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El camino a casa de TaeHyung era largo, más por qué se ubicaba en un lugar demasiado alejado incluso de la escuela, imagino que por eso Jungkook siempre iba por el moreno en auto, bueno no lo culpaba.

En algún momento supo que a ese paso no podrían llegar sin que de le acabara la gasolina de su auto, así que hizo una parada a una gasolinera que había de caminó.

TaeHyung se había dormido en el camino a su parecer se le hizo pesado a el pobre chico el viaje, imaginaba que Jungkook lo entretenía en todo el camino a casa i simplemente se canso de el día.





























Abrió el paquete de aquella golosina bruscamente, y se la metí a la boca solo para distraerse un poco.

Se encontraba molesto, más que molesto esa mañana había amanecido nublado y realmente odiaba los días así, para acabarla de amolar tenía que trabajar ese día.

De hecho todo el día había estado así, desde la mañana su café había salido más amargo de lo normal y su molesto mejor amigo había amanecido con un humor de los mil infiernos, discutieron sin duda algúna, y al final cada quién se fue por su lado.

Una camioneta se fue acercando a dónde el estaba atendiendo, juraba que si era otro cliente molesto que se atrevía a tirarle el dinero está vez si que no se detendría y lo golpearia hasta que rogara que lo llevará a la muerte, no, no mejor aún el mismo se lo llevaría a el mismísimo infierno arrastrando, ok estaba exagerando tal vez pero es que se le ponían en un plan qué...para que hablar no por que una persona se dediqué a eso quiere decir que los tienes que humillar por qué tengan un mejor estatus social...

Es más pensándolo bien que demonios hacía alguien como el atendiendo a fastidiosas personas que lo único que hacen es humillar.

El vidrio polarizado se bajó y dió paso a un chico rubio de hermosos labios, se veía amable a simple vista y de inmediato ambos se sonrieron como si se conocieran de toda la vida.

Su mirada paso de la de aquel que conducía aquella camioneta a el asiento de copiloto, había un...¿adolescente? De cabellos rojos el cual estaba dormido le daba la espalda pues se había acorrucado hacia donde estaba la puerta de la camioneta.

El rubio volvió hablar llamando la atención de el que atendía.

—Por favor...¿Podría llenar el tanque? —Su voz era demasiado melodiosa, era como escuchar a los mismísimos angeles cantar.

De inmediato asintio un poco atontado era la primera vez que sentía aquello, y eso que llevaba mucho tiempo en la tierra, por todos los infiernos hasta había conocido a Marilyn Monroe en persona y eso que era una mujer bellísima, y apesar de eso nunca había visto semejante belleza frente a él.

Comenzó a llenar de gasolina el tanque, a su parecer el joven que conducía la camioneta era lindísimo, le hablo hasta de por favor, nadie hacía eso hoy en día pero sin duda aquél chico era uno de los pocos en el mundo por no decir casi nadie, que hablaba tan amablemente.

El adolescente se fue moviendo poco a poco y así vez despertando de su larga o tal vez corta siesta, dependiendo de que punto de vista lo vieran.

Vio su rostro con una mueca de sorpresa evidente.

Cabellos rojos, piel morena, un lunar en la nariz, labios ligeramente rojizos y muy definidos y a su vez carnosos, aquella ”aura” que lo rodeaba tan familiar...

”Sera posible que sea...”, el chico de la gasolinera pensó, y finalmente negó con la cabeza, no, no definitivamente no podía ser Él, es más era casi imposible que fuera Él.

Eso hasta que vio aquellos ojos tan distinguibles de alguien como ellos, grises como las nubes cuando sabes que va a llover, grises que con tan solo verlos a primera vez te capturan

Claro a los humanos y a uno que otro tonto que haya caído por uno de ellos, entre ellos su mejor amigo.

—Oh despertaste, TaeHyung —Hablo el chico rubio, cuando noto que el más joven despertaba de su sueño.

Así que era igual a como antes, hasta el mismo nombre diferente color de cabello...

¿Por qué? ¿Porqué está vivo?

—Bueno gracias...emhn —A decir verdad a SeokJin le había interesado aquel chico de la gasolinera, se le hacía un poco familiar, no entendía de dónde o por qué.

—NamJoon, Kim NamJoon.

—Ok, muchas gracias Kim NamJoon...

El hombre pago, agradeció amablemente por el servicio y se fue dejandolo un poco aturdido por lo que acaba de pasar, o más bien por a quien acababa de ver luego de un largo, largo tiempo.

Saco la paleta de dulce que había llevado todo el tiempo de su boca, mientras veía como la camioneta se alejaba hasta perderse y hacerse nada más que un simple punto negro a lo lejos.

—Así que...regreso. —Hablo y dejo caer su paleta a el suelo antes de meter las manos a los bolsillos delanteros de su pantalón.

Alguien estaría muy felíz de volver a verlo.

Wings: El Pecado De Un Angel[YoonTae 💕]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora