Incógnitas

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Jasmeiry abrió los ojos y él solo se alejó.

Ella estaba muy preocupada, él solo salió del lugar dejándola sola y con muchas preguntas.

Jasmeiry salió corriendo detrás de él, pero era muy veloz, no lo alcanzaba. Y en una esquina, ella vió un autobús y a él pasando por delante, cuando el autobús se fué, él ya no estaba ahí.

Ella se quedó con mil preguntas en la cabeza, tomó su celular y le envío un mensaje.

-Oye. ¿Me puedes decir que pasa?. Por favor estoy muy preocupada- fue el mensaje que le escribió.
En eso llegó Daniel:

-Oye Jas, ¿Qué pasó?, ¿A dónde fue Erick?, Su mochila y sus pertenencias están aquí, ¿A dónde fue?.

Ella solo se quedó mirando hacia el horizonte, imaginando lo que había soñado y lo que había pasado en ese momento. No sabía que hacer, solo salió del instituto sin responder las preguntas de Daniel, a lo que él llamo a Marisol y Clara.

-¿Qué pasó?- preguntó Clara.

-Yo no sé, pero esos dos están muy sospechosos- insinuó Marisol.

-Chicas, ¿Ustedes saben lo que pasa entre ellos?- preguntó Daniel mirando las con cara de sospecha.
A lo que ella solo se miraron entre sí, sabiendo que no podían ocultar más. Clara y Marisol le dijeron toda la verdad de los chicos, que Jasmeiry estaba enamorada de él y que a propósito quería participar con él en el proyecto.
Las chicas al ver que Daniel bajó el rostro, lo miraron como si estuviera ocultando algo.

–Espera... ¿Te gusta Jasmeiry?– preguntó Marisol muy preocupada de la situación. Daniel solo le indicó que sí mirándola, por lo que los tres se quedaron sentados en una roca muy grande que había en el jardín central del instituto.

Jasmeiry seguía buscando a Erick por todas partes, pero no estaba, fue a su casa y su mamá le dijo que no había llegado, fue a ese lugar donde la llevó, allí estaba la guitarra, estaban las flores y todo tal como lo dejaron, ella comenzó a llorar, al momento que destrozó todo lo que vió, sus sentimientos eran de ira y tristeza, ella estaba muy preocupada pero a la vez molesta porque se fue sin ninguna explicación, su caída había cambiado desde que lo conoció y cuando por fin logran demostrar lo que sienten, él simplemente se va, ella solo pensaba y se preguntaba, ¿Por qué?, Eran sus preguntas mientras lo insultaba en voz alta.

–¿Por qué?, ¿Por qué?, ¿Por qué?– era lo único que decía mientras rompía todo lo que veía a su paso.
Cuando se calmó, empezó a llorar, nunca se imagino que conocer a ese chico la iba a hacer sufrir tanto, era como si la hubiera cambiado por completo, ella seguía furiosa, llena de ira.

–¡Nunca debí hablarle!, ¡Nunca debí investigarlo!, ¡Nunca debió haber llegado a mi vida!!– gritó muy fuerte, mientras desahogaba su llanto sentada en el pasto.

En ese momento recibió un mensaje de Mariano, le preguntaba dónde estaba y que estaban muy preocupados por ella, a lo que ella respondió que ya iba a volver, que no se preocuparan porque estaba bien.

Ese día Jasmeiry había experimentado una sensación que nunca antes había echo, su vida había dado un giro inesperado y Erick había desaparecido.

Todos estaban muy preocupados por Erick, llegó la noche y él seguía sin aparecer. En el instituto regañaron muy fuerte a Jasmeiry por salir sin permiso y Erick iba a ser expulsado porque no había sido la primera vez que lo haga, a ella nadie le había contado eso.

Al llegar la noche, Jasmeiry estaba en su casa, en la cama, lista para dormir, cuántos Daniel la llama:

–Hola Jas, ¿Quieres salir?– la invitó.

Jasmeiry no tenía ganas de nada, pero decidió ir con él, porque mientras Erick estaba quien sabe dónde, ella no se iba a quedar ahí, fue lo que pensó. Daniel le dijo que pasaría por ella.

Cuando Daniel llegó, ambos fueron a caminar, hacía frío, era una noche de Julio muy fría, ambos estaban abrigados.

–Oye, sé que estás mal por lo de Erick– insinuante Daniel.

Jasmeiry lo interrumpo, de una manera demasiado arrogante, y desvío el tema.

–Mira, una feria– dijo ella señalando hacía adelante. Ambos fueron a la feria, en esa ciudad era muy común las ferias en los meses de Junio a Octubre.

Durante toda la noche, Jasmeiry estuvo muy callada, como si no disfrutará la noche, cosa que Daniel notó y decidió salir de ahí.

Ambos se encontraban otra vez caminando por la calle, era la calle central de la ciudad, dónde solo se escuchaban ruidos de autos y vendedores ambulantes, muy raro para ser una ciudad, pero los dos estaban bien. Ella hizo una seña de que tenía frío, por lo que él le dió su abrigo, ella no quiso aceptarlo pero él se la dió, era fuerte y soportaba el frío.

Ambos vieron un café a la derecha y decidieron entrar para calentarse, ambos pidieron un café tradicional, pero él a escondidas pidió que le dibujaran una flor al de ella, su plan era animarla.
Mientras esperaban el café:

–¿Por qué haces esto?– preguntó ella.

–Sabes que te quiero mucho, no puedo verte así– dijo él.

–Sé que quieres animarme, pero en este momento no creo que pueda, agradezco que me hayas hecho pasa esta noche tan linda, te prometo que no lo olvidaré– dijo ella mientras tocaba su mano derecha que estaba sobre la mesa.

Él la miró y sonrió, a lo que ella también lo hizo.

–¡Vez, eso me gusta!, Quiero que sonrías así siempre, si vieras lo bonita que te ves– dijo él coqueteando.

Ella solo lo miró y sonrió, a lo que nos se quedaron mirando y sonriendo. Cuando llegó el café, Jasmeiry vio la flor y le agradeció, él hizo como el que no sabía nada, pero después lo admitió, le agradeció de nuevo y siguieron hablando de los dos.
Temas como, la ropa que llevaba él, la cuál era muy abrigadora y no necesitaba la el abrigo que le prestó a ella. Juntos las horas pasaron rápido y no se dieron cuenta de que se quedaron hasta que cerró el café.
En ese momento ambos tuvieron que irse, caminaron otra vez hacia casa de Jasmeiry, en el camino iban agradeciendo uno al otro.

–Muchas gracias, la verdad necesitaba esta noche– dijo ella.

–Ya te dije que no hay nada que agradecer, tú te mereces ser feliz y menos por un chico que no te valora– dijo él mientras volteaba a verla con su cara de angustia.

Ella no quiso entrar en el tema, a lo qué quiso evadirlo y seguir caminando, él para no hacerla sentir mal (lo cual no era su propósito) decidió dejar las cosas así y seguir caminando.

Cuando llegaron a casa de Jasmeiry, Daniel la tomó de la mano y le agradeció por la noche, pidió que se repita y le dió un beso y un abrazo.

Mientras se abrazaban ella alcanzó a ver una sombra de dentro de los árboles de en frente, insinuó que era Erick por lo que no le dijo nada a Daniel y se despidió.

Cuando llegó a su habitación solo pensaba en eso, en si era él o no.
Al mío tiempo se cuestionaba y enojaba por su actitud tan cobarde. Pero decidió estar en Paz y se acostó.

En ese momento sonó su celular, era la madre de Erick...

El chico de la esquinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora