No es lo que parece || Jakehoon [EN EDICIÓN]

Secondo

–Hey Sunghoon, ven aquí. –el alfa mayor lo invitó a su lado mientras que este sostenía a su pareja desde la cintura.

Dudó un tiempo su respuesta pero simplemente hizo caso omiso al llamado de su amigo.

–Así que, por lo que veo, este era el chico de quién hablabas, hyung.

–Como lo dictas, te presento a Jake, mi omega destinado. Jake, él es Sunghoon, un amigo y compañero de clase. –El castañito le sonrió aunque no veía muy bien su rostro debido a que no llevaba sus lentes pero de igual manera le hizo un gesto con la mano.

El chico no evitó devolverle la sonrisa al omega que le causaba ternura. –El gusto es mío

–Lo mismo digo. –De un rato a otro el ambiente se tornó incómodo para todos, la pareja buscaba la forma de salir de ahí mientras que el otro también quería buscando alguna escusa.

–Ahm...Jakey, ¿Por qué no traes tus lentes? –Menos mal Beomgyu encontró la manera de romper la tensión.

–Ah, digamos que se me quedaron en la biblioteca. Mañana apenas llegue iré a ver si están donde los dejé, ya sé que soy un poco torpe. –Formó un puchero con sus labios que conmovió el corazón de ambos alfas ahí, claro que solo uno de ellos atinó reaccionar y besarlo haciendolo sonrojar arrugando su nariz.

–Sabes que no puedes ver bien sin ellos, vamos ahora, en una de esas está abierto y aprovechas de buscarlos.

El castañito asintió a las palabras de su novio y ambos se fueron de ahí no sin antes despedirse de Sunghoon.

El pelinegro suspiró. –Supongo que mi mala suerte no para.

El rubio a su lado no paraba de reír y burlarse todo lo que le había contando ante la mala suerte de su mejor amigo, digamos que Jay era bastante bueno en burlarse de Sunghoon cuando le convenía.

–Entonces la cosa va así. –hizo una pausa antes de seguir hablando si no seguiría riéndose del pobre. –Ambos sabemos que nunca has sido bueno hablando con la gente, nunca te has acercado a un omega porque te da miedo coquetear y cosas por el estilo, el día de ayer al salir de clases te topaste con un chico que no pudo reconocer tu rostro porque no llevaba sus lentes y así no notó que estabas casi babeando por él, luego cuando ya te ibas a acercar te enteras que es el novio de Beomgyu hyung.

El afectado solo asintió a las palabras de su amigo mientras seguía patinando, era uno de los lugares donde era como su hogar y podía ser él mismo sin ocultarse del exterior. Jay solamente le hacía compañía desde la entrada ya que apenas pisaba el hielo era capaz de caer al instante por su pésimo equilibrio.

–¿Qué piensas hacer? ¿Atraparás a tu presa?. –Bromeó el mayor.

–No seas imbécil Jay, es una persona no un trozo de carne, además no tengo oportunidad. Beomgyu hyung y él son destinados.

El no patinador solo se aguantó a no darle un golpe en la nuca por lo tonto que podía ser Sunghoon.

–Park Sunghoon, ¿Sabes que igual hay parejas que solamente se quieren? Tienes 17 años y crees en mitos que nos contaban cuando éramos niños.

La duda no dejaba de correr en el pelinegro que se alejó de la orilla para volver a practicar dejando a su amigo detrás.

Luego de un rato solo los 2 estaban en el gimnasio dónde estaba la gran pista charlaban con tranquilidad mientras se contaban anécdotas raras de esos días, en un momento algo llegó a la nariz de Jay, un olor demasiado dulce que rápido volteó a ver de dónde venía encontrando la mirada con un pequeño de cabello azabache y hoyuelos encantadores. Ambos sintieron el olor del otro quedando cautivados, eran destinados y se habían encontrado.

Por otro lado un castañito miraba raro a su amigo, se supone que lo acompañaría a consultar sobre las clases para su currículum de la universidad, el otro chico al encontrarse con su amor platónico esta vez con lentes le pareció más adorable de lo que ya era e hizo el esfuerzo de ocultar su sonrisa.

–Jake, ¿Verdad? Eres novio de Beomgyu hyung, ayer nos saludamos. –Empezó hablando el alfa ignorando a la pareja recién formada.

–Oh sí, ayer no podía verte bien porque no llevaba mis lentes, pero hoy sí. Digamos que necesito mucho aumento. –explicó el omega.

–No te preocupes, ahora dime, ¿Necesitan algo?

–Mi amigo Jungwon venía a acompañarme pero veo que se distrajo con el tuyo. –Le dedicó una mueca incómoda a los dos restantes.– En fin, en mi escuela están pidiendo actividades extracurriculares a los de último año para poder entrar a la universidad y como yo no hago nada no tenía tantas opciones. Beomgyu hyung me dijo que hacías patinaje y que te preguntara si podías hacerme unas lecciones. Es solo para mi currículum, prometo no ser muy molestoso y obedeceré en todo, por favor...

El pelinegro de verdad se estaba aguantando las ganas de pellizcarle las mejillas pero solo le dedicó una sonrisa. De igual manera quería jugar un poco, tal vez ganaría más tiempo con él.

–¿Y qué ganaría yo si te hiciera clases?

Okey, nunca tuvo en su cabeza que llegara a dudar o negarle el que le enseñe, sus manos a pesar del frío se encontraban sudorosas por los nervios y las pasó sus manos por sus pantalones para intentar para el sudor.

–Sunghoonie, te recuerdo que estás reprobando matemáticas y por lo que me contaba Jungwon, Jake es un As en matemáticas. –Explicó el otro alfa que tenía los brazos alrededor del omega menor.

–Eso es cierto, Jake hyung ha ganado varias competencias en eso, además que siempre se hace tiempo para enseñarme, nunca ha tenido una mala nota en la materia. –En ese punto el chico con ojos de cachorro parecía una manzana por los halagos de su amigo, realmente quería desaparecer por la vergüenza que estaba pasando.–

–No es para tanto, simplemente pongo atención y refuerzo en casa de vez en cuando... –Soltó una risa nerviosa.

–Si es así, te propongo un trato. Mientras yo te enseño a patinar tú me podrías ayudar con matemáticas, ninguno de los dos estaría en deuda.

–Me parece bien –Jake sonrió y le extendió la mano.– entonces, ¿Es un trato?

Estrechó la mano con el chico.

–Es un trato, dame tu número para ponernos en contacto. –Le extendió su teléfono y así agregó su número.

–Luego me escribes y nos ponemos de acuerdo. ¿Nos vamos Jungwonie? –El omega menor asintió y se despidieron agitando sus manos.

–Woah, Sunghoon, si que la hiciste de oro. –Agitó a su amigo por lo orgulloso que estaba al poder hablar con el chico.

Soltó un suspiro. –Por lo menos me conformo teniendo su amistad.

...

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Nos vemos.