiero" habrá sido todo un sueño, me gusta Yato ¿Verdad? Este sentimiento que siento es amor ¿No?

-Imposible - dijo ella meneando la cabeza, se cambio en ropas, poniéndose una remera de 3/4 de manga color turquesa y dejando su short de pijama.

Bajó para desayunar y su madre se encontraba leyendo una revista de comesticos.

-Buenas mamá - beso a su madre en el cachete.

-Buenos días hija-dijo ella sin despegar la vista de la revista.

Desayunó un té de tilo y un par de tostadas con manteca. Al terminar ella subió a su pieza y agarró su teléfono. Una llamada perdida de Hiyori apareció al desbloquear el teléfono.

-Hiyori - dijo ella al ver que su amiga descolgó el teléfono.

-Hola (1), ¿Como va?

-Bien, vi la llamada perdida ¿Ocurrió algo?

-No ocurrió nada malo, solo quería preguntarte si querías visitar a Yato y a los demás ¿Puedes?

-Si, ¿A que hora?

-Dentro de una hora en la parada de tren cerca del restaurante. De ahí nos vamos-.

-Perfecto, nos vemos.

-No vemos.

La chica se lavó los dientes y se cambio el short por uno de jean rasgado. Peinó su pelo y preparó su bolso con todo lo necesario y salio camino hacia el restaurante (quedaba un poco lejos y quería ver el lugar).

(...)

-Yato, Hiyori y (1) vendrán dentro de un rato - dijo Yukine.

-Oh. Esta bien - respondió el Dios recordando lo de esa mañana.

Al rato las chicas llegaron. Saludaron y ella y Yato intercambiaron miradas, se sonrojaron.

-Bienvenidos - dijo Daikoku poniendo unos dulces sobre la mesa.

Pasaron la mañana juntos, luego a la tarde el cuarteto de amigos salieron a dar un paseo.

-Yukine, acompáñame a comprar algo para comer - dijo la chica gato tomando la mano del tesoro divino y corriendo dejando solos al Dios y la chica.

-Esperen - dijeron ambos pero ya era tarde, estaban lejos.

-Bien, estamos solos - dijo Yato rascando su nuca.

-Si-dijo (1) mirando sus pies.

-Oye, (1) quería decirte - aclaró su garganta - bueno mejor pedirte si, ¿quieres salir conmigo?

La chica levantó la cabeza hacia el Dios que estaba sonrojado y con una leve sonrisa.

-Yo.....si Yato, quiero salir contigo.

La chica le sonrió después de las palabras y Yato sonrió mostrando sus dientes.

-Gracias, me esforzare.

-¿Para qué? - preguntó ella confundida.

-Para conquistar tu corazón.

-Yato.....esta bien.

-Vamos por los chicos-dijo tomando la mano de la chica y corriendo.

Esa sensación, es nueva, (1) ¿Qué haces? Nadie produjo esto en mi.

(...)

-Qué rico - comento Yukine mientras comía un dulce.

-Si esto es delicioso - apoyó (1) el comentario del rubio.

-(1), ¿Quieres ir de compras al shopping mañana? -preguntó la chica gato mirando a (1).

-Claro-, sonrió.-Ah - se quejó agarrando si cabeza.

-¡(1)!-gritó Yato agarrando a la chica.-¿Dónde?

-Al.....lado del río.

-Yukine, vamos, Hiyori quédate con ella- la nombrada asintió apoyando la cabeza de (1) sobre su regazo acariciando su pelo.

-Bishamon, basta.

-Yato, sabes que no te perdonaré por lo que hiciste.

La chica se levantó agitada.

-¿Estas bien (1)?

-Vamos por los chicos-dijo levantándose y tomando del brazo a la chica.

-Espera, mi cuerpo - dijo Hiyori viendo su cuerpo dormido.

-Va estar bien, vamos.

Las chicas corrieron hacia el río.

-Bishamon - gritó la chica. La rubia miró a la anterior y mató al ayakashi.

-Vamos.

-(1)-dijo Yato agarrando a la chica del brazo.

-Yato - dijo ella abrazando al Dios.-Estaba preocupada.

-Estoy bien.

Una vez que se abrazaron se volvieron a mirar.

-¿Pasó algo con Bishamon?

-Prefiero que de momento no lo sepas - sonrió de modo que tranquilizara a la chica.

-Está bien.

A la noche Hiyori acompaño a (1) a su casa, se saludaron y ella se preparó para ir a dormir. Su celular sonó.

-Yato - dijo ella al descolgar la llamada.

-(1) ¿Quieres ir este fin de semana a algún lado?

Se lo notaba nervioso. Al otro lado de la línea Yato se rascaba su nuca nervioso, al esperar impaciente la respuesta de la chica humana.

-Si Yato, este fin de semana si.

-Gracias.

-Nos vemos.

-Qué descanses (1)

-Gracias tu también.

[CONCLUIDO] Enamorada de un Dios [Noragami] »EDITANDO«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora