Camino al Sur 2

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CAPITULO 10



Lena miraba de vez en cuando a la rubia le parecía que estaba más callada que de costumbre y eso era extraño, pero no se sentía segura de abordar el tema y que la loba se pusiera incomoda o que se propasara preguntando cosas que no le incumbían. Kara la pilló un par de veces mirando pero se limitó a sonreír suavemente intentando transmitirle que todo estaba bien pero Lena podía decir que había llegado a conocer a la rubia, tal vez no a profundidad pero se había tomado la molestia de al menos observar y prestar atención. De esa manera sabía que Kara era una mujer bastante tranquila, dulce, honesta y de un gran corazón que ponía el bienestar de los demás sobre el propio y que cada cosa que hacia no esperaba una retribución de ninguna manera y eso le había encantado a Lena, le sorprendió que Kara fuera tan honesta y despreocupada con ella, que no intentara ocultar ninguna parte de ella, su procedencia o simplemente su carácter, sus gustos y sus opiniones. Le gustaba que Kara aunque algunas veces no estaba completamente de acuerdo con temas sobre la manera en que estaban criando a Rick y Adam, la rubia siempre la apoyaba pero también le mostraba y enseñaba otra manera y así juntas podían decidir qué era lo mejor. Le gustaba que la rubia se había metido de tal manera en ofrecerle su ayuda con los niños, se notaba a leguas que Kara se encariñó con los pequeños y ellos igualmente con la loba, y le encantaba la manera en que los dos niños se comportaban absolutamente feliz y libres cuando Kara los instaba a transformarse y pasar un par de horas juntos en su forma de lobos, su corazón se llenaba de felicidad y orgullo al verlos de aquella manera, ver como ellos seguían a Kara y jugaban o solo les daba la libertad de hacer lo que quisieran y ellos eran felices.


-    ¿Qué piensas? – preguntó con su suave voz la rubia

-    En lo fantástica que eres – respondió sin pensar mucho, abrió los ojos al analizar en como sonaba aquello y más al ver la enorme sonrisa que Kara tenía el rostro – Sabes a qué me refiero

-    Claro

-    Es solo que pienso en cómo ha estado cambiando mi vida los últimos meses, en las maravillosas personas que he conocido y ahora con Adam y Rick mi vida ha dado un giro de 180 grados que no esperaba.

-    ¿Te asusta? – preguntó

-    No... en realidad sí, un poco. Pero no es un miedo que no pueda soportar o que me paralice. Es solo que mi vida se sentía tan completa hasta cierto punto y cuando conocí a Samantha fue tener una amiga y luego con sus hijos fue realmente increíble, nunca fui muy apegada a los niños solo lo estrictamente necesaria y con los hijos de Sam sentí como si deseara lo mismo, ¿entiendes? – Kara asintió entendiendo perfectamente a la pelinegra – Después Sam se fue y me sentí sola y vacía, y en medio de mi soledad analice un poco mi vida lo que había hecho y lo todo lo que he logrado y a veces me pregunto ¿para qué? Todo es solo material y si falleciera hoy mismo no me podría llevar nada de esto al cielo o donde sea que vaya mi alma cuando muera, suponiendo que hay alguna clase de vida después de la muerte. No me llevaría mis autos, la casa o toda la fortuna, eso se quedaría aquí y mis padres y mi hermano pelearían por ello a ver quién se puede quedar con qué. Y luego te conocí – Kara la miro expectante, aún más interesada que antes si es que eso era posible. ¿Para Lena era relevante que se hubieran conocido? ¿Era de alguna manera importante para la pelinegra? – Y viniste a asaltar mi cocina – Kara sonrió sonrojándose recodando su gran apetito y la manera tan primitiva que la hacía actuar – Y fuiste honesta diciendo lo que necesitabas y querías y te agradezco eso, muchos se acercan fingiendo que son amigos pero solo son ocultan sus verdaderas intenciones para después sacar las garras, y tu pediste y ofreciste tu ayuda y amistad sincera. – La rubia la miro no entendiendo bien a qué se refería Lena, pero se tranquilizó al ver de que no le reprochaba nada, porque tenía razón, ella irrumpió en la casa de Lena dispuesta a pedir ayuda para sacar a Nia y Lena no le negó dicha ayuda. – Y fue gracias a ti que ahora tengo a Rick y Adam que son mi más grande alegría, y claro... a ti también. – susurro lo último, la rubia quiso tomar entre sus brazos a Lena y decirle mil veces hasta que lo entendiera de que Kara no la dejaría sola, que podía confiar en ella.

Hasta el último día - supercorp AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora