Trentadue

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–Sal de ahí.

–No quiero.

El australiano menor estaba bajo sus sábanas, prácticamente era un bulto bajo ellas.

–Jake. –Chan puso una voz de advertencia.

–No quiero salir, afuera solo me mienten.

Chan suspiró hincándose para acariciar la cabellera de su hermanito.

Había estado toda la semana encerrado en su habitación y lo único para que se levantara era para comer e ir al baño, el resto del día se la pasaba deprimido en su cama sin querer salir.

De Youngbin no habían sabido nada porque lo más probable es que si se apareciera por esa puerta sería echado a patadas sin nisiquiera dejarlo decir hola.

Por otro lado Sunghoon ha estado enviándole mensajes, llamadas pidiéndole disculpas y si es que podían hablar. Para Jake su teléfono se convirtió en una decoración más en su habitación, ocupaba solamente su computadora para distraerse un rato con alguna película pero terminaba frustado porque las parejas principales quedaban juntas jurándose amor eterno.

Patético.

Solo eso le parecía

Esta vez Felix intentó acercarse lentamente acariciando el cabello de su cuñado. Este se dejó mimar un rato por Felix ya que al estar embarazado tenía feromonas más dulces y agradable.

Parecía un cachorro.

–¿Has hablado con Sunghoon?

El menor negó.

–¿Piensas hacerlo?

–¿Y qué le diría? No tengo una respuesta clara para él. –habló por primera vez Jake.

–¿Qué te parece si salimos? Un cambio de color no te vendría mal, a mi tampoco. –Felix le sacó las sábanas de encima con delicadeza– podríamos ir al cine y comprar ropa, ¿Qué dices?

Okey, feliciten a Felix por ser el mejor cuñado.

Su pecho dolía al recordar las palabras que hicieron salir a la luz la infidelidad de su ex, los escenarios en su mente jugando en contra para seguir deprimido.

Ha oído varios mitos que los omegas pueden llegar a enfermar o incluso morir por el rechazo. Pero extrañamente su lobo solo tenia herido el orgullo, no había tenido ningún síntoma de rechazo estos días.

Había algo o alguien que hace que Jake siguiera estable y con su pancita llena de calma.

Tal vez se vería algo deplorable en estos momentos, la gente lo miraría mal hasta lo apuntaría.

¿Pero cuando le ha importado eso?

Si lo veía desde otra perspectiva, no podía quedarse toda la vida lamentando el rechazo de "su alfa" entre sábanas, mocos y lágrimas.

Claro que no. Eso está totalmente en el pasado, ahora debía mirar hacia el futuro.

Era Sim Jaeyun señoras y señores.

Pidió a sus mayores salir de su habitación para poder cambiarse y hacer algunos arreglos a su habitación. Demoriría un poco.

Tomó una bolsa de basura inspeccionando todo a su alrededor.

Si que habían varios recuerdos con su ex.

Con sus manos tomó cada carta, cada peluche, cada foto. Todo rastro que diga Lee Youngbin en esa habitación ahora se estaba yendo por esa bolsa de basura. Echó una última mirada a su habitación.

No es lo que parece || Jakehoon [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora