A salvo II

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Pasaron dos meses y no había logrado tener mi primera cita con Bennett, poco antes del sábado en el que quedamos de vernos, muchas cosas se complicaron para ambos y decidimos posponerlo hasta que nos fuese posible a ambos. Pero los días pasaban y las cosas parecían no mejorar, yo terminé con todo lo que debía un par de semanas después pero Bennett decía que seguía muy ocupado. No le di importancia al principio, porque así son las cosas a veces, pero los días seguían pasando y de repente él se empezó a distanciar; ya no hablaba conmigo como antes, con suerte respondía a mis mensajes cada tres días y cuando hablábamos por teléfono eran llamadas tan cortas que sentía que no había hablado con él. Fue entonces cuando empecé a creer que se arrepentía de lo que había sucedido y que había cambiado de opinión acerca de salir conmigo, me entristeció un poco pero me sentía más molesta que triste porque solo podía pensar en que, de ser así, debió habérmelo dicho y no dejarme con la ilusión de que teníamos oportunidad.

Decidí no pensar en eso, porque tiendo a exagerar todo; sin embargo, creí que no vendría mal preguntarle a mi amiga Sadie sobre su punto de vista, a fin de cuentas, ella nos había presentado y nos conocía a ambos muy bien como para poder opinar al respecto, así que la invité a mi casa para una noche de chicas. Y se lo conté todo mientras escogíamos una película para ver antes de dormir, le dije desde que habíamos solo ido de compras hasta que nos habíamos besado porque mi ex novio nos veía; claro que fue vergonzoso el confesar la parte donde tuvimos sexo en un probador y que volvimos a hacerlo cuando me trajo a casa, aunque a Sadie pareció divertirle además de sorprenderle.
- ¿Quién diría que saldrías tan sucia? - se burló de mí al terminar de contarle lo sucedido.
- Cállate, no quiero recordar eso - dije aunque fuese una mentira pues lo único que hacía era recordar cada momento -. Además eso no importa ahora.
- ¿A qué te refieres?
- Cuando me trajo a casa ese día me invitó a salir, pero tuvimos que posponerlo, cosa que no me molestó porque fue por ambos que tuvimos que hacerlo; pero los días empezaron a pasar y Bennett se distanció, de repente ya no contestaba mis mensajes hasta dentro de días y ya tiene al menos una semana que no sé nada de él, no me responde y no quiero insistir.
- Es un imbécil, Hailee - dijo mientras se daba con la palma de la mano en la frente -. Cuando le gusta una chica hace eso y no sabes cuantas veces lo he regañado por eso, ha perdido muchas oportunidad gracias a su estúpido comportamiento.
- ¿Qué significa eso?
- No lo sé, Bennet es complicado, pero lo cierto es que si yo fuera tú estaría muy molesta pero al mismo tiempo se que quieres verlo de nuevo - su mirada me invitaba a decirle que tenía razón pero no lo hice y solo callé -. Mira, hagamos esto, el siguiente sábado por la noche habrá fiesta en casa de Prescott, Bennett es su amigo así que estará ahí y tú también, así podremos ver cómo reacciona contigo y quizás eso nos ayude a entender lo que sucede.
- No lo sé, Sadie - dije dubitativa.
- Anda, no será la gran cosa y no tienes que hablar con él si no quieres, puedes verlo solo como una fiesta a la que iremos ambas - me sonrío mostrando sus dientes y yo no pude evitar devolverle la sonrisa, Sadie era convincente.
- Bien, pero si las cosas se empiezan a poner incómodas me iré.
- Me parece justo - asintió acomodándose en el sillón para ver la televisión y poner por fin una película.

•••

La semana pasó volando y el sábado llegó; tenía la pequeña esperanza de recibir un mensaje de Bennett en el transcurso de la semana, pero no fue así.
Me bañé y arreglé para estar lista poco antes de las 9:30 de la noche, ya que a esa hora Sadie había quedado de pasar por mí. Me esforcé mucho en mi apariencia, de algún modo quería mostrarle a Bennett lo que se perdía; sin importar cual fuese su razón para dejar de hablarme en estos días. Me puse un vestido azul marino, se ajustaba a mi cuerpo mostrando las pocas pero lindas curvas que tenía, el escote no era profundo pero resaltaba mis pechos lo suficiente, llegaba 3 dedos sobre mi rodilla y tenía unos tirantes gruesos; realmente no era un vestido extremadamente revelador pero a mí se me hacía una prenda sexy. Maquillé mi rostro un poco más de lo normal y recogí mi cabello, dejando mi cuello al descubierto por completo. Una parte de mí esperaba ser el centro de atención de Bennett y la otra rezaba porque ni siquiera me notara.
Mi teléfono comenzó a sonar, sabía que era Sadie para avisarme que había llegado así que solo conteste diciendo un "ahora voy", tomando mi bolso antes de salir; la noche era cálida así que no tomé un suéter, esperando no necesitarlo.

Sins for angelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora