15. You don't even exist to me

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-¡Hola!- Louis llegó a su casa desanimado, sus nudillos le ardían como fuego en la hoguera. Nadie le respondió así que dio por echo que estaba solo, se quitó los guantes que anteriormente Harry le había prestado aunque por su desgracia, aún había sangre fría en sus manos cosa que al secarse con estos puestos se pegaran a la tela. Soltó un quejido causado por el dolor cosa que ocasionó la apertura de las heridas las cuales empezaron a sangrar de nuevo, rápidamente se dirigió al baño y abrir el botiquín de primeros auxilios. Abrió el pequeño armario que escondía el espejo para agarrar un bote de alcohol y unos algodones., vertió el liquido sobre estos y poco a poco lo fue acercando hacia su mano. Un simple roce hizo que Louis cambiara su expresión facial a una de dolor.

Se detuvo un momento para pensar, miró su mano y luego el algodón para acto seguido agarrar el bote y verterlo por sus manos sin piedad alguna. El chico soltó tal grito que agradeció estar solo en casa, su piel ardía, quemaba, sentía que sus manos se estaban desintegrando lentamente hasta convertirse en cenizas. Daba saltos de dolor ya que no podía hacer nada mas para detener esa agonía, excepto esperar a que se desvaneciera. Sus ojos empezaron a cristalizarse, los apretaba con fuerza a causa de las heridas. Una vez el ardor cesó, Louis guardó los productos en el botiquín, sacó una venda y la envolvió en sus manos para luego volver a colocarse los guantes de Harry.

Salió del baño para dirigirse a su habitación, se sentó en la esquina de la cama frente a la ventana. Su mirada observaba sus pies sin ninguna intención, estaba cansado aunque solo fueran las doce del mediodía. De repente el timbré sonó y Louis abrió los ojos del susto, salió de su pieza y se dirigió a la puerta. Miró por el agujero pero no logró ver a nadie, entonces poco a poco abrió la puerta. Era Harry.

-¿Que..?¿Que haces aquí?- Estaba muy confundido, en ningún momento le dio su dirección y ahora de repente estaba ahí, delante de su puerta.

-Em...Sonará raro- Sonrió nervioso -No te noté muy bien antes en la escuela así que decidí seguirte, perdón si te he incomodado, de verdad, puedo irme si quieres-

-Oh no, no hace falta...Puedes pasar- Dijo tímidamente.

-Antes de nada- Exclamó Harry -Me pasé por la tienda de esa esquina- Señaló una calle y volvió a mirar a Louis -Y compré una cosa para ti- De su chaqueta sacó una bolsa y se la entregó al chico.

-Cereales de colores- Dijo sonriendo -Son mis favoritos- Miró a Harry.

-¡Los míos también!- Exclamó feliz -Ya tenemos algo en común-Ese comentario hizo feliz a Louis.

Louis le hizo una señal de "pasa" para que entrara a su casa, una vez dentro el chico le guió a su habitación y Harry se sentó en su cama.

-Tienes una habitación muy bonita- Comentó el rizado.

-Gracias- Sonrió.

-Wow- Dijo Harry dirigiéndose a la guitarra de Louis -¿Tocas la guitarra o solo la tienes para hacer mas bonita tu pieza?- Preguntó.

-Si la se usar- Respondió Louis riendo hacia el comentario del pequeñín.

-¿Puedes tocar algo?-

-Es que...me da vergüenza- Dijo Louis nervioso.

-Oh, entiendo. No pasa nada- Le sonrió.

Louis se dirigió con Harry y se sentó a su lado.

-¿Puedo preguntarte algo?- Preguntó el ojiverde.

-Claro- Le respondió.

-¿Es verdad que odias a la gente....ya sabes, gay- El chico de ojos azules se sorprendió con ese comentario, ¿Por qué le preguntaba eso?.

Don't forget me LouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora