Trentatré

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–¿Estás seguro Felix? Nunca me he teñido el cabello.

–Si, cien por ciento. No creerás que soy rubio natural –el mayor se encogió de hombros– y si no te gusta, el pelo crece. También hay dinero para arreglarlo si quieres.

–¿Y si se me cae el pelo? –preguntó con miedo Jake.

–Empecemos con un color algo natural, no necesitas decolorarte necesariamente. Con unos lavados regresa si te lo quieres quitar.

El plan de Felix resultaba que sería un cambio de look de 180 grados. Al llegar al centro comercial comenzaron por zapatos, ropa, maquillaje, accesorios como sombreros, gorras y cosas así. También aprovecharon de comprar cosas para el bebé, obviamente con dos meses y medio no sabían que sería pero no les importaba comprar ropa de cualquier color.

El color no definiría nada del cachorro, solo lo haría ver más bonito de lo que ya será.

Es solo ver a sus padres, no tiene por donde sacar fealdad.

Y Jake como buen tío, eligió varios juguetes para su futuro sobrino o sobrina.

Volviendo al presente, la última parte del plan terminaba en la peluquería con lo que sería la cereza del pastel. Decir que no estaba nervioso era una vil mentira pero el peluquero le fue indicando cada acción que hacía. Primero lavaron su cabello y ya después a colocar el tinte de a poco.

Felix por su lado le estaban haciendo masajes capilares así que lo único que salía de su boca eran quejidos, daba risa con solo verlo.

Nublado en sus pensamientos había llevado su teléfono pero no lo había encendido, era más que claro que apenas lo hiciera le llegarían un montón de mensajes, y de personas que no quisiera nombrar. Le daba algo de pena y culpa, se había aislado de todos sin darse cuenta del como estarán el resto. Seguramente mal y preocupados por él, aunque igual eran amigos de su ex son sus amigos también. No lo dejarían de lado por cosas así.

Dejó el aparato prenderse y lo puso en silencio para que el sonido no fuera molestia.

–Pareciera que estás muy solicitado. –comentó la peluquera que en su etiqueta salía el nombre de "Minjeong".

–Digamos que llevaba días sin prenderlo, las rupturas amorosas te aíslan fácilmente.

–¿Puedo preguntar el motivo? –preguntó la beta mientras aplicaba el producto en el cabello.

Jake simplemente se encogió de hombros. –Me puso los cuernos.

–Es un idiota. Mírate, perdió la oportunidad con tremendo chico. –Jake solo soltó una risa.

–Gracias, aunque sea mi destinado. Es una pena que no sea lo que la luna dijo.

Minjeong lo miró de reojo y le dedicó una pequeña sonrisa antes de soltar un suspiro.

–Sabes, te contaré una historia pero solo porque me caíste bien –tomó los papeles para separar mechones– hace algunos años un chico alfa en la universidad era el más popular, era jugador del equipo de básquetbol, –que irónico, pensó jake– una novia omega que era su destinada según un chamán, a todo el mundo a sus pies.

>>Un día por trabajo de su padre tuvieron que mudarse de ciudad y como sabrás, de universidad. En la otra universidad pasó lo mismo, logró convertirse nuevamente en el capitán del equipo de básquet y tenía a todos a sus pies, excepto a un omega. Con la chica seguían en contacto, todos los días, pero era sólo ella que hablaba y que lo necesitaba mucho, específicamente su cartera –jake soltó una risa–. Luego de eso la chica logró cambiarse a la universidad de su novio, nadie sabía como, pero lo logró.

No es lo que parece || Jakehoon [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora