Trentaquattro

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Media hora había pasado, y cada uno se mantenía en una esquina del ático.

El silencio era sepulcral, ninguno se atrevía a dar el primer paso a por miedo de la reacción al otro. Era obvio que en algún momento tendrían que hacerlo, no por nada estaban ahí.

Bien despistados se vieron que ni sus celulares llevaron.

–Creo que no bromeaban con dejarnos aquí. –dijo Sunghoon soltando un suspiro.

–Así veo. –Jake se paró en busca de mantas y le pasó una a Sunghoon.– Está haciendo más frío, no es la idea que te resfríes días antes de la competencia.

–La verdad es que no tengo frío, pero gracias por la manta igualmente.

El silencio sepulcral volvió a su incómodo entorno, desesperando a sus lobos por lo tontos que podían llegar a sus humanos.

Bueno, no tontos. Digámosle un tantos lentos en enteder y hablar.

Jake buscaba con la mirada donde se encontraban los colchones hallandolos arriba de un armario, hizo intento de alcanzarlo sin que le cayeran los demás encima pero su objetivo se vió fallido al ver como venían hacia él. Cerró los ojos para no ver el impacto.

Más no sintió los colchones si no su brazo ser jalado hacia lado cayendo sobre un cuerpo y ser rodeado por unos brazos que ya conocía.

–Cuidado, me pudiste haber pedido ayuda. –dijo con voz ronca Sunghoon haciendo estremecer al pequeño omega.

Abrió los ojos encontrándose con los ojos oscuros del alfa sobre él, estando a una distancia considerablemente cerca haciendo que las mejillas de Jake tomen un tono carmesí.

–S-Si, gracias. –observó como el alfa seguía con sus brazos sosteniedolo.– Sunghoon, podrías...

–Oh, si. Lo siento. –liberó al mayor y lo ayudó a acomodar los colchones que sobraban.

Ordenaron un tanto para tantear y terminaron con un colchón para cada uno y las mantas respectivas.

–Bien, creo que ya es momento de dormir. –mencionó el alfa acomodandose para dormir.

–Sunghoon espera. –el alfa obedeció esperando respuesta.– Yo... Lamento haber escapado así ese día e ignorarte los siguientes.

–Es entendible Jake, habías recién sabido que tu novio de ese momento te engaño. El error fue mío al haberte dicho en ese mismo momento lo que sentía, te sentiste abrumado.

–Yo-

–Está bien, no tienes culpa de nada. Ahora vamos a dormir, solucionamos lo que queríamos, ¿no?

Jake asintió e inmitó las acciones de Sunghoon para intentar dormir.

–Descansa. –dijeron ambos al mismo tiempo antes de darse la espalda y fingir que intentarían dormir.

Shim se sentía realmente un tonto, aún tenía el sentimiento de culpa en su pecho haciendo que no pudiera dormir. Park ya le había dicho que estaba perdonado pero no sentía que fuera un perdón lo suficiente para sanar su corazón.

Su mente jugaba con él reclamandole que no siguiera mientras que su corazón le decía que debía llevarse por la perceptividad. Cuerpo completo hecho un lío, pero esperaba que sus acciones dieran resultados y no quedara como tonto.

Se levantó de golpe haciendo saltar del susto al otro que estaba tranquilamente acostado. El omega tomó por las muñecas al alfa quedando arriba de su cabeza.

Teníamos a un Sunghoon petrificado y no quería moverse porque estaba en shock.

–Park Sunghoon. –el nombrado que estaba completamente ido de si mismo.– Espero que solamente me escuches y no interrumpas todo lo que tengo que decirte. –asintió con temor.–Te detesto, por tener esa cara bonita haciendo que varias personas caigan a tus pies al solo sonreír y ni hablar cuando te conocen, enamoras a cualquiera que quieras. Yo no quería esto, pero soy parte de ese grupo de personas. Me odio de no darme cuenta antes y que hayas sufrido en silencio por mi culpa, yo estando cegado por el tonto de mi ex y solo creyendo que siendo destinados estaríamos juntos para siempre y mis sentimientos no se irían, pero que equivocado estaba.

No es lo que parece || Jakehoon [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora