Lex Luthor

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Capítulo 18


El viaje fue largo y cansado para todos pero aquello no fue impedimento en cumplir con su meta, Samantha se alegró de ser ella quien estuviera ahí junto con J'onn Jonzz y Megan además de Lois, hicieron turnos para que manejaran aunque J'onn se negara rotundamente al final Megan puso convencerlo de que era lo mejor para que todos pudieran estar descansados y alertas. Todas habían querido ir primero a la propiedad Danvers para poder revisar el campo y ver en qué condiciones estaba la propiedad, si había alguien con vida o si Kara y el resto habían regresado a la casa buscando refugio, pero J'onn se negó objetando que hacer aquello era estúpido, él mismo había intentado acercarse a la casa Danvers pero el olor de los lobos de Rhea estaba impregnado por todos lados.

Samantha no había estado en la casa de sus padres desde que prácticamente se juntó con Alex e incluso ni siquiera conocían sus cachorros dado que Sam los había tenido cuando aún estaba en casa de Lena Luthor y cuando regresó Alex no quería que saliera a ningún lado por precaución siendo el alfa demasiado celoso de sus cachorros y su mujer. Ridículo según Samantha. Pero claro que no para Alex que solo buscaba proteger a su pareja y evitar que volviera a suceder lo de antes, porque no tenerla cerca durante todo el tiempo que la habían secuestrado fue una tortura no solo para Sam, sino para Alex que no sabía si su mujer estaba con vida o si sus cachorros estaban bien, si necesitaban algo. Sam se había deprimido cuando la secuestraron, añoraba a su alfa, a su pareja, sentía la necesidad de tenerla cerca simplemente y con cada día que había pasado ahí, lo único que le daba fuerzas era que estaba embarazada y que quería que sus hijos estuvieran bien para que pudieran conocer a su otra madre.

Apenas y habían entrado en el territorio del clan Arias y diez lobos los tenían rodeados amenazándoles y buscando que se identificaran. Pero bastó con que vieran a Samantha Arias para que los dejaran pasar y los guiaran hasta la casa central donde moraba el alfa líder de la manada. Dentro fueron recibidos por su padre y su madre, se fundieron en un abrazo muy necesario dadas los últimos acontecimientos.


- ¿Cómo estás? – preguntó su padre

- Bien, los niños están a salvo en casa.

- ¿Y Kara? – preguntó J'onn, el alfa del clan Arias hizo una mueca y comenzó a caminar invitándolos a que le siguieran. Todos caminaron pasando la amplia sala hasta llegar a un pasillo que dividía habitaciones, Arias empujó la última puerta del pasillo. Dentro había una cama de dos plazas, en ella estaba el cuerpo de la rubia, estaba cubierta por una sábana blanca, tenía el torso vendado, el cabello estaba pegado a su frente y su cuerpo brillaba a causa del sudor que estaba bañando su cuerpo.

- No hemos podido controlar la fiebre, las heridas no están sanando correctamente. – explicó el alfa, en ese momento Alex y Clark entraron en la habitación. Sam se abrazó su pareja llorando

- Cariño – gimió Alex abrazándola con fuerza, aspiró su aroma y sonrió – estas  bien – dijo alejándola un poco e inspeccionando a su pareja

- Tú estás bien – Dijo Sam limpiándose las lágrimas – Estaba muy asustada, no sabía si estabas bien.

- Ahora estoy bien, te extrañe mucho. – a su lado Clark y Lois se fundían igualmente en un necesitado abrazo lleno de lágrimas por la mujer feliz de tener a su pareja con vida y bien.

- ¿Y Jeremiah? – preguntó Sam. El silencio cayó en la habitación donde entre todos se miraban unos a otros, Alex apretó la mandíbula y J'onn y el resto lo entendieron inmediatamente, los ojos de Alex se pusieron rojos por contener las lágrimas y salió de la habitación, su esposa Sam la siguió.

- ¿Cómo sucedió? – preguntó J'onn

- James y los otros retuvieron a Jeremiah, lo sometieron y Rhea dijo que ella había asesinado a mis padres y a los de Kara, luego le arrancó la cabeza. – explicó Clark, Lois se apretó aún más al cuerpo de su compañero intentando consolarlo de esa manera. – Ella fue la que inició la rebelión hace años y nunca dijeron nada. – gruñó Clark, J'onn no se inmutó y miró detenidamente al joven alfa – Lo sabías, siempre lo supiste, tú y Jeremiah. Todos ustedes nos han mentido

Hasta el último día - supercorp AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora