No es lo que parece || Jakehoon [EN EDICIÓN]

Trenta

La luna llena estaba en su máximo esplendor, en una completa luminosidad encendía las apagadas calles de la ciudad no dejando oscuridad, sin excepciones.

Entre luna llena signficaba presentación de lobos, celos y uniones de almas que desde siempre supieron que debían terminar juntas. A quienes iban en contra de el bienestar de los demás como asesinos, violadores y abusadores esta era la opotunidad de aquella para que puedan recibir sus castigos.

Una joven pareja iba caminando por las grandes calles de la ciudad dandose miradas tímidas dignas de una historia de romance, solo creían que estaban ellos dos solos y nadie más, su burbuja de amor era irrompible.

Se encontraron un parque donde habían columpios donde aprovecharon de parar un segundo, aunque el alfa no dejó que su omega se sentara lejos de él porque era mucha distancia y lo sentó en su regazo.

Sí, un metro era demasiado.

–¿Te he dicho lo precioso que te ves hoy? -le acarició las mejillas al menor.

–Binnie, me lo has dicho casi todo el tiempo. -dijo tímido Jake con una risita tímida.

–Es que lo eres bebé. -dio un besito en su mejilla.- soy muy afortunado de tenerte, enserio.

Los jóvenes no dejaron no mirarse y a fin de cuentas juntaron sus labios en un profundo beso. Youngbin tomando la cintura de Jake para acercarlo y el omega tomandolo de la nuca más mientras sus lenguas danzaban. En un momento que ninguno de los dos se dió cuenta el mayor bajó los besos al cuello haciendo suspirar a su novio, un momento de extasis puro y como su omega le daba acceso a ese lugar lamió antes de sacar sus colmillos para dejar su mordida.

Lo había marcado.

Sacó sus colmillos de la piel del Australiano limpiando sus lágrimas dando besos en sus párpados pero Jake no respondía, ni se movía.

–¿Jake?

El cuerpo se desplomó en el suelo desapareciendo de a poco, como hojas en otoño.

–¡Jake! ¡no!

Intentó acercarse rápidamente al cuerpo de su novio pero ya era demasiado tarde.

–Estos es lo que consigues por tus actos Youngbin, tuviste que pensarlo mejor antes de hacerle eso. -dijo un ente delante suyo.-

–¿Q-Qué?

Su cuello empezó a arder haciendolo caer de al suelo, su vista se nubló solo oyendo una voz que raramente conocía.

–¡Youngbin despierta!

Resulta que Heeseung escuchó a su hermano lamentarse y maldecir, más se preocupó de que no estuviera despierto.

Exaltado Youngbin se sentó asustado buscando con miedo a algo o alguien.

–Hey, calmate ¿qué ocurre? -Heeseung lo tomó de los hombros para poder tranquilizarlo.-

–¿D-Dónde está Jake?

–Seguramente en su casa, son las diez de la mañana. Vamos a desayunar, comer te hará bien.

Solo fue una pesadilla.

–Heeseung.

El mencionado volteó y no se esperó el inesperado abrazo de su hermano, abrió los ojos impriesionado.

–Gracias.

–No agradezcas nada, prepara tu paladar que te prepararé el mejor ramen que hayas probado.

Agradecía que su hermano no le dijera nada.