Diciassette

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Ambos adolescentes pasaron por la cafetería del hospital. Sunghoon compró un café y Jake compró una botella de agua. Se sentaron en una mesa aparte ya que no querían tener mucho ruido, sus cabezas lo pedían.

Jake le explicó a Sunghoon lo sucedido y el alfa lo escuchaba atentamente, le dio ternura lo emocionado que se veía Jake al decir que iba a ser tío.

–¿Debemos esperar a tu hermano? –Jake asintió.– ¿quieres que compartamos audífono?

El castaño asintió colocando su audífono, vió su teléfono. Esperaba a que su batería estuviera muerta y así fue. No tenía como avisar a sus padres así que esperaba que Chan pudiera hacerlo.

–¿Cómo van las cosas con Youngbin hyung? –preguntó de repente el peli negro.–

–Vamos bien, el sábado es su cumpleaños y lo quería pasar solo conmigo así que –se encogió de hombros.– cumpliré su deseo.

–Ya veo. –hubo un largo silencio que fue reemplazado por la canción reproducida en el teléfono de Sunghoon.– ¿le tienes algo preparado?

–Le había comprado algo hace unos días y también le preparé algo especial... –lo último lo dijo en tono bajo ya que le daba algo de vergüenza contarlo.–

–Woah, ¿me cuentas que es esa gran cosa? –preguntó interesado su amigo.–

–leescribiunacancionqueteniahacemucho. –dijo entre dientes él omega.–

–¿Qué dijiste? –se sacó el audífono y se acercó al rostro de su amigo.– hablaste muy rápido.

Jake suspiró, era algo muy personal y algo que no se lo había comentado nadie.

–Escribí una canción, de hecho la tenía hace tiempo y ahora la mejoré. Se la pasaré el día de su cumpleaños.

Silencio. Algo que lo alarmaba porque esperaba que Sunghoon se riera en su cara y dijera que era algo estúpido pero no recibió nada, a lo que sus ojos cerrados pensaban porque no veía la expresión de su amigo.

Solo sintió un brazo alrededor de sus hombros y cómo le revolvían el cabello.

–Ay Jake, Jakey. A veces pienso que tienes un alma tan pura, así como la leche. Eres realmente un genio, no me iba a reír por si es lo que pensabas y me siento honrado de ser el primero en saberlo. –el castaño le dedica una sonrisa de agradecimiento que también el pelinegro se la devuelve.–

–No se lo digas a Jungwon, pero me estás haciendo tener mucha confianza en tí. –mencionó el australiano soltando una risa.–

–Créeme que me conviene no decirle, aunque tenga cara de bebé llega a dar miedo. –ambos rieron por la broma del alfa.–

Se sentía una atmósfera cómoda, como si solo ellos existieran en su propia burbuja. Sunghoon a veces agradecía conocer al australiano y Jake viceversa, sentían que tenían una confianza y conexión que nunca habían tenido con nadie más. Aunque Sunghoon sentía un amor platónico con el omega se conformaba por el momento de ser su amigo, cuidarlo cuando lo necesitaba y devolverle el favor de todo lo que hacía por él.

En cambio Jake se sentía bien, nunca había tenido esa cercanía con nadie siendo amigos. A veces se sentía extraño, solo quería ayudar a su amigo a encontrar su pareja pero algo muy dentro de él le decía que no lo haga. No sabía si era por no poder la decisión de su amigo o algo le pasaba a él. Definitivamente quiere borrar la última.

Luego de un rato vino Chan diciendo que él los llevará pero volverá después porque Félix pasaría la noche ahí, obviamente Chan se quedaría con él. Al llegar a casa de Sunghoon ambos australianos se despidieron del pelinegro y partieron rumbo a su hogar para que Jake pudiera descansar.

No es lo que parece || Jakehoon [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora