LIER (KookMin)

LIE 3

No deje a Jimin solo ni un segundo dentro de mi departamento. No podía. Por suerte contaba con mi nana y  ama de llaves, Martha. Ella no dejo nada que diera a ver que tengo a dos niños viviendo aquí, pero no podía dejar que Jimin  curioseara en los demás cuartos. Así que apenas cayó dormido, gracias a que llegamos de noche, me encargué de guardar fotos, dibujos y todo lo de mis niños para después cerrar con llave sus cuartos. Por suerte aquí nunca hay mucho ya que ellos no paran aquí. El departamento no lo utilizo mucho, solo cuando debo estar muy temprano en el trabajo o cosas así. Normalmente paro en casa, casa que compre después de mi separación, donde vivo con mis hijos.

Ya eran pasado las 2 de la mañana cuando salí de la ducha listo para dormir. Jimin estaba desparramado en mi cama mientras abrazaba mi almohada. Suspirando, deje un beso en su cien y salí hacia el cuarto de invitados. No podía dormir con él sin su permiso.

Ya tirado en la cama, el sueño casi se apoderó de mi cundo mi celular vibro en mi mesa de noche.

Sun Hee 2:15 am

Los niños quieren verte, mañana te los dejo en tu casa para el almuerzo.

Maldije por lo bajo. No podía, no aún. 

JungKook

Pasaré por ellos.

A la mañana siguiente Jimin despertó casi a medio día, yo ya estaba listo para salir, pero verlo recién levantado me daba ganar de quedarme a dormir con él.

- Buenos días- sonrió adormilado.

- Buenas tardes- reí bebiendo un vaso de limonada.- Abrió sus ojos sorprendido buscando un reloj. - Es medio día, Jimin.- me acerque dejando el vaso sobre la isla.- ¿Quieres desayunar o almorzar?

- Esa es una muy buena pregunta- sonrió abrazándome. -Primero- levanto su cabeza y puso sus labios en trompa- Beso.

Reí y bese sus labios lentamente no paso mucho cuando los delinee con mi lengua y el gimió cuando nuestras lenguas se encontraron. Sus manos en mi cuello jugaban con los cortos cabellos de mi nuca mientras yo lo abrazaba fuertemente de su cintura. El solo llevaba una camisa mía y unos shorts sueltos dejándome sentir prácticamente su piel sobre la ropa.

-Basta- logre decir entre besos- O no te dejare alimentarte.

- No es problema para mi- sonrió coqueto.

- Lo siento, cariño- bese mi frente- pero debo salir.

- ¿Qué? ¿Por qué?- hizo un puchero y se cruzo de brazos.

- Debo arreglar unas cosas del trabajo.- mentí evitando su mirada.

-¿No puede esperar? Es mi primera comida aquí.

- Lo siento, Jimin, pero no. Ya te pedí unas cosas que no tardan en llegar, no tendrás que salir, pero puedes hacerlo si quieres.

- No creo poder, no tengo llav-...¡¿Son para mi?!- emocionado agarró las llaves que le ofrecí.

- Solo para ti.

- Gracias!- me abrazó y besó mi mentón.- Bueno, entonces si puedes irte tranquilo.

- Si necesitas que pase por ti me llamas.

- Claro, daddy.-lo regañe con mi mirada pero el solo volvió a besarme fugazmente para luego irse corriendo a la habitación.