Prohibido.

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Hace cuatro semanas estaba en un partido de fútbol con mi novio y sus amigos, Sean -primo de mi novio- estaba siendo muy atento pero sinceramente él siempre había sido así conmigo y por eso no me parecia extraño hasta que bromeando uno de sus amigos dijo que me tenía demasiada atención y siempre hablaba bien de mi como para que fuera normal, Sean se incomodó demasiado a pesar de que su amigo aclaró que solo era una simple broma.

Una semana después mi primo hizo una reunión sin razón alguna, simplemente para juntarnos a tomar y pasar un buen rato entre amigos.
Usualmente cuando la madrugada comenzaba a hacerse presente pasabamos de la música que puede bailarse individualmente a ritmos más tropicales y bailables en pareja por eso después de bailar unas cuantas veces con Aaron, mi novio, decidí sentarme  mientras él se quedaba bailando con mi prima Dhalia, Sean se acercó y me dijo que bailara con él, acepté gustosa pues era mi pareja favorita y era felíz bailando con él, o al menos intentandolo porque ninguno de los dos sabe bailar muy bien pero siempre era agradable intentarlo entre nosotros.

Luego de un rato comenzamos a platicar de todo lo importante en nuestras vidas y en mi relación así que decidimos sentarnos, hablando de eso él solo se limitaba a darme pequeñas palabras de aliento y consejos que buscaban hacerme sentir mejor en cuanto a los problemas.

Ya muy avanzada la noche, con muchos ya dormidos y otros aún demasiado alegres por el alcohol,  incluidos Sean y yo en esos ultimos,  comenzamos a bailar hasta que de pronto mi primo puso canciones lentas, yo iba a separarme e irme a sentar cuando Sean tiró de mi hacia él para tomarme de la cintura y empezar a bailar lento, muy juntos, por mi parte no quería parecer tan atrevida así que solo puse mis manos en sus brazos; al principio me sentía muy incomoda por la cercanía de nuestros cuerpos y porque pensaba que alguien podría malinterpretarlo y Aaron podría molestarse pero luego de un rato hasta me atreví a subir una mano a su cuello ya que Aaron también bailaba de la misma manera con mi prima y los demás estaban muy ebrios o distraídos en otras cosas como para tomarnos importancia.

Luego de un rato bailando así, cuando nos sentimos totalmente cómodos Sean se inclinó a la altura de mi oído y rozando sus labios en mi lóbulo habló con voz queda.

–Audrey, yo quisiera que todo lo que me cuentas y veo que haces por Aaron lo hicieras por mi.- Un suspiro lleno de pesar salió de su boca recorriendo mi hombro logrando así ponerme la piel de gallina mientras continuaba.– Ojalá te hubiera conocido antes.

Su confesión me dejó impactada y solo pude mirarlo mientras él me sonreía inocente, simplemente no pude reaccionar, ya sea por el alcohol en mi sistema o por la magnitud de su confesión pero sabía perfectamente el peso que tenía lo que me había dicho y luego de eso no faltó mucho para irnos sin embargo al despedirnos sentí que algo fue diferente entre nosotros.

Al siguiente día estuve pensando en lo que Sean había dicho y llegué a la conclusión de que no era algo que pudiera salirse de control pues me obligué a creer que solo había sido una emoción pasajera motivada por el alcohol.

No podia estar mas equivocada.

Así pasaron los días y poco a poco me fui olvidando de lo que había sucedido, hasta que llegó su cumpleaños; sus amigos y familiares decidieron organizarle una fiesta sorpresa, el plan era distraerlo luego del trabajo hasta que su hermana terminara de arreglar todo en su casa.
A base de engaños lo convencimos para que fuera con nosotros por unas cervezas a un bar cercano, ahí estuvimos tomando hasta que la hermana de Sean le llamó a Aaron para que fueran pues necesitaba ayuda.

Cuando llegamos a la casa de su hermana hubo que idear otro plan pues Sean aún no podía entrar así que me pidieron si podía distraerlo un poco más, aceptando me acerqué a él pidiéndole que me llevará en su carro por unas cervezas y botanas para estar un rato más con él, muy dispuesto dijo que sí pero simplemente su sorpresa parecía imposible de terminar pues aun cuando regresamos su hermana no me avisaba si ya podiamos entrar así que le pedí un momento a solas para ganar tiempo y porque también necesitábamos hablar.

Sins for angelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora