LIER (KookMin)

LIE 11

Pasamos un buen momento en el parque, Jimin y Lu no pararon de jugar en los juegos y correr de un lado al otro hasta que terminaron agotados y se sentaron junto a nosotros. Comimos unos helados, pero JiHo aún estaba hambriento así que fuimos por unas hamburguesas. Paseamos por varios lugares del centro y sin querer terminamos viendo el atardecer mientras paseábamos por el río Han.

- Fue un buen día, me gustó haberlos conocido- me susurró Jimin cuando estacioné frente a su departamento. Miramos a los niños durmiendo en la parte trasera del auto y ambos estaban apoyados en las puertas del auto, uno abrazando su historieta y la otra abrazando su muñeca.- Son adorables- rió quedito y suspiro volviendo a acomodarse, yo me reincorporé también y lo miré sin perder mi sonrisa.

- Gracias por este gran día, Jimin, nos divertimos mucho- le dije tomando su mano izquierda en la mía y llevándola a mis labios para besarla.- Espero repetirlo.

- Yo también me divertí- me miró con una sonrisa- Y espero que siempre sea así.-nos acercamos por inercia y rozamos nuestros labios.- Los niños- susurró preocupado.

- Solo por esta vez- le advertí con una sonrisa, pero no evite darle un beso rápido y reincorporarme en mi asiento.-Cuídate mucho, nos vemos después.

- No lo dudes- sonrió para salir del coche. Se apoyó en la puerta ya que la ventana estaba abierta y metió un poco su cabeza- Despídeme de ellos, por favor.

- Lo haré, te quiero.

- Te quiero mas, adiós- me sonrió y se alejó.

No tarde mucho en llegar a mi casa y bajé uno a uno a mis pequeños. Esa noche, ya en mi cama me permití suspirar feliz, todo había salido de maravilla.

No intenté meter a Jimin a la fuerza en nuestra vida, pero me pareció buena idea irlo incluyendo en algunas actividades. Él y yo continuamos saliendo de vez en cuando a cenar o pasear y darnos muchos besos cada que podemos en su departamento o en el mío, pero no contábamos con tanto tiempo por nuestros trabajos. Pero yo quería que ellos se lleven bien, sin presiones, pero deseaba convertirnos en una familia en algún momento porque no pensaba separarme de Jimin en mucho mucho tiempo. Jimin era alguien importante en mi vida, lo quiero muchísimo que no me alcanza el día para decírselo lo suficiente. Yo quiero poder seguir conociéndolo, verlo todo el tiempo que pueda y ahogarlo a besos por ser tan bella persona por dentro y por fuera.

Empecé hablando un poco de él en las cenas y mientras veíamos películas con mis pequeños. Mis hijos reaccionaban con normalidad y eso me dio confianza para pedirles pasar una tarde con Jimin viendo películas.

- ¿Entonces verás la película con el señor Jimin?- preguntó mi hijo con el ceño fruncido dejando de comer- Pensé que era nuestra tradición.

- No, quiero decir- me apresure a aclarar- Quiero que los cuatro veamos la maratón de películas. A él le encantará, ama las películas de Marvel.

 - ¿Enserio?- preguntó mi hijo curioso, ya más animado- ¿Cuál es su personaje favorito?

- Quizá se lo puedas preguntar a él, si aceptan claro.- le sonreí nervioso.

- No veo porqué no- dijo volviendo a comer.

- ¿Y tu princesa?

- Si, él es divertido- rió.

Jimin aceptó gustoso, era su segundo encuentro después de casi un mes y yo estaba más feliz que nervioso. Ese día arreglé la casa con ayuda de la nana Martha y cuando estábamos haciendo palomitas con mis hijos, el timbre sonó.

- Iré a abrir- escuche decir a la nana y asentí apagando el fuego y sirviendo las palomitas en un bowl.

- Deja de comerlas, Honey- le reclamé a mi hijo y este se alejó riendo comiendo de otro bowl lleno de palomitas dulces.-Bueno- suspiré- Nena, ve con él al sofá, iré en un momento.