Ventinove

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Despertó sin saber dónde estaba.

Otra vez.

Frotó sus ojos sintiendo un olor venir desde lo lejos y con sus sentidos de lobo se guió hasta llegar a la cocina. Encontró a su mayor cocinando lo que reconoció como sopa de resaca.

–Despertaste, sientate. Debes tener una resaca terrible. –mencionó Seon sirviendole en la mesa de su cocina.

–¿Qué fue lo pasó anoche? –preguntó rascando su cabezaa tomando asiento frente al plato.

–Llegaste a mi casa más ebrio que nunca, me besaste y empezaste a llorar porque Jake aún no te da una respuesta concreta.

–¿¡Te volví a besar!? –se exaltó el menor.

–No, nos acostamos y luego te dormiste en el sofá. –dijo con sarcasmo– Si Youngbin, volviste a chocar mis labios con los tuyos y tecnicamente sigues con Jake. ¿Qué quieres conseguir? –el beta estaba molesto– No soy un juguete que te tiene que cuidar cuando nos sabes cuidar de copas.

–Genial, ahora tengo más peso para cargar.

–Es broma ¿no es así? ¡Youngbin ya basta! –Seon dió un golpe en la mesa– No puedes seguir mientiendole de esa manera a tu pobre omega. Cuando podría tener la oportunidad de que alguien si lo valore como tú no lo haces.

–¡Si lo valoro!

–Si es así, ¿por qué me volviste a besar y se lo quieres ocultar? –mantuvo postura firme– Abre los ojos Lee Youngbin, tu cuento de hadas tiene que acabarse.

–Tal vez me estás diciendo eso porque quiere que me sienta igual que tú, solo sin un cuento de hadas como me lo estás diciendo.

Algo se rompió, pero solo una persona lo sintió.

Seon sintió como su corazón se quebró en mil pedazos. Más aguantó que sus ojos se pusieran llorosos y le dedicó una mirada neutra con decepción.

–Tal vez tengas razón, no tendré tu cuentos de hadas con pareja pero lo tendré conmigo mismo. –su voz era neutral y calmada– Estaré solo, pero por lo menos tengo más oportunidades.

–Hyung

–Lo más probable es que después del desfile me den una oportunidad de irme a Milán. Allá no estaré solo como me dices. –se formo un nudo en su garganta– Por favor vete de mi casa.

Sabía que tenía razón pero su orgullo era más grande que su lógica, no quería que su menor lo odiara, sabría que tendría a casi todo el mundo en su contra. Para evitar explotar tomó la última cucharada de sopa y se largó de ahí, dejando a Seon con otro dolor de cabeza.

La verdad tenía que salir a la luz, y tenía que ser lo más pronto posible.


La verdad tenía que salir a la luz, y tenía que ser lo más pronto posible

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Después de la fiesta todos se quedaron a dormir en la casa de Jay. Era la más cercana al gimnasio así como era de imaginar todos quedaron agotados y cayeron rápidamente en el mundo de los sueños encima de los colchones que tenían las madres de Jay.

Ambas se encontraban en un viaje de aniversario así que dejaron a su hijo solo, sin problema de poder llevar a sus amigos.

La pareja durmió abrazados y los otros dos a sus lados solamente apartados.

El primero en despertar fue el omega castañito que solo se dedicó a mirar el techo ya que no conocía muy bien la casa y verguenza le daba despertar a su rubio amigo que bastante cómodo se encontraba con Jungwon.

–¿Qué tanto miras? –preguntó la voz ronca a su lado que conoció como la de Sunghoon–

–El color del techo es bonito, ¿cuál tipo de madera crees que es?

–He de suponer que roble, ¿tú que crees?

–Yo creo que de encina, es un bonito árbol.

–Esos árboles tienen el tamaño perfecto para estar debajo de ellos en una tarde de picnic. Deberíamos hacerlo un día –dijo confiado el alfa haciendo sonrojar un poco al omega castañito.

–Sí, podría ser una gran idea. -volteó quedando frente a frente– A los chicos les agradaría la idea.

–No me refería a con los chicos. Solo ir nosotros dos –acomodó los mechones que tapaban el rostro de su amigo– ¿Qué dices?

Si Jake ya era más bajo que él en ese momento se sintió diminuto, era muy temprano para decirle algo así.

–M-Me parece bien, aunque no soy el mejor cocinando.

–Podemos comprar algunas cosas, y si algo nos resulta, podríamos intentar hacer batidos.

El castañito asintió con cierta timidez.

–Bien.

–Bien.

En silencio se quedaron mientras Sunghoon jugaba con los cabellos del mayor mientras Jake mantenía sus ojos cerrados disfrutando los mimos de su amigo.

–Jake.

–¿Si?

Quedó paralizado cuando el más alto posó sus codos por ambos lados de su cabeza. Se quedó viendo como el pelinegro juntó sus frentes.

–No sabes cuánto desearía ser tu predestinado.

–Sungho-

–No tengo destinado cachorro –miró al omega a los ojos– mis abuelos son primos y se saltó una generación dándome la maldición a mí. Nací sin que la Diosa Luna se acordara de darme un predestinado.

Jake trataba de procesar la información reciente, ahora su investigación se había ido a la mierda porque al fin tuvo una conclusión.

Una que nunca pensó tener.

–Por favor no le digas de esto a nadie, si te lo digo a tí es porque me das la confianza de contartelo.

Jake no le dejó nada más que sonreírle acariciando sus palidas mejillas.

–Lo prometo Sunghoon, tu secreto está asalvo conmigo.

Sunghoon sintió un alivio tremendo de por fin poder hablarlo con alguien. No se aguantó y atrajo a Jake a sus brazos dejandolo en su pecho diciendole repetidas veces que estaba agradecido.

Ni siquiera era primavera aún y ya habían mariposas revoloteando. Pero no precisamente en el exterior.

Si no que en el estómago del omega.

Hasta aquí mi actualización semanal, he estado algo atareada pero intento cumplir para ustedes

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Hasta aquí mi actualización semanal, he estado algo atareada pero intento cumplir para ustedes.

Por fin se nombró la verdad de Sunghoon, algo inusual ¿no creen?

Con razón nos había salido tan rockstar antes🤘🏻😔

Que tengan una bonita semana.

Cuídense mucho, tomen agüita y coman sus comidas.

Lxs adoro. 💖

Nos leemos pronto~

No es lo que parece || Jakehoon [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora