Respuestas a medias

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Era sábado, ese día no se iba al instituto, Jasmeiry tomó el día para investigar y leer, tenía un libro llamado: "las sombras del amor", el cuál trataba de chicas las cuales fueron vilmente engañadas de diferentes maneras por chicos, pero tenían algo en común, los chicos eran hermanos...

Sé cansó, no podía leer tranquila pensando en todo lo que había pasado, aún no lo podía creer, Jasmeiry estaba allí con un solo motivo y era el de estudiar, pero nunca se imagino lo que le podía pasar, no podía dejar de pensar en Erick, su corazón decía que debía darle la oportunidad pero su mente pensaba en el futuro, en esas chicas que fueron engañadas, en sí podía hacerle lo mismo a ella, decidió callar y esperar a que él la llame, no quería hacer las cosas más grandes y creía que Erick necesitaba espacio.

En ese momento alguien tocó la puerta:

Era Erick

-¡Jasmeiry!- gritaba. Pero ella no quería bajar, estaba muy confundida, aún necesitaba respuestas, necesitaba acomodar su cabeza. Pero después no se puso contener y al ver la insistencia del chico, decidió bajar, sabiendo que era el único que podía responder a sus preguntas.

Jasmeiry bajó, le abrió la puerta, no dijo nada, solo lo miró.

-¿Podemos ir a caminar?- dijo él, preocupado por su respuesta.

Ella solamente afirmó con la cabeza y se fué con él. Durante todo el camino no dijo nada, solo iba con las manos en los bolsillos y mirando hacia abajo.

Él se detuvo, ella lo hizo después porque no prestaba atención. Se pararon en frente de una casa, la cuál estaba cerrada.

-¿Quieres preguntarme algo?- preguntó él mientras la miraba a los ojos.

-Emm- ella no sabía que decir, pero era evidente que sí tenía muchas preguntas.

-¡Vamos!, sé que tienes preguntas, sé que para tí esto ha sido nuevo, y te juro que nunca le he dicho nada a nadie de esto...

-¿Qué es esa cicatriz que tienes ahí?- ella lo interrumpió. -¿Cómo te la hiciste?-

Erick calló por un segundo... Pero después la miró, mientras la tomó de la mano y le pidió que lo acompañará.

-¡NO!- dijo ella molesta... -¿Por qué nunca puedes decirme las cosas al instante?, ¡Siempre tengo que acompañarte!, ¿Y ahora qué me vas a enseñar, otra chica, otra mamá?- Jasmeiry estaba muy molesta.

Él se enojó también, y solo la miró con cara de ira, sus cejas se juntaron mientras él la cabeza hacia la de ella.

-¿No quieres saber todo?- dijo él con voz autoritaria.

Ella solo trago lento y afirmó.

Mientras, Erick la tomó de las manos y se la llevó, Jasmeiry sólo lo seguía.

Caminaron por 5 minutos doblando esquinas, hasta que llegaron a un lugar que Jasmeiry nunca había ido. Era una roca gigantesca, y del otro lado había un paisaje como del Amazonas, solo que sin animales, árboles, pasto, un paisaje maravilloso, dónde se puede estar horas y horas leyendo un cómodo libro.

Jasmeiry se paró mientras Erick seguía caminando y paró en medio del lugar.
No podían creer dónde estaban, era un lugar mágico, único, y solo estaban ellos dos.

Erick seguía caminando, mientras ella lo seguía.

-¡Ven!- dijo él con cara de enamorado.

Jasmeiry solamente siguió el compas de sus pies, y en una esquina había una guitarra, rodeada de margaritas en forma de arco, no lo podía creer, el chico más serio de todo el instituto, el que nunca le había hablado, la llevó a una cita.
Jasmeiry suspiro mientras veía su cabello, era tan perfecto.

Erick todo la guitarra y comenzó a tocar, Jasmeiry estaba en frente de él viendo cómo le dedicaba la canción "Perfect" solo para ella, cantaba tan hermoso, sus ojos brillaban y la brisa novia su cabello hacía él, en ese momento sus manos se volvieron al rededor de su cintura y el calor de su aliento frente a su boca... Sus ojos se llenaron de estrellas mientras ella se alzaba porque era muy alto, Jasmeiry empezó a sentir su pecho, su chaqueta era tan acogedora, lo abrazó, luego lo miró y... ¡SONÓ LA ALARMA!

Era tarde para ir al instituto, Jasmeiry ya había perdido la primera hora, no sabía cómo llegaría y que la maestra Rosa no se enojara con ella, se vistió como pudo, tomó un vaso de jugo de naranja y salió al instituto...

-¡Buenos días!- dijo ella acelerada cuando llegó al aula. Todos se quedaron viéndola, Erick casi se reía, pero la miraba con angustia, recordando todo lo que había pasado, la maestra Rosa solo se quedó viendo la mientras le pedía que tomara asiento.

-¿Qué pasó?- preguntó Marisol a su derecha.

-Jasmeiry, ¿Dónde estabas?- preguntó Daniel a su izquierda.

Durante toda la clase, ella no podía dejar de pensar en el sueño que tuvo. Volteó y vió a Erick mientras él miraba sus ojos tan preocupado, la verdad ella no sabía que él iría al instituto ese día.

-¿Qué te está pasando?- dijo Jasmeiry dentro de sí. Estaba muy nerviosa, temblaba, sus pies de movían aceleradamente.

-¿Le pasa algo señorita Jasmeiry?- preguntó la maestra al ver su actitud.

-No maestra- dijo ella nerviosa aún.

Se puso a escribir y en ese momento la punta de su lápiz se rompió, nerviosa aún Jasmeiry intento sacarle puntas pero era inútil, siempre la volvía a romper.

-Señorita Jasmeiry por favor vaya al jardín, creo que necesita aire fresco- le dijo la maestra al ver su actitud tan extraña.

-¿Puedo acompañarla?- preguntó Erick.

La maestra entendió lo que pasaba, a los UE los dejó salir solos.

Jasmeiry caminaba rápidamente, mientras Erick la seguía.

-!Oye para!- él insistía pero ella seguía, casi que corría.

Llegaron a la cancha de baloncesto.

-¿Puedes decirme que te pasa?, ¿Ahora sí podemos hablar?, No quiero que te quedes con una imagen falsa de mí- dijo él preocupado e insistiendo para que ella le hablará.

-¡¿Quieres que te escuché?!- dijo ella alterada. -Pues te voy a escuchar, quiero que me respondas, ¿Por qué yo?, ¿Por qué te interesa tanto que te crea?, ¿Por qué no me lo dijiste antes?-...

Él la interrumpió...

-¡¿Crees que iba a poder decírtelo?!, ¿Crees que es fácil para mi tener que mudarme de 5 ciudades diferentes solo porque la gente ha investigado mi pasado y lo ha divulgando por todas partes?!-...

Ambos estaban muy alterados, ella estaba de espaldas a él, mientras él solo trataba de explicarle...

-¡Necesito que me escuches!- gritó él.

-¡Respóndeme!, ¡Respóndome!- insistía ella.

-¡¿Quieres saber por qué a tí?!, ¿Quieres saber por qué me interesa tanto que me creas?, Porque eres la única chica que me ha mirado así, porque eres la única chica a la cuál le he contado mi historia ¡Mi mamá le ha contado nuestra historia! Y no se ha ido, te has quedado, ¿Por qué?-. En ese momento él tomó su mano, la cuál estaba muy fría y le susurró: -¿Por qué?-

Ella solo volteó y lo besó...

Fue un beso mágico, ella rodeaba su cuello con sus brazos, mientras él su cintura, los músculos de ese chico a ella le encantaban, sus labios chocaban, uno contra el otro, mientras lo único que sabían hacer era, disfrutar y dejar que con ese beso el mundo se paralizara y el universo sea uno...

En ese momento una lágrima recorrió la mejilla derecha de él hasta llegar a sus labios...

El chico de la esquinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora