capitulo 1: la carta

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Priviet drive, más específico el número 4.

Habitada por una familia "perfecta" compuesta por una mujer alta, delgada y con una cuello demasiado largo, era rubia y portaba una cara alargada pese su edad, esta tenía bastantes arrugas, la mujer se llamaba Petunia Dursley, de soltera Evans, luego seguía su esposo, un hombre corpulento para no decir obeso, pareciera que no tuviera cuello, y que decir de su cara, a simple vista se ve arrogante, trabaja en una compañía de herramientas, el llamado Vernon Dursley, estos dos tenían un hijo en común Dudley Dursley, corpulento igual que el padre, malcriado a simple vista, rubio igual que su madre.

Ellos aparentan ser la familia perfecta, pero ellos estaban lejos de serlo, guardaban un secreto que les arruinaría toda su reputación de familia "perfecta", en la alacena debajo de las escaleras, por muy cruel que parezca habitaba un niño de no más de 10 años, demasiado bajo y delgado para alguien de su edad, y sus ropas, ¡DIOS MIO! sus ropas 3 tallas más grandes que su pequeño y delicado cuerpo, desgastadas y con gotas de sangre seca gracias a los maltratos que recibe de su tío y primo. Este niño llamado Harry Potter, Harry no sabía por qué sus familiares en vez de amarlo, hacerle mimos, o tratarlo como ellos tratan a Dudley. Lo tratan como un esclavo, castigándolo de forma física como psicológica, encerrándolo en la alacena sin cenar algunos días, obligándolos a realizar tareas domésticas y a prepararles la comida, sin tener el derecho de comer en la misma mesa.

Harry Potter, era un pequeño niño que no sabe por qué le toco esa vida, viviendo cosas que ninguna persona tiene que tratar, pero todo eso cambia la semana de su cumpleaños, Harry servía el desayuno a su tío Vernon, mientras Dudley entraba a la cocina luciendo su uniforme nuevo, ya que entrara al antiguo colegio de su padre, lo peor es que el accesorio de este uniforme era el bastón que portaba, el cual con él le pegaba a Harry por gusto propio o por órdenes de su padre por no "obedecer" ( de hecho hacía que Dudley le pegara por lo más mínimo), mientras servía el desayuno, se escuchó el sonido del cartero.

-Dudley ve por las cartas- dijo Vernon mientras leía el periódico y se atragantaba con el tocino que poco minutos antes fue puesto en su plato.

-que vaya Harry! - demando Dudley engulléndose al igual que el padre los tocinos-

. Harry ver por el corre- demando vernon

-que vaya Dudley- dijo el pequeño Harry con su delicada voz y aniñada voz.

-Dudley pégale con el bastón- dijo vernon dejando de leer para verlo fijamente. Harry no tuvo más remedio que salir huyendo antes de que Dudley tragara todo lo que tenía en la boca para que le levantara a pegarle con el bastón. Ya en la puerta de le entrada recogió las cartas, las fue leyendo mientras caminaba lentamente hacia la cocina hasta que una le llamo la atención, el papel era de un tono amarillento, pero lo más curioso era que iba dirigida a él, y tenía la ubicación exacta HASTA DECIA EN LA ALACENA DEBAJO DE LAS ESCALERAS, cuando estaba a punto de abrirlas, siente que le arrebatan las cartas.

-ey! - se queja Harry- esa es mía- dice bajando la mirada

-tu, recibiendo una carta, quien te escribiría? - se burló vernon, pero su cara palidece al máximo al igual que petunia, que pierde color, todo sucedió tan rápido para el pobre Harry. En un momento estaba en la cocina viendo a sus tíos pálidos, y de un momento a otro vernon se tiñe de un gracioso color rojo, y se levanta de sopetón y toma a Harry del brazo, y lo lleva a la sala donde le comienza a pegar, en su pequeño cuerpo, hasta que Harry esta semi inconsciente y vernon lo arrastra hasta la alacena en donde le grita.

-te quedas ahí por 1 semana, y tendrás prohibido salir a menos que sea para ir al baño, y olvídate de cenar o algún alimento, confórmate con esto- le aventó una botella con agua, el cual le golpeo en la cabeza.

Harry reteniendo el llanto, lo suelta de manera silenciosa cuando su tío cierra la puerta y lo deja en la oscuridad, Harry con sus manos temblorosas rasga la parte más limpia que alcanza en su polera y lo rompe para después mojarla tratando de limpiar la sangre que tenía en su cuerpo. ya "limpiado y sanado" sus heridas se recuesta en el viejo y degastado colchón y se tapa con solo una manta vieja y delgada. aun con lágrimas cayendo de sus sonrojadas mejillas, inconscientemente llevo su pulgar a su boca succionando levemente, despacio, y su cuerpo se relajó y por primera vez pese a los dolores en su cuerpo, él durmió bien, se permitió soñar con una familia que realmente lo Amara.

Los días pasaban y Harry cada día era maltratado, el juraba que su tío vernon se volvería loco, hasta que llego el domingo, él se veía feliz, balbuceaba "no hay correo los domingos" repetía eso una y otra vez mientras comía galletas las cuales eran servidas por un maltratado Harry. Harry notaba lechuzas acercarse y de la nada la casa se bombardeó de cartas, vernon consumido por la histeria y paranoia, grito.

-nos mudamos- y así ese mismo domingo viajaron a una desgastada torre en medio del mar, había una tormenta afuera y a Harry le daba miedo, las olas sonaban demasiados fuertes, volteo su cabeza hacia el sofá de ese cuarto, en donde dormía Dudley con una almohada y una manta abrigadora a su parecer, mientras él dormía en el suelo sobre un trozo de cartón con una manta mucho más delgada, Harry dibujaba un pastel de cumpleaños, cuando el reloj de Dudley dio las doce de la noche, soplo sus "velas" como al mismo tiempo la puerta delante de ellos se cae, reflejando a un hombre gigante a la vista de Harry.

yo cuidare de ti ahoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora