Hasta el último día - supercorp AU

La humana

Capítulo 8

Kara estaba sorprendida, confundida ¿Quién demonios esa mujer? Lena llegó, saludó y presentó a esa pequeña mujer morena que mantenía una cara seria y la miraba de pies a cabeza analizándola, lo admitía, la puso nerviosa y con todos los sentidos alerta. Lena le preguntó por los niños y ella le respondió que estaban en su habitación seguramente pintando como los había dejado minuto atrás. No entendió muy bien porqué tenía que dar una demostración convirtiéndose en lobo y tampoco supo cómo reaccionar ante el lento y minucioso escaneo que Lena le hacía a su cuerpo, la presión y la duda le puso nerviosa y ansiosa sin saber qué hacer, se limitó a ir a sentarse seguida de las dos mujeres y se dispuso a escuchar sin interrumpir.
Entendió que la pequeña mujer se llamaba  Maggie, y que al parecer solía actuar de "comodín" para la empresaria, y al parecer eran buenas amigas. No entendió si Lena le estaba pagando a Maggie por irrumpir ilegalmente en la propiedad de Jack Spheer o si solo era un favor o la manera en que Maggie le estaba pagando por algo más a Lena.

- Necesito un par de días, planificaré todo con Brainy.
- ¿Cuántos? - quiso saber Lena
- De tres a cinco días. - la CEO asintió de acuerdo - Tengo que ver a quienes llevaré, ademas de la orden, el equipo y armamento.
- Esta bien.
- Dices que todos son hombres lobos, ¿verdad? - le preguntó a Kara
- Sí. Creo que necesitarás apoyo, podría ir contigo
- Gracias, pero no. - Kara buscó a Lena con la mirada pero ninguna dijo nada.
- No lo entiendes, todos estarán asustados, alterados y han pasado por mucho todo este tiempo. Lo único que querrán será vengarse de cualquier humano que vean.
- Tendré sedantes, los dormiré. - dijo con simpleza
- Insisto, debo ir contigo.
- Y yo insisto en que no, solo estorbaras y no puedo estar arriesgando la vida de mis hombres para que estén protegiéndote a ti también. - Kara gruñó y se tranquilizó, no deseaba enojarse ni mucho menos hacer una escena frente a Lena con su amiga. Llegado el momento se encargaría de las cosas, sabía muy bien que todos los lobos capturados no querrían escuchar a nadie, y menos a humanos que solo daño hacían.

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Meses y meses de arduo trabajo y aún no conseguía el resultado que tanto deseaba. Jack inhaló con fuerza forzándose a relajarse y pensar de manera positiva. Aún tenía una semana para dar con nuevos resultados, rogó para que Dios se apiadara de él nuevamente y le permitiera ver dónde estaba el error en todo el trabajo.

Tenía frente a él los diferentes análisis, sacó muestras de diferentes lobos y los sometió a varias pruebas con el fin de saber qué era diferente en sus genética y cómo actuaba.
Tomó en su mano el bolígrafo que tenía sobre la mesa, se enderezó y se acercó al hombre que colgaba de ambos brazos y sus pies no llegaba a tocar el frío suelo. Clavó con fuerza el bolígrafo en el brazo del hombre quien chilló y gruñó de dolor retorciéndose intentando en vano alejarse de Jack, retiró el bolígrafo de la carne del hombre y vio la sangre brotar y manchar el piso pero bastó un par de minutos para que la herida comenzara a cerrarse.
Podía decir que había visto los análisis y resultados desde diferentes puntos de vista, desde todos los ángulos y aún no sabía cómo modificar los genes humanos para que pudieran tener las mismas habilidades. Lo intentó dos días atrás inyectando a ese joven que secuestró mientras volvía a casa, y el joven simplemente no había soportado la rápida alteración genética. Aún buscaba respuestas en los resultados de la autopsia y esperaba con ansias y expectativas muy altas.

Cuando Jack vio que todas las puertas se le cerraban, figurativamente hablando, creyó que Lex tenía razón, que Lillian tenía razón cuando le dijo que nunca podría hacer algo significativo por cuenta propia y que aunque lo negara y no quisiera aceptar, se colgaba de alguna manera del odioso éxito de su ex, Lena Luthor.

Fue años atrás cuando aún mantenía una relación sentimental con la joven que los Luthor esperaban éxitos, esperaban que si ambos llegaban a casarse hicieran maravillas bajo las alas y normas de Lionel y Lillian, los padres de su novia les habían dejado claro algo y era que cualquier innovación, cualquier creación que hicieran estaba bajo el nombre de Luthor Corp y ninguno podría tener el crédito más que la simple mención por colaboración. Lena no estaba de acuerdo, recordaba las infinitas peleas y discusiones con su novia por ese hecho, ella quería y decía merecer y poder hacer mucho más, mientras él estaba feliz con lo que los Luthor le podían dar.