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Erik solo la miró, no dijo nada, solo se pararon por un momento y se quedaron viendo, como si quisieran otro beso...

En ese momento se acordaron que los estaban siguiendo...

–¡Corre!– gritó él

Ambos comenzaron a correr y pudieron esconderse detrás de un colegio abandonado, por suerte nadie los vió, los bandidos siguieron buscando, pero no los hallaron.

–¿Estás bien?– preguntó él, con gemidos de cansancio.

–Estoy bien– afirmó ella.

–¿Qué fue eso?– preguntó él

–¿Qué fue qué?– ella hacia como que no se acordaba.

–El beso Jasmeiry– dijo él explicando lo inexplicable.

–No fue nada, perdón, fue un impulso, no volverá a pasar te lo prometo– dijo ella llena de pena.

– Yo sí quiero que vuelva a pasar– dijo él con una leve sonrisa.

–No, tenemos que irnos, esos hombres pueden volver en cualquier momento–, él la detuvo, y la miró a los ojos, ella no podía seguir, sus piernas estaban temblorosas...

–Vamos a pasar lo noche aquí, es tarde, no podemos andar en la calle, tranquila, aquí no nos encontrarán–

–¿Qué vamos a comer?–

–Tengo algo aquí, yo no tengo mucha hambre, espero y te sirva– Erick, le pasó una galleta, que había guardado de la comida que le daban.

Ella la tomó y se la comió como una ardilla a una nuez, pero de repente paró y comenzó a sollozar.

–¿Qué pasa?– preguntó él preocupado.

–Dime la verdad, por favor, dime toda la verdad– ella, solo lo miraba con sus ojos llenos de lágrimas, mientras lloraba– ¿Por qué ha pasado todo esto?, ¿Cuando llegamos aquí?, Es tu culpa, ¡Dime!– ella como siempre vivía haciendo preguntas, de las cuales no obtenía ninguna respuesta, pero tal vez hoy sea diferente.

–Te voy a contar toda la verdad, ¿Ok?, Escúchame– en ese momento Erick se sentó en frente de ella a explicarle todo–, solo por favor te pido que me creas. Lo que pasó fue lo siguiente: tú sabes la historia de mis padres y yo; yo era abusado desde pequeño, en el sentido de que mi papá me golpeaba y me insitaba a golpear a otros chicos, yo no quería hacerlo, pero él me obligaba, si no lo hacía me iba a golpear; yo lastimaba a chicos inocentes, María fue una de mis primeras novias, a ella la conocí en primaría, me gustó y aceptó ser mi novia, cuando yo tenía 13 años se la presenté a mis padres, ellos la aceptaron, además de que conocían a sus papás, mi papá al darse cuenta de que estaba enamorado de ella, me llamó a platicar, me dijo como debo de tratar a una chica, me dijo que ellas deben estar sumisas a mí y hacer lo que yo diga. Esa no era la idea que yo tenía de un chica, yo quería amarla, protegerla, pero él decía que por eso yo era una mariquita, que debía comportarme como un hombre...– Jasmeiry lo interrumpió...

–¿Y tú madre que hacía?– preguntó ella.

–Mi madre solo aceptaba lo que él decía para que no la golpeara también, yo sentía tanta impotencia de no poder proteger a mi mamá, estábamos siendo gobernados por un hombre sin escrúpulos, pero yo era pequeño, indefenso, Manuel, el maestro nuevo que dices que llegó, es mi Padre, la cicatriz que tiene es parecida a la mía porque él me la hizo. Una noche llegó ebrio y me golpeó, golpeó a mi mamá, destruyó la casa, yo ya no soportaba más, mi mamá y yo esperamos a que se durmiera y huimos; desde ese día me propuse cuidar a mí madre como nada, nunca más volvimos a saber de él y ahora anda por ahí, suelto y yo estoy aquí y mi madre sola, me debilite– Jasmeiry volvió a interrumpir lo.

–¿Por mí?– preguntó ella.

–No por tí, por el amor que he sentido por tí, ha pasado tiempo, este amor es sólido, pero no te hace bien, mientras ese hombre esté suelto, estás en peligro, se ha propuesto arruinar todo lo bueno que hago, todo lo bueno que llega a mi vida, me he mantenido encerrado, no tengo amigos para protegerlos, ni novia, ni ninguna persona dejo que se me acerque para protegerlos– en ese momento una lágrima salió de los ojos de Erick.

Jasmeiry lo abrazó, lo hizo sentir amado, en casa. Ambos durmieron.

                                 •   •   •

–¡¿Que pasó?!– era Manuel, llamando a los hombres que tenían secuestrado a Erick y Jasmeiry. –¡Pedazo de inútiles!, ¡Los encuentran yaaa!, ¿Ok?, ¡Ay de ustedes si no los encuentran!– el hombre estaba preocupado, porque si los encontraban iban a ir con ma policía y no le iba a ir nada bien.

–Profesor, ¿Pasa algo?– preguntó Daniel.

–No, no pasa nada jóven, ¿Ya tienen alguna noticia?– preguntó él nervioso.

–No, pero calmese– le dijo Daniel de reojo.

La madre de Jasmeiry, Abigail, bajó de hablar con el director a hablar con todos los alumnos.

–¡Atención chicos!, Mi hija y este chico Erick, están desaparecidos, pero no están fuera del país, necesito que en grupo de los que puedan, se reúnan y vamos a salir a buscarlos, ellos tienen que aparecer y van a aparecer– dijo ella.

La madre de Erick también estaba en el lugar y habló:

–Ustedes son sus amigos, sé que mi hijo no hablaba mucho o no convivía mucho, pero vamos a buscar en cada rincón de la ciudad hasta encontrarlos y necesitamos que todos estén unidos para esto– dijo la madre de Erick.

En ese momento todos se pusieron de acuerdo para salir a buscar a los chicos, hasta el último lugar.

Manuel, el padre de Erick, estaba muy asustado por lo que podría pasar y al ver que no podría hacer nada, se fue del lugar sigilosamente.

                            •   •   •

Al día siguiente, Jasmeiry y Erick habían amanecido en el lugar, ambos sucios, con hambre, decidieron salir del lugar ya que era de día e irse en busca de alguien que pasara por la carretera y los llevase a su casa.

Por suerte encontraron a una familia de 7 miembros ( 2 padre, 5 hijos) los cuales se ofrecieron amablemente a llevarlos a sus casas, era muy alegres Erick y Jasmeiry se empalagaban de tanto amor y cantos alegres, las personas les dieron comida y los atendieron como ellos querían.

De camino a casa, los chicos se percataron de las fotos de ambos pegadas en todas partes, eso les dió señal de que sí los habían buscado; más adelante vieron a la multitud, llenos de pancartas, cartulinas, pósters y más cosas con sus fotos, buscándolos..

–¡MAMÁ!– gritó Jasmeiry emocionada, – ¡Es mi mamá!, ¡Pare, pare, pare!– dijo al señor que conducía –¡¡Mamá!!– Jasmeiry gritó, dió las gracias a los señores y corrió dónde su mamá.

Su mamá los vió y dirigió a toda la multitud hacía ellos.

Todos estaban emocionados de haberlos encontrado; sucios y hambrientos, pero los encontraron.

Jasmeiry fue a casa con sus padres y Erick fue a casa con su madre. La noche de ese mismo día pasaron en las noticias la muerte de Manuel, el cuál se descontroló mientras manejaba en la carretera 6 el apresamiento de sus secuaces.

Jasmeiry y Erick chateaban y agradecieron a Dios él estar sanos y salvos.

Pasó una semana, ya ambos estaban recuperados de lo que había pasado, ambos chateando quedaron de verse en lugar donde se dieron su primer beso.

Cuando los dos estaban ahí, él tenía una ropa que nunca se había puesto, camisa de flores azules y pantalón color crema, ella tenía un vestido cómodo, corto, ya que era verano.

–Ya no tienes motivos para alejarte de las personas– dijo ella mientras tocaba sus manos.

–Pero sí tengo motivos para acercarme más a tí– Erick la besó, como siempre quiso desde que se enamoró de ella, ella correspondió y ambos se dieron un beso largo, mientras llegaban las personas, sus amigos, sus padres y todo aquel que les hace feliz, ese día hicieron fiesta, celebraron, el amor y el estar juntos.

Y el chico de la esquina, lleno de temor, rencor, malos deseos, no existió más.

Fin.

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2021 ⏰

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El chico de la esquinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora