Una amiga

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Capítulo 7

Lena Luthor la enigmática empresaria y científica, CEO y fundadora de L-Corp era la mujer con la que Kara Danvers prácticamente vivía, de dos a tres veces por semana quedándose en la habitación de invitados, quedándose durante las mañana de los lunes para irse por la noche después de acostar a Rick y Adam, volviendo el miércoles por la noche directo para la cena y luego partiendo el jueves al medio día cuando Lena llegaba del trabajo, y los domingos desde temprano en la mañana para animar a los niños a hacer algo en... ¿familia?
¿En qué momento había cambiado tan drásticamente su vida? ¿En qué momento había pasado de cuidar de lejos una manada a cuidar dos pequeños niños con energía infinita? ¿Estaba agradecida con Eliza por interceder nuevamente por ella? Sí, ¿estaba agradecida con Lena por permitirle ser parte de la crianza de los niños? Sí, y mucho. ¿Estaba sorprendida por el giro de su vida? Sí, pero extrañamente demasiado feliz.

Dos semanas que llevaban en ese mismo ritmo, ritmo que para ser ambas primerizas lo estaban haciendo bastante bien, mucho mejor de lo que habían pensando. Sus métodos y sus ideas de cómo y qué deberían hacer para ayudar de la mejor y más sencilla manera a Rick y Adam a adaptarse estaba funcionando, y aunque era pronto para que ambos hablaran, no dejaban de estimularlos con pequeñas palabras y nombres de objetos básicos. Diana les había dicho que no creía que hubiera problema sobre el hecho de que Kara los incitara a convertirse y mantenerse en su forma de lobos por pequeños períodos de tiempo, pero que tal vez de alguna manera podría retrasar el aprendizaje debido a que Lena, la madre no era una loba y que podría confundirlos. Lena decidió que ellos merecían saber quiénes eran y lo que podían ser, y para eso estaba Kara, para guiarlos de la manera que Lena no podía.

Kara no era la mejor chef, podía hacer lo básico que era un par de panqueques, hervir agua y huevos fritos y claro, pedir comida. A pesar de que Kara amaba comer y comer mucho y rico, y normalmente su dieta era muy diferente a la de Lena, hizo su sacrificio, porque ¡demonios! Lena comía demasiado sano para el gusto de Kara, mucha verdura y poca... comida. Y Lena lo vio y consiente del sacrificio que la rubia parecía estar dispuesta a hacer, también hizo el suyo, cocinar aparte lo suyo, porque Lena estaba segura de algo, esos niños parecían tener el mismo estómago sin fondo que la rubia.

En dos semanas de un buen ritmo, de compartir las tareas de la casa, cosa que Lena estaba inmensamente agradecida con Kara porque ahora estaba segura de que sola no podría haberlo hecho, por más que había intentado reducir sus horas laborales y sus compromisos, no había podido tanto como quisiera, estaba consiente de que si quería tal cosa, tendría que dejar el puesto de CEO y empezar a buscar a alguien tan competente como ella. Lo consideró, vaya que lo hizo, y mientras una parte de ella le gritaba que lo hiciera, que dejara en manos de alguien más L-Corp para poder ir con sus hijos (aun esperando legalmente) y darles todo lo que merecían y necesitaban, otra parte de ella se preguntaba ¡¿Qué demonios está pasando?! ¿Cómo podía dejar a su "hijo" (L-Corp)? Aquello que con tanto esfuerza, lagrimas y sudor contra todo pronóstico había logrado, aún cuando su familia se reía y le decían que mejor renunciara, y cuando muchos le decían que no lo lograría, que no tenía lo que se necesitaba para poder hacer una compañía tan grande, que soñaba demasiado alto. Ella lo había logrado, contra todo pronóstico lo había hecho. Y ahora llegaban dos niños lobos y ¿qué? ¿Pausaba su vida? ¿Por cuánto tiempo? ¿Cinco a diez años? Suficiente tiempo como para olvidarse y destruir todo lo que había logrado. Kara Danvers le había tomado la mano, le había dado esa tierna e inocente sonrisa y le había dicho que todo estaría bien, que juntas podrían lograrlo, y ella le había creído. Le había dicho que ella iba a estar ahí para apoyarle en absolutamente todo lo que necesitara, y lo había hecho, lo hacia cada día, desde aquella noche que habían regresado de la casa de los Danvers. Los cuidaba durante la mañana, le ayudaba con el desayuno, les ayudaba para que pudieran sostener correctamente una cuchara y beber desde un vaso, les enseñaba a lavarse los dientes e ir al baño. Se quedaba hasta que ambos terminaran su almuerzo y ella estuviera tranquila y lista para cuidarlos durante la tarde. Les incentivaba para armar los legos, para saber los colores. Le ayudaba a darles una ducha y luego arroparlos en la cama que aún compartían por temor aunque había otra justo alado. Kara Danvers era el mejor apoyo que podía desear.

Hasta el último día - supercorp AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora