Sins for angels

Stripper

Comencé a trabajar a los doce años y me di cuenta lo difícil que era ganar dinero así que a medida que fui creciendo encontraba maneras de siempre ahorrar o ganar algo extra para ayudar a mis padres de alguna manera hasta que cuando cumplí diecinueve accidentalmente encontré trabajo en un club de striptease.

Un sabado por la noche había salido con mi novio y sus amigos, como era la costumbre bebimos y buscamos un lugar a donde ir, a los amigos de mi novio en turno les pareció gracioso llevarnos a un Club y aunque al principio me molesté y sorprendí despues agradecía haber entrado ahí ya que siempre había tenido curiosidad de conocer un lugar así.
Los amigos estaban pagando todo y luego de unos tragos me retaron a pedir un baile privado, para su sorpresa acepte y conocí a Jade, una hermosa pelirroja unos años mas grande que yo que me hizo dudar de mi sexualidad en cuanto comenzó a bailarme, era hipnotizante su forma de moverse y consiguió mojar mis braguitas cuando me dejó tocarla, pero lo mejor fue cuando me llevó a la pista donde previamente la habíamos visto bailar, me guió hasta recargarme en el tubo y siguió bailandome, mi respiración estaba agitada y cuando abrió mi blusa algo se apoderó de mi, me dejé llevar y me volví parte del show, cada vez mas gente nos miraba y es que era una coreografía de seduccion y lucha por tomar el control que jamas habría podido imaginar era capaz de hacer, el piso ya estaba repleto de billetes y al final de la canción me guió de nuevo a mi asiento y unos minutos después en donde la vi hablar con un hombre volvió con una sonrisa cómplice en su rostro, tan sólo me tendió su mano y me guió hasta donde aquel hombre estaba.

-Niña, tienes talento y quisiera que trabajaras conmigo, si aceptas Jade sera tu mentora.- No sabía que decir así que aquel hombre sólo rió.- Piénsalo y si te interesa estas contratada cuando gustes.- Jade tomó mi cintura y me acercó a ella para plantarme un pequeño besito en la comisura de los labios, suficiente para dejar una marca de labial ahí mientras que con su mano metió una buena cantidad de billetes en el borde de mi falda junto a un papel.

-Llamame, te va a gustar el trabajo, esto no es nada a comparacion de lo que puedes ganar en una noche.

Luego de esa noche comencé a considerarlo por al menos una semana y aun con dudas volví a aquel lugar, fui recibida con alegría y desde ese momento comencé a trabajar junto a Jade la cual me enseñó todo lo que debía hacer y no hacer, claramente era un trabajo arriesgado así que ella se encargó de enseñarme como protegerme y como proceder en caso de que alguien intentará hacerme daño y no solo se refería a los clientes sino tambien a las demas chicas que trabajaban ya que la envidia era lo que movía el lugar y eran muy pocas las chicas que realmente se habían vuelto amigas mias.

El lugar cambió de locacion un par de veces por expansión y claramente  solo las mejores seguíamos trabajando ahí.

Habían pasado unos cuantos años desde aquel día en donde descubrí en que soy buena, había terminado mi carrera en diseño de modas pero igual mi trabajo en el club no pensaba abandonarlo por la simple razon de las buenas ganancias y de que la gente ahí era mi familia, no los abandonaría después de todo lo que hicieron por mi.

La noche transcurría como normalmente hasta que vimos entrar por la puerta de atras a un tipo imponente al igual que aquellos que lo rodeaban, fueron directamente al VIP mas costoso que había y nos pidieron no acercarnos a menos que lo pidieran.
El ambiente estaba algo tenso pero pronto sería mi turno de bailar así que terminé mis ultimos retoques justo antes de que mi playlist comenzara a sonar avisando que era momento.

Salí al escenario como tantas veces lo había hecho, los reflectores hacían difícil ver lo que sucedía pero despues de la segunda canción vi a Frank y a Jade bajar de aquel VIP, Jade tomó mi lugar luego de bailar un poco junto a mi y decirme que me necesitaban abajo, me sorprendió pues recien había subido al escenario y cuando bajé Frank me llevó al VIP pidiendo que fuera lo más atenta y linda posible con los tipos y que no me negara a nada, esa petición me causaba un poco de miedo pero igual acepté, al llegar me hicieron pasar y quise proceder como normalmente se hacía; los privados tenían un lugar donde podiamos bailar y mucho espacio para estar comodos pero en ese momento no me permitieron ir a bailar sino que me sentaron frente a ellos, uno de aquellos hombres, el mas maduro me ofreció un trago el cuál tuve que rechazar pues no se nos permitía aceptar nada de los clientes, sin embargo insistió ganándose una mirada asesina de aquel hombre imponente pero muy bien parecido haciéndolo callar de inmediato, aquel hombre entabló una conversación bastante amena conmigo haciendome sentir muy cómoda, se presentó como Raffaele y aunque en ningun momento me pidió o incluso permitió que bailara me entregó una buena cantidad de billetes haciendome sentir bastante extraña.