Viejo amigo

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Hacia unos meses una de mis antiguas maestras del jardín de niños se contactó conmigo; yo estaba muy feliz de poder hablar con ella de nuevo, pues a diferencia de cómo fue para algunas personas, el jardín de niños había sido una etapa muy linda para mí y la recordaba bien.
Hablamos de que debería ir a visitarla algún día a lo que yo contesté que sería un gusto, también me dijo que quería hacer una reunión con todos mis amigos de ese entonces y me pidió ayuda para contactar a un par de ellos ya que ella tenía al resto entre sus contactos, yo accedí gustosa, en realidad la idea de verlos de nuevo me hacía feliz pues, aunque había perdido contacto con algunos de ellos, aún sabía algunas cosas del resto.

Una semana después recibí un mensaje de mi maestra, avisando que todos mis amigos y sus familias habían aceptado la invitación, me dio la dirección y la fecha de la reunión, luego se despidió, diciéndome que ansiaba verme.
Faltaba una semana más para la reunión, así que tenía tiempo de sobra para escoger que vestiría y todas esas cosas; lo sé, algo exagerado que estuviera pensando en eso con tanto tiempo de anticipación cuando solo sería una reunión casual, pero eso para mí era importante y estaba muy nerviosa de ver a todos después de tantos años, pues ahora teníamos 18 años y las cosas habían cambiado demasiado.

Esperaba con ansias a que ese día llegara y así poder volver a ver a las personas que fueron muy importantes para mí en ese entonces.

• • •

Iba en el auto camino a la casa de mi maestra, no podía dejar de mover mis piernas en un gesto ansioso gracias a los nervios que corrían en mi cuerpo, iba a verlos a todos, sobre todo, iba a verlo a él. Sonaba totalmente ridículo que me pusiera nerviosa por ver al que solía ser mi mejor amigo y al mismo tiempo el chico que me gustaba; ¡dios! éramos muy pequeños entonces, yo no sabía nada acerca de relaciones ni amor, ni siquiera ahora lo sé, no entiendo como podía estar así de nerviosa por esto, pero lo estaba. Solo podía pensar en lo mucho que me gustaba y lo lindo que me parecía, además en lo amable, respetuoso y cariñoso que llegó a ser conmigo hacía tantos años, esperaba que no hubiera cambiado demasiado.

Mi papá aparcó el auto en la acera de enfrente de la casa de mi maestra, yo tomé una profunda respiración con una sonrisa formándose en mi rostro; acto seguido bajé del auto y junto con mis padres y mi hermana menor cruzamos la calle y tocamos el timbre; pronto, mi maestra apareció frente a nosotros con una sonrisa emocionada y amistosa, nos saludamos con un beso y un abrazo, luego nos dejó entrar. Cruzamos la casa hasta el jardín trasero donde se encontraba una larga mesa con todos sentados ante ella, cinco de 6 compañeros de generación, del pequeño jardín de niños en el que estuvimos, 5 de mis adorados y viejos amigos; todos menos él. Sonreí y saludé a todos, uno por uno. Al último que saludé fue a Peyton, un chico con el que solía llevarme mejor que con el resto.
Al principio, Peyton y yo hablábamos con timidez y nerviosismo, eran muchas las cosas que ahora desconocíamos del otro y, al menos por mi parte, temía decir algo que pudiera hacerlo creer que ahora era una completa tonta; pero conforme el tiempo pasaba empezábamos a hablar como si nunca nos hubiéramos dejado de ver y descubrí que teníamos intereses en común. Él me contó sobre su preparatoria, sus amigos y su novio; por otro lado, yo conté muy pocas cosas, pero solo porque Peyton hablaba demasiado y yo no era una persona que hablara mucho, aún así, me gustaba que me contara todo lo que le había pasado desde la última vez que nos vimos.
Poco a poco, fuimos incluyendo a los demás en nuestra conversación hasta que logramos integrarlos a todos y conseguimos tener una conversación cómoda y divertida, ya no había más timidez entre ninguno.

Al menos una hora después nos llamaron para comer, así que todos nos levantamos del césped donde nos habíamos acomodado para pasar a la mesa donde se encontraban nuestras familias; Peyton se sentó a la mesa y yo me puse a ayudar a mi maestra con algunas cosas antes de sentarme también.
- ¿Quiere que pase esto a la mesa? - le pregunté agarrando un tazón que contenía puré de papa. El timbre de la casa sonó.
- Gracias Calder, pero mejor te pido que vayas tú a abrir la puerta, yo pondré esto en la mesa - me dijo ella, quitándome el tazón de las manos.
- Claro.
Entré a la casa para cruzarla y llegar a la puerta principal para abrirle a quien estuviera ahí.
Una mueca de sorpresa remplazo a la sonrisa que antes se encontraba en mi rostro al ver que quien estaba detrás de la puerta era Gale.
- Hola Calder - me sonrió ampliamente y luego se acercó a darme un beso en mi mejilla y un abrazo, el cual correspondí aún sorprendida y sintiendo regresar los nervios que ya habían desaparecido.
Cuando deshicimos el abrazo, mientras él tenía aún sus manos en mis brazos, pude ver que físicamente había cambiado muchísimo, ahora es más delgado, mucho más alto que antes y su cabello lo lleva algo más largo; sin embargo su sonrisa seguía siendo la misma y eso fue lo único que necesité para saber que seguía siendo el mismo chico alegre y risueño que era cuando teníamos solo 4, con la diferencia de que obviamente ahora es alguien más maduro.
- Hola Gale - le sonreí de vuelta. Saludé también a sí madre quien me envolvió sus brazos fuertemente, su madre siempre había sido muy dulce conmigo. Después de saludar a ambos, los hice pasar, cerré la puerta y les pedí que me siguiera para guiarlo a donde se encontraban todos; mientras tanto, su madre empezó a entablar una conversación conmigo, me decía lo mucho que había crecido, que me había convertido en una mujer hermosa y preguntó cómo me había ido durante todos estos años.
Al llegar a la mesa saludaron a todos y, finalmente, Gale se sentó a mi lado izquierdo en la mesa, de mi lado derecho estaba Peyton. Comimos y charlamos todos juntos, recordando los viejos tiempos, lo tiernos que nos consideraban nuestros padres en las presentaciones navideñas o eventos como el día de las madres y contamos nuevos logros en nuestra vida.

Sins for angelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora