Pov's Jared
Acomodo mi ropa, volviendo a esconder mi miembro dentro de mi pantalón. Gruño por lo bajo al ver el desastre que es mi ropa, porque claramente muy limpia no quedó después de acabar sobre ella.
-Te escuchas enojado, Jared -dice en tono burlón, porque lo que menos estoy es enojado.
Sus palabras provocan que detenga mis acciones para prestarle toda mi atención.
-No estoy enojado, solo algo frustrado por el desastre que soy -por más que lo intento no puedo ocultar una pequeña sonrisa.
Vuelvo a sentarme sobre el heno y recuesto de nuevo mi espalda en la pared, poniéndome cómodo para una conversación más tranquila. Quiero conocer más de ella y no sé porqué.
-¿Cuál es tu nombre? -cuestiono con curiosidad.
-Amare -responde con simpleza.
Suspiro, parece que no me dirá su nombre verdadero.
-¿Estarías incumpliendo normas si me lo dices? -.
-Sí, lo estaría haciendo e incluso podría perder mi trabajo -susurra.
Asiento a pesar de que no puede verme y me siento un poco tonto por eso. Estoy a punto de decir algo, pero soy interrumpido por unos pasos fuera del granero.
Frunzo el ceño, porque no hay nadie despierto en la¡a granja además de mi, por su puesto y el escuchar pasos me pone alerta.
-¿Jared? -pregunta la mujer detrás del teléfono.
Cuando estoy por responder, la voz de Christian me hace relajarme un poco, pero el hecho de que venga a buscarme a estás horas de la noche no es nada bueno.
Me levanto y me dejo ver por él, aún con el celular contra el oído. Está pálido, parece asustado y nervioso y eso hace que empiece a preocuparme.
-Sucedió algo con Sam, está en el hospital y debemos regresar -habla sin siquiera yo haber formulado una pregunta.
Un jadeo escapa de mis labios y la preocupación reina en mi cuerpo.
Por un momento olvido que estaba en una llamada, hasta que ella vuelve a hablar, haciéndome reaccionar.
-Amare, lo siento debo colgar, te llamaré después -sin esperar respuesta cuelgo la llamada y guardo mi celular en el bolsillo de mi pantalón.
Por un momento me siento desorientado, porque no me esperaba nada de esto. Hace un rato estaba rebosando en nubes de tranquilidad mientras hablaba con Amare y ahora acabo de tener una fuerte caída a la realidad.
Tal parece que Christian nota mi desorientación porque él mismo me guía de regreso a la casa y sin importarme que mi pantalón esté lleno de mi propio fluido corporal, subo al auto donde ya se encuentran Derek y mi madre, quien abraza a mi amigo.
Y escuchar el sollozo de Miller es lo que me trae de vuelta a la realidad y recuperarme del golpe de la caída. Todo es una grandísima mierda.
El viaje de casi dos horas hasta la ciudad se reduce un poco, porque es tarde y no hay personas transitando, y contando con que Chris conduce a una gran velocidad.
Al llegar al hospital, vamos directo al ascensor porque parece que ellos ya saben en qué piso está Samantha. Cuando las puertas del ascensor se abren, los cuatro caminamos a pasos rápidos hasta donde se encuentran los padres de Derek y Sam. Ellos nos cuentan que sucedió y lo que ha pasado en nuestro tiempo de viaje.
Derek seca sus lágrimas y se adentra a la habitación en la que se encuentra descansando su prometida, luego de la cirugía a la que fue sometida, para verla y hablar con el doctor.
Todos nos quedamos en silencio en la sala de espera, porque ahorita nuestras palabras no servirán de nada y eso me está matando, porque nada de lo que diga puede aliviar el dolor que ellos están sintiendo.
Los minutos pasan y el silencio tenso y melancólico continúa, hasta que es interrumpido por una enfermera.
Levanto la cabeza de entre mis manos y centro mi vista en ella, esperando que hable y deje de leer esos papeles que trae en mano, para saber si es aunque sea una pequeña noticia buena.
Ella levanta la mirada y pregunta por el doctor que atendió a Samantha. También de manera amable nos indica dónde hay una cafetería cuando mi madre se lo pregunta.
Yo no puedo alejar mis ojos de ella, se me parece tan conocida y no sé de dónde, porque jamás en mi vida la he visto o eso creo.
Parece que mi mirada es muy intensa e incómoda, porque se gira a verme y también parece analizarme y es cuando sus dos ojos de diferente color me enfocan, que caigo en cuenta de dónde la conozco. Ella parece también reconocerme, porque sus ojos se abren por el asombro, al igual que los míos; dejándome apreciar aún más el verde y azul de sus ojos.
Estoy por decir algo, cuando todo a nuestro alrededor de vuelve caos. Doctores y enfermeras se adentra a la habitación y una de ellas saca a Derek a fuerza. Entre esas personas que se abren paso en la habitación, también va la chica de ojos de dos colores.
Me levanto rápidamente y tomo a Derek de los hombros, al verlo algo desorientado y que se tambalea. Parece confundido y creo que todos lo estamos, porque algo le está sucediendo a Sam y no es nada bueno.
Acaban de perder a su bebé, ¿Qué más malo puede pasar?
***
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Susurros Al Oído [+18] En Pausa
Teen FictionLa vida de Jared Pierce se describe con una sola palabra. Trabajador. Él no tiene tiempo para nada más que no sea trabajar, no tiene otras prioridades. Ni si quiera para el sexo, no es que no le guste, todo lo contrario. Pero su vida es tan ocupada...