Wings: El Pecado De Un Angel[YoonTae 💕]

†15†

Solo podía decir un algo o más bien solo se le venía a la mente una sola frase...'Estupidas hormonas' , siempre pensó que eso era lo peor de los humanos, quiere decir no tiene nada en contra pero lidiar con un humano que se le están alterando las hormonas o más bien que parecía un calenturiento era...demasiado cansador, más le valía a JungKook que todo eso valiera la pena y que hubiese atendido lo que sea que Hoseok quería por qué no pensaba hacerle este favor otra vez, sí JiMin los descubría iba a haber consecuencias en el peor de los casos los ejecutarán por traición, adema cuidar de Taehyung siendo consciente de que un Demonio, Yoongi, iba tras él era demasiado agotador.

Aunque ahora que lo recuerda Taehyung siempre fue así, siglos y siglos atrás, siempre lo mismo, encadenó su alma a la de Yoongi.

Jamás entendería del todo las acciónes de aquel que fue alguna vez su amigo y compañero, y mucho menos entendería que ganaba JungKook al mantenerlo siempre a su lado, o tal vez si, en un principio creyó que se trataba de lo que en el mundo humano se llama “Enamoramiento”, pero desistió a esa idea al darse cuenta de que Kook babeaba literalmente por Hoseok debía de ser ciego para no darse cuenta, bueno aunque era un poco extraño 150 años atrás empezaron aquello que sentían entre miradas discretas que por alguna razón uno a el otro no se daban cuenta, suponía que ellos eran los únicos que no se daban cuenta.

Sí estaban ciegos.

Cerro los ojos un momento, no necesita dormir, ni comer, y si quiere no respira, solo era ahí por qué si...¿Por qué?¿Cual era su propósito?, No lo entiende, solo sabe que tiene que hacer buenas acciones y cuidar que las cosas salgan a como deben de ser, no debe de evitar problemas o algo así, sin embargo, por qué cuando recién era nuevo, no más bien fue sanciónado muchas veces por querer ayudar a alguna niña indefensa liberarse de aquellos monstruos de la sociedad, o ayudar a algún hombre a no cometer suicidio, le dijeron que todo debe de pasar por qué así es el mundo solo debía de cuidar que ninguna de esas personas incumplieran su destino.

Que estúpido.

—¿Esto es aburrido verdad?—La voz de alguien al que nunca había visto hizo que abriera los ojos de golpe, se supone que nadie lo podía ver, entonces lo vio sus alas eran negras al igual que sus ojos, y el cabello oh por todas las estrellas era de un color escarlata, no había duda era un Demonio, lo vio tan de cerca que incluso estaba invadiendo su espacio personal, quiso levantarse de donde estaba acostado pero el peso de el demonio se lo impedía, ¿desde cuándo eran tan pesados? —Estupido Ángel.

¿Por qué?¿Que hace aquí?

Solo se le venía una respuesta a la cabeza y esperaba que no fuera cierto pero que otra cosa podía hacer si lo tenía apresado.

—Tu...¿También vienes por el chico?—Pregunto, frunció el ceño, mientras el otro comenzaba casi a ahogarse de la risa  —Que te causa gracia.

—Oh por todos los días que he vívido—Medio hablo pues seguía dándole risa un algo que no sabía y era un misterio para el —Eres tan pero tan gracioso...me agradas, no sé por qué Yoongi no le caes bien.

—¿Yoongi?...ah~ el demonio que casi hace caer en tentación a el muchacho.

El demonio asíntio con gracia, cuando Yoongi le pidió que distrajera a el “Angel estupido”, no pensó que fuera alguien tan gracioso y si atractivo, no iba a mentir, jamás se mentía a el mismo.

—Me presento, soy Tuan Mark, soy el encargado de que Yoongi y Namjoon no hagan pendejadas, y que vayan a mayores.

—Wang Jackson, soy...—No sabía que decirle, confiar en alguien como ese demonio...¿estaba bien? —El ángel de la guarda de el chico.

Mark parpadeo confundido y se rió otra vez.

—Realmente los angeles no saben  mentír.

Bueno que decir, se sentía por primera vez como todo un chico malo por salir sin permiso por primera vez, y vaya que nunca había roto las reglas, pese a que parecía que siempre lo hacia, apenas Lisa y Momo se enteraran, le harían una fiesta.

Estaban en lo alto de un edificio, muy lejos de donde vive, Yoongi había batido sus alas en vuelo, apenas había entrado por la ventana de su habitación, aunque no entendía del todo como por qué entró por la ventana si de todos modos podía aparecer y desaparecer cuando quisiera.

—Esto es...— Dijo cuando vio aquella pelusita y brillante cosa flotando entre las manos de su Hyung demonio.

—Si, Tae, es un alma “Blanca” —Yoongi le confirmo a sus dudas antes de que empezará a hablar sin parar, era un proceso que sabía que pasaria de todos modos, como la primera vez —Es pequeña o bueno lleva años estando en ese callejón sola y vagando, no tiene conciencia de lo que hace o adonde va.

A Taehyung se le hizo de cierta forma triste aquella tipo de existencia, estar aquí y haya, sola y sin ser consciente de a dónde vas o por qué, una existencia sin sentido a simple visto y estar esperando sola y sin compañía.

—¿Por que la tiene? —pregunto cuando la tomo entre sus manos, era como agarrar un algodón, sabía que una vez que le pusiera nombré, estaría con el hasta el fin de sus tiempos, y el volviera a renacer, ella lo esperaría toda la eternidad.

—Queria que tuvieras para defenderte, de cualquier alma corrompida.

Respondió simplemente mientras  veía como los ojos de Taehyung tenían un brillo tal como los de un niño al ver un juguete o al ver algo delicioso, sería qué acaso estaba feliz, Yoongi sonrió inconcientemente.

—Hyung...—Llamo derrepente distrayendo a Yoongi de ver aquellos ojos en lo que siempre se perdía.

—Que niño —Regreso su atención completa a Taehyung, borrando sí sonrisa cuando lo vio con un deje de duda o tal vez preocupación.

—¿Si la tomo y usted me la está dando...no es como si fuera nuestro bebé?

A Yoongi le brillaron los ojos, y a Taehyung por alguna razón fue como si fuera un respiro a su alma, ¿Por qué? Por qué sentía que esas palabras ya se las había dicho mucho, mucho tiempo atrás, como si lo conociera de todo la vida, se sentía extrañamente conectado a Yoongi desde el momento que se conocieron, aún cuando en el modo que se conocieron era extraño y pensó que le haría daño, algo muy adentro de el le decía que Yoongi no, más bien jamás le haría algo que no quisiera, jamás le haría daño.

—Si, claro que lo es —sin previo aviso lo abrazó undiendo su rostro en el cuello de el más joven.

—Le quiero poner JiSoo —Dijo feliz mientras veía aquella pelusita.

Esa calidez y la forma en la que lo dijo, le eran tan familiares que pensó que lloraría como la primera vez que lo dijo.